Sasistel despunta con la tecnología a medida
Sasistel fabricó hace 25 años su primer variador de velocidad para motores. Hoy es especialista en electrónica para ascensores y en circuitos hechos a medida del cliente
Sasistel es una de esas empresas que suelen ser invisibles para el público general. Quizá su marca no sea muy reconocida, pero si los componentes electrónicos que la empresa catalana fabrica fallaran, muchos de los ascensores y escaleras mecánicas que utilizamos cada día dejarían de funcionar.
Jordi Batet, el director general de la compañía, es uno de los dos socios fundadores. Cuenta que Sasistel (Sociedad Anónima de Sistemas Electrónicos) empezó hace 25 años, en septiembre de 1982, cuando él y otros compañeros profesores de la escuela industrial de Sabadell (Barcelona) decidieron lanzarse a la aventura de fabricar electrónica industrial. 'Había mercado... ¡Y tanto que había mercado!', explica Batet.
El primer producto fue un variador de velocidad para motores, destinado sobre todo a la industria textil, que por entonces era mayoritaria en la población de Sabadell y en su comarca. Las cosas han cambiado tanto en este tiempo que ahora las empresas del sector textil son un cliente minoritario. Hoy, el 40% de su producción está destinada a fabricantes de transporte vertical, principalmente ascensores y escaleras mecánicas.
Tras siete años de actividad, en 1989 el grupo Sistel inauguró una fábrica en la localidad vecina de Castellar del Vallés llamada Digiproces, a la que trasladó el diseño, la fabricación y el montaje de circuitos electrónicos, lo que en inglés se conoce con las siglas EMS (electronic manufacturing services). En la actualidad, el 50% de su actividad es para Sasistel y el otro 50% son procesos realizados para otros clientes. En la sede de la calle Santanac, en Sabadell, la compañía únicamente mantiene la división de ingeniería, los test de los productos y la parte comercial.
Digiproces ha tenido en los últimos años un crecimiento sostenido del 25%, lo que ha llevado a Batet a construir una segunda factoría, también en Castellar del Vallés, que tendrá la misma actividad que la primera y que ha supuesto una inversión de siete millones de euros, 'y que se nos acabará quedando pequeño', avanza Batet. La inauguración está prevista para el próximo mes de octubre.
'Los clientes de Digiproces son variadísimos', explica Batet. Uno de ellos, por ejemplo, quiere fabricar GPS para automóviles. 'El cliente viene con la idea y se encargará de la comercialización, nosotros nos ocupamos del diseño, de realizar un primer prototipo y de todo el proceso de industrialización'.
El grupo Sistel está construyendo también una tercera factoría en Bangalore, India. 'Muchos clientes se están yendo a producir a la India, sobre todo en el sector de la automoción, y nosotros no tenemos más remedio que seguirles y ofrecerles los componentes allí', explica, 'porque si no lo hacemos, lo harán otros'. La factoría, de 3.000 metros cuadrados en un terreno de 8.000 metros, tiene ya contratada el 50% de su producción, concretamente para clientes del sector de la automoción. Pero a Batet le gusta remarcar que esta fabrica se ha concebido para servir a los cliente emplazados en la zona. 'Nuestra voluntad es seguir creciendo aquí, tenemos que ser responsables con nuestro entorno social', insiste.
La competencia y el futuro
'Somos los más grandes de los pequeños'. Así valora Batet el tamaño de su compañía. Una cuestión que sí importa en el sector. 'Las pequeñas compañías no tienen futuro, porque las medidas que requiere hoy la fabricación de sistemas electrónicos son inabordables sin una gran solvencia económica, que una empresa pequeña no puede tener'. El responsable de Sasistel se refiere a los permisos y las homologaciones y certificaciones necesarias para fabricar. 'Las compañías de garaje no tienen capacidad para empezar', asegura, 'no es cuestión de solvencia tecnológica porque esa sí la tienen; es una cuestión económica'.
Batet habla con un entusiasmo contagioso de su último producto llamado Konbox, de la línea Smartlift (para elevación), se trata de un desarrollo que permite hacer un cableado del ascensor totalmente automático. 'Ha supuesto dos años y medio de trabajo. Está en el mercado desde abril de este año, pero la difusión masiva será a partir de una feria internacional en octubre'. Los clientes objetivo son los fabricantes de ascensores como Otis. El CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) concedió a Sasistel un crédito blando, de 240.000 euros, para el proyecto, que Batet define como 'muy complejo'.
Y, a pesar de que el grupo Sistel es una empresa familiar (el 90% de las acciones está en manos de Batet y su mujer), no hay que temer por su futuro inmediato. Los tres hijos de Batet están implicados en la gestión. Jordi, el mayor, es responsable de las factorías de Castellar y de Bangalore; David es responsable de ingeniería, y Gemma, de marketing.
El gran hobby familiar, la aviación, facilita enormemente las cuestiones de transporte, sobre todo, por España. Batet y sus hijos tienen el carné de piloto y un pequeño avión que, si es necesario, utilizan para desplazarse cuando surge un problema con alguno de sus clientes. ¿Y no ha pensado nunca diversificar el negocio y ofrecer vuelos privados a las empresas, como han hecho unos cuantos empresarios últimamente? Batet ríe antes de contestar: 'No, qué va. Zapatero a tus zapatos'.
"Un operario en India gana 70 euros al mes"
España continuará fabricando sistemas electrónicos industriales. 'Pero siempre en productos que tengan mucha I+D', explica Jordi Batet, director general del grupo Sistel.'En India, un operario cobra 70 euros al mes, 14 veces menos que uno de aquí', cuenta. Dice que la proporción disminuye si se trata de un ingeniero, al pasar de los 9.000 euros mensuales que cobra en India a la cifra multiplicada por cinco que cobra uno en España. Estos datos, y el hecho de que en el país asiático sea muy fácil encontrar personal cualificado, con un inglés perfecto, hará que en España se fabriquen únicamente productos con un alto valor añadido, en los que prácticamente no intervenga mano de obra.Batet explica que en telecomunicaciones o navegación por satélite todavía hay más tecnología en Europa, pero en producciones masivas, como electrodomésticos y coches, los países orientales ya tienen también la tecnología necesaria.
Datos básicos
Facturación. El grupo Sistel alcanzó el año pasado unas ventas de 30 millones. De esta facturación, un 40% procede de sistemas electrónicos destinados a transporte vertical (ascensores y escaleras mecánicas principalmente), otro 40% correspondió a los productos hechos a medida en su factoría de Castellar del Vallés y el 20% restante procedió de los departamentos de mecatrónica y la realización de test de controles. La previsión para este año es aumentar las ventas un 25%.Plantilla. Sasistel tiene en su sede de Sabadell una plantilla de 40 trabajadores, de los que 18 son ingenieros. En Digiproces, la fábrica de Castellar del Vallés, cuenta con 65 trabajadores más. En este caso, 5 ingenieros y 60 operarios dedicados a la producción. La factoría que el grupo tiene en Bangalore (India) engloba a 60 personas más. '12 son ingenieros', añade Batet, quien explica que si se tratara de una fábrica ubicada en España, estaría sobredimensionada, una situación que en India no se tiene tanto en cuenta, puesto que el coste de la posible sobredimensión 'es asumible'.Productos. El año que viene Sasistel tiene previsto poner en el mercado un nuevo sistema de test de productos electrónicos para los sectores de aviación y automoción. 'El handicap que tenemos en estos sectores es que todos los fabricantes se están marchando, sobre todo, en el caso de la automoción', explica Batet.Bangalore. La nueva factoría de Bangalore (India) tiene contratada ya el 50% de su capacidad productiva. Se trata principalmente de componentes electrónicos para el sector de la automoción. Batet explica que los componentes de telefonía que ahora se hacen en China empezarán también a hacerse en India. 'Lo que está claro es que no se harán aquí por el coste de la mano de obra'.