Frape Behr alega pérdidas de 14,6 millones para dejar en el aire la continuidad de su factoría de Barcelona
La dirección de la compañía alemana Frape Behr, fabricante de sistemas de calefacción y refrigeración para automóviles, alega pérdidas de 14,6 millones de euros entre los años 2003 y 2007 para dejar en el aire la continuidad de su factoría de la Zona Franca de Barcelona. Aunque la decisión de cesar la actividad no está todavía tomada, la compañía ha comunicado a los trabajadores la necesidad de reducir los costes de la factoría para asegurar su continuidad.
Un portavoz del grupo alemán señaló que Frape Behr no pretende deslocalizar producción para llevarla a otro país. Asimismo se mostró convencido de que las negociaciones que a partir de hoy inicia la compañía con los representantes de los trabajadores con la presentación de un plan de viabilidad pueden derivar en medidas alternativas a su cierre. En este mismo sentido se manifestaron fuentes de la Federación del Metal de Comisiones Obreras, que se mostraron convencidos que los compromisos adquiridos por la factoría de la Zona Franca con diversas multinacionales de la automoción le aseguran su continuidad. La fábrica barcelonesa abastece a modelos de Mercedes y Volkswagen entre otras marcas. Asimismo, las mismas fuentes sindicales expresaron su confianza en que se encuentren los métodos menos traumáticos para reducir costes y evitar el cierre, ya que la fábrica de la Zona Franca es 'una factoría que aporta valor'.
Fuentes del grupo con sede en Stuttgart indicaron que no peligra la continuidad de las otras instalaciones que Frape Behr tiene en Montblanc (Tarragona), donde la plantilla supera el millar de trabajadores. Esta fábrica está ampliando en la actualidad sus instalaciones. 'Montblanc va a mantenerse. Tiene un centro de investigación y desarrollo que tras el de Alemania es el de mayor importancia para el grupo', apuntan. La empresa defiende que existe una diferencia de absentismo, flexibilidad y costes entre Zona Franca y Montblanc.
Esta no es la primera ocasión en la que la continuidad de la Zona Franca queda en entredicho. En 2004, se acordó un plan de ajuste basado en la congelación salarial y un aumento de la flexibilidad que no han colmado las expectativas de la empresa.