Uniarte une sus puertas I+D y un acabado artesanal
Líderes Fabrican 700.000 puertas cada año en una veintena de maderas y con diseños que incluyen desde las clásicas de roble a las minimalistas de 'wengé'
Un grupo de empresarios madereros creó en 1990 la fábrica de puertas Uniarte, situada en Ocaña (Toledo). Desde entonces su crecimiento en ventas ha sido imparable y su actividad se ha concentrado en el segmento de alta fabricación. De los doce millones de puertas que se producen en nuestro país cada año, la compañía manchega fabrica 700.000 unidades.
Para dar cabida a la elevada producción sus instalaciones han pasado de contar con 15.000 metros cuadrados a los actuales 125.000 y la plantilla ha crecido de 90 a 750 empleados, con una edad media de 27 años, de los que el 10% son mujeres. Además, se ha convertido en un pilar de la generación de empleo en la región.
Su éxito reside en fabricar industrialmente puertas de interior, cercos, marcos, jambas, puertas exteriores y batientes resistentes al fuego para garajes y edificios públicos, hoteles y oficinas. Aúnan la robotización y automatización de varias de las líneas de producción con el esmero que pone la plantilla en los controles de calidad y en el acabado artesanal dado a las puertas.
Uniarte dispone de un amplio catálogo de diseños, donde se dan cita desde los acabados clásicos en roble hasta los más minimalistas fabricados con wengé. Son la carta de presentación de las viviendas y los edificios de servicios. Introducen en el ambiente, proporcionan intimidad y dan una nota de distinción a los acabados de las viviendas.
La firma realiza una minuciosa selección de las materias primas. Trabaja con una veintena de maderas, desde el pino hasta el sapeli, el bambú y otras maderas tropicales. Son muy cuidadosos con la calidad, con numerosos controles durante el proceso de fabricación. Y apuestan por la tecnología, renovando constantemente líneas de producción. 'Combinamos la artesanía con la robótica más avanzada', recalca Enrique Olaya, presidente de Uniarte.
Desde 1992 sus diseños compiten con los grandes fabricantes mundiales de puertas, haciéndose hueco en el mercado europeo y estadounidense. Las ventas internacionales suponen el 10% de la producción total.
Fabricación paso a paso
En el proceso de fabricación de estas puertas se requieren dos semanas de trabajo y en ella intervienen una media de 35 personas, distribuidas en grupos. En la primera semana se elaboran las distintas piezas que componen la puerta y en la segunda se da forma a sus tableros, bastidores y a los tableros rechapados. Luego, se montan los componentes y se embalan para su posterior distribución.
La fabricación comienza con la compra y selección de las materias primas, directamente en origen. Después, se produce una segunda selección de las chapas en fábrica antes del comienzo de la producción. Se separan los paquetes por colores y vetas de la madera y se rechazan todas las defectuosas. Posteriormente se cortan las chapas en las distintas piezas que conformarán la cara vista de la puerta.
Paralelamente, intervienen las personas que trabajan directamente con la madera, que la abren en los distintos anchos que serán necesarios para construir su interior, las molduras y cantos. La cortan y la lijan antes de ser montada. Otro grupo de trabajadores se ocupa del alma de la puerta, el aglomerado, compuesto por trozos de madera y resina con distintos anchos y largos en función del modelo.
Durante la segunda semana de trabajo la puerta pasa a la línea de canteado y calibrado. Allí se junta el bastidor de aglomerado con el canto de madera. Se deja secar y, posteriormente, se prensan las dos capas que componen la puerta. Finalmente, se unen el bastidor de aglomerado canteado con el bastidor de la chapa, que mostrará su cara vista.
Tras ello se perfila y lija a la medida solicitada. Posteriormente se colocan las molduras decorativas, si las llevara. Por último, se revisa la puerta, se quitan los residuos de cola, se lijan los brillos y se dan los retoques necesarios antes de embalarla para su posterior comercialización. Al final, las puertas llegarán a una veintena de países a través de sus 150 distribuidores en Europa, América y norte de África.
"El 90% de nuestras ventas son para reformas"
A Enrique Olaya la desaceleración que se está notando en el sector de la construcción le preocupa en la medida que el 24% de la economía española procede de este sector. Sin embargo, considera que 'Uniarte sufriría menos que otros fabricantes de puertas, pues dependen en menor proporción de la promoción de nuevas viviendas'. Sólo 'el 10% de las ventas corresponde a promociones'.La actividad se concentra en el segmento alto de calidad. Por ello, sus principales clientes son los particulares, quienes renuevan sus puertas tras las reformas efectuadas en las viviendas. Se calcula que entre abril y septiembre se reforman 50.000 casas en España.Con respecto a los diseños y las calidades, asegura que 'no hay puertas obsoletas, sino cansancio de verlas'. Antes, las puertas se mantenían toda la vida, mientras que ahora se modifican al cabo de diez o quince años. Olaya dice que en España gusta el 'trabajo artesanal, pero se busca la perfección; por eso es tan importante el acabado final'.La puerta más vendida es la chapada en roble y pino y las más actuales son las que tienen terminaciones en decapés y están diseñadas con maderas exóticas como el wengé.
Las claves
Historia. Uniarte nace en 1990 a partir de la unión de un grupo de empresarios que tenían varias fábricas de puertas ubicadas en Villacañas (Toledo). Entre los propietarios figura la familia Cuesta, tercera generación maderera en la zona.Cifras. Dispone de una planta productiva de 125.000 m2 en Ocaña (Toledo). La plantilla está formada por 756 empleados, lo que la convierte en una de las empresas que más empleo ha creado en Castilla-La Mancha en los últimos años. Durante 2006 fabricó más de 700.000 puertas.
Ventas. La cifra de facturación superó el año pasado los 69 millones de euros, un 5% más que en el ejercicio anterior. La cifra de exportación supone el 10% de las ventas. Sus principales compradores son: Reino Unido, Países del Este de Europa, Bélgica, Irlanda y Estados Unidos.Innovación. En los últimos tres años la empresa ha invertido diez millones de euros en tecnología punta. Uniarte cuenta con nuevas líneas de automatización que permiten pasar de producir 25 metros de molduras por minuto a los actuales 80 metros.Medio Ambiente. Todos los procesos y productos de Uniarte tienen certificados de gestión del medio ambiente. Se vigila la procedencia de la madera y hay un compromiso de que la materia prima que suponga la tala de un árbol se supla con nuevas reforestaciones. Uniarte también ha instalado filtros en la fábrica para evitar lanzar residuos contaminantes al entorno. Sus puertas llevan sello propio y están homologadas en España y en los países donde se exportan.