Las cajas rurales compran una ficha para hacer banca en madrid
Las cajas rurales comienzan a jugar fuera de casa. Un grupo de 20 cooperativas ha decidido presentar competencia a bancos y cajas de ahorros en la Comunidad de Madrid. Para entrar en la región han creado la Caja de Crédito Cooperativo.
Entre los accionistas de la nueva entidad figuran algunas de las rurales más relevantes del país, como Ruralcaja, Navarra, del Sur, Granada o Multicaja. Todas cuentan con una participación del 5,21% en la sociedad. La excepción la representa Caixa Rural Balears, cuya presencia se limita al 1%.
Las cajas implicadas han aprovechado una vacante en el registro de entidades del Banco de España para poner en marcha el proyecto. Los socios han adquirido la ficha de la Caja Escolar de Fomento, una pequeña cooperativa laboral que dejó de operar en julio del año pasado, después de traspasar su negocio a Caja Caminos.
La comunidad es una de las pocas zonas donde no están presentes estas entidades
"El nombre comercial no será Caja de Crédito Cooperativo. Saldremos con una marca nueva", adelanta Joaquín Danvila, director de negocio de la nueva entidad. Y añade, "vamos a mantener algunos atributos que han caracterizado a las rurales, como la confianza y la proximidad, pero la imagen serán más innovadora. Intentaremos no hacer referencia directa al logotipo de la espiga [icono común de las 76 entidades pertenecientes a la Asociación Española de Cajas Rurales ( AECR)]".
A pesar de que la marca definitiva es todavía una incógnita, los objetivos de la nueva entidad a cuyo frente estará Alfonso Naranjo, antiguo responsable de asesoría estratégica de la AECR , para sus primeros años de vida ya han sido definidos. "Antes de que termine el ejercicio se abrirá la primera oficina y, a partir de 2008 y hasta 2010, inauguraremos una al mes", comenta Danvila.
La sociedad espera entrar en beneficios al concluir este trienio. En lugar de atacar directamente la capital, la Caja de Crédito Cooperativo se implantará en los municipios del Sur de la Comunidad de Madrid como Móstoles, Alcorcón, Getafe, Leganés, Fuenlabrada y Parla. "Es una zona extensa con una alta densidad de población. El potencial consumidor de nuestros productos está ahí. El mercado al que vamos demanda una oficina física", comenta el ejecutivo. La Caja de Crédito Cooperativo buscará tener una oferta financiera sencilla. Todavía no ha definido su grado de colaboración con el Banco Cooperativo, Gescooperativo, RGA y RSI, las cuatro sociedades que dan servicios de banca privada, fondos, seguros y soporte informático a las rurales.
El Banco de España impone distintos requisitos de partida a las cooperativas en función de su campo de actuación. Aquellas que deseen trabajar en Madrid o Barcelona deben contar con un capital social mínimo de 4,81 millones de euros.
Toledo se queda al margen
La Caja Rural de Toledo es la ausencia más llamativa del proyecto. Fuentes de la entidad reconocen que se les ofreció participar en la iniciativa, pero que declinaron hacerlo porque no interesaba el modelo de gestión . Madrid es un territorio ajeno a los miembros de la AECR. Tradicionalmente, estas cooperativas han preferido centrar sus esfuerzos en sus zonas de origen. Por eso, ninguna cuenta con más de un puñado de oficinas en la región. La excepción es la Rural de Toledo, que ya dispone de 16 sucursales en la comunidad.