El mercado nacional resiste
El Ibex 35 pierde menos que el Euro Stoxx 50 y el S&P 500 durante el periodo de retrocesos.
Una de las consignas principales de las recomendaciones y previsiones que analistas y gestores de fondos realizaron a principios de año era la de reducir las inversiones en Bolsa española y aumentarla en Bolsas europeas. La principal razón que se aducía era que la Bolsa española había disfrutado de muy fuertes ganancias en los últimos años y que los riesgos de una desaceleración del crecimiento económico eran lo suficientemente elevados como para dejar de considerarla una opción preferente dentro de los diferentes mercados bursátiles.
Curiosamente, esta visión se daba cuando las precisiones gubernamentales de crecimiento del PIB para el año 2007 y 2008 superaban el 3%, todavía claramente por encima de las principales economías desarrolladas. Aunque la relación entre el crecimiento económico de un país y su mercado bursátil no tiene carácter de simultaneidad sí que existe una indudable correlación, por lo que es posible que detrás de las previsiones bursátiles hubiera también desconfianza hacia las estimaciones de los indicadores macroeconómicos. Precisamente, lo contrario -la confianza en que la economía doméstica seguiría con su poderoso ciclo expansionista, que dura ya más de una década- es lo que previsiblemente conducía a unas pocas gestoras, como por ejemplo Bankinter, a seguir confiando en las acciones españolas.
Justo cuando acabamos de recorrer ya dos tercios del presente año, nos encontramos en medio de un momento crítico para los mercados globales, caracterizado por la gran duda de hacia dónde se van a dirigir los mismos. Ríos de tinta vienen desparramándose por la prensa especializada y general sobre cuál será el efecto final de la crisis crediticia y de liquidez desatada en los últimos tiempos. Las posiciones van desde los catastrofistas hasta los que sólo ven una pequeña y necesaria corrección, no mucho mayor que otras que hemos experimentado en los más de cuatro años del presente ciclo alcista.
Analizando a día de hoy, de manera fría y aislada, el comportamiento de los principales índices bursátiles, no sería descabellado estar de acuerdo con aquellos que apuntan a la teoría de la pequeña y sana corrección. Sin embargo, es imposible obviar que los movimientos en los mercados de crédito han tenido una violencia casi nunca vista y que los datos provenientes del sector inmobiliario y de la construcción no se habían visto en muchos años. Justamente, esto último es de especial relevancia para España, ya que era uno de los países señalados como de alto riesgo y especial sensibilidad a una crisis con origen en el sector inmobiliario.
Pues bien, lo realmente interesante, con los datos macro y de mercados más calientes en la mano es que a día de hoy, a pesar de las numerosas advertencias y previsiones catastrofistas provenientes de organizaciones y organismos internacionales (abrumadoramente mayoritarios en la línea catastrofista) y nacionales, no existen indicios de crisis fuerte. No sólo eso, sino que la posición que se decanta por una fuerte desaceleración tampoco cuenta en estos momentos con datos significativos en los que sustentarla. Sin duda, es todavía muy pronto, ya que las repercusiones de esta crisis no se reflejarán en muchos indicadores hasta pasados unos meses, pero, de momento, sorprende positivamente lo bien que ha reaccionado España a la misma.
El índice de referencia, el Ibex 35, se ha dejado desde el 19 de julio hasta el pasado día 30 de agosto un 5,88%. Este último dato, comparado con el comportamiento de los principales índices europeos y norteamericanos, se puede calificar de positivo. Así, el Euro Stoxx 50 perdía un 6,26% en ese mismo periodo mientras que el normalmente poco volátil S&P 500 se dejaba un 6,15%. Tomando en consideración lo transcurrido en el año, la Bolsa española tampoco sale mal parada, gracias en parte a que en los meses de mayores subidas hacia principios de año el Ibex 35, de hecho, superaba a bastantes otros índices europeos.
Los inversores en fondos de inversión han venido reembolsando dinero de aquellos que invierten en renta variable española durante la mayor parte de lo que va de año pero quizás para aquellos que se apunten a la teoría de la moderada corrección y el posterior rebote, esta no sea una mala opción de aquí a final de año. Posiblemente aquellos fondos más agresivos y con posiciones en algunos de los valores más castigados en las últimas semanas serían los más beneficiados de una vuelta a la hipotética senda alcista.
Los más castigados por la corrección
En estos días se viene repitiendo que los grandes valores son mejores opciones que los pequeños en épocas de volatilidad. En esta corrección, en el caso de los índices españoles, este supuesto se ha cumplido aunque no siempre lo hace.Sin embargo, el Ibex Small Cap, que avanza un 10% en 2007, ha superado claramente al Ibex 35, que suma un 2,4%, en lo que va de año. Aquellos inversores más agresivos que apuesten por un rebote quizás debieran considerar los fondos que invierten en acciones de pequeñas compañías.