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Terrorismo

ETA reaparece con un coche bomba contra la Guardia Civil en Durango

Dos guardias civiles han resultado heridos de carácter leve por la explosión de un coche bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de la localidad vizcaína de Durango. El atentado, ocurrido después de las tres y media de la madrugada, ha causado cuantiosos daños tanto en el recinto como en los edificios adyacentes. Según las primeras investigaciones, los terroristas han colocado la furgoneta en el aparcamiento del cuartel y han huido en otro coche que han hecho estallar unos 50 minutos después en Amorebieta, a unos 11 kilómetros de Durango. Es el primer atentado terrorista que se registra tras la ruptura oficial del alto el fuego anunciada por ETA el pasado 5 de junio.

Según el director de la Guardia Civil y la Policía, Joan Mesquida, que se ha desplazado a Durango, la furgoneta, una Citröen C-15 robada dos días antes en Vizcaya y con matrícula de San Sebastián, estaba cargada con entre 80 y 100 kilos de un explosivo "de tipo medio" por determinar.

Los dos heridos han sido trasladados al hospital de Galdakao (Vizcaya). F.E.R., de 30 años de edad, ha sufrido cortes por impacto de cuerpos extraños en el muslo, el cuello y en la espalda. El otro militar herido, de 37 años, ha sufrido cortes en la mano derecha y padece mareos debido a la onda expansiva provocada por la explosión, según fuentes de los servicios de ambulancias DYA. Los dos han sido ya dados de alta.

Eliminar huellas

Según han informado fuentes de la investigación, un individuo encapuchado ha aparcado la furgoneta Citröen C-15 en las inmediaciones de la casa-cuartel, fuera de su perímetro de seguridad y ha emprendido la huida en otro coche, un SEAT con matrícula falsa portuguesa, donde le esperaba otra persona. Ambos han huido por la autovía San Sebastián-Bilbao en dirección a Amorebieta. Unos 50 minutos después de la explosión en Durango, los terroristas han hecho estallar en Amorebieta el coche en el que se habían dado a la fuga, presumiblemente para eliminar cualquier rastro. Como es habitual en atentados de ETA contra cuarteles de la Guardia Civil, no ha habido aviso previo.

El agente de guardia, que visionaba los monitores de seguridad, ha intentado activar un perturbador de señales al ver al encapuchado, pero no le ha dado tiempo y el coche bomba ha estallado, causando cuantiosos daños materiales en el cuartel y en los edificios colindantes. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, que se ha desplazado a la zona a visitar a los heridos y a interesarse por los daños, ha declarado en la SER que los terroristas han utilizado "cantidad importante" de explosivo. Varios vehículos han resultado afectados, ha caído un muro exterior del cuartel y se han roto ventanas y persianas de los edificios de los alrededores. La zona está acordonada.

Lo seguirá intentando

Ayer, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, entrevistado en la Cadena SER, declaró que ETA seguiría intentando atentar hasta que lo consiguiera. Para él, prueba de ello era el silencio que desde hace semanas viene manteniendo Batasuna. "Ese silencio es el peor de los augurios", dijo. En todo caso, ante la posibilidad de un atentado, Rubalcaba dijo que sería ETA y la propia Batasuna quienes salieran perjudicados.

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