'Odyssey invitó a Cultura a participar en el proyecto y no respondió'
El nombre de la empresa no fue elegido al azar. Sus fundadores, entre ellos el estadounidense Greg Stemm, eligieron Odyssey porque ya anticipaban todos los problemas que el nuevo tipo de negocio que iban a crear conllevaba. Parte de ellos los han encontrado tras hallar en un lugar no desvelado del Atlántico un tesoro de más de 500.000 monedas de plata y centenares de oro que reclama el Gobierno español. Greg Stemm accedió a responder, por escrito, a un cuestionario remitido por Cinco Días.
PREGUNTA. ¿ Está el lugar que ustedes denominan Cisne Negroen aguas españolas?
RESPUESTA. Odyssey ha declarado varias veces que la recuperación del Cisne Negrotuvo lugar en el océano Atlántico, fuera de las aguas territoriales y zonas contiguas a cualquier Estado. Todavía tenemos que identificar sin dejar lugar a dudas el sitio.
P. ¿Es un barco de origen español?
R. Hemos adoptado la decisión de no hacer declaraciones en este momento. Sólo alimentarían las especulaciones sobre la identidad del naufragio.
P. ¿ Cuándo revelarán la localización del sitio? ¿Queda algo allí?
R. Esperar que identifiquemos un naufragio colonial en un par de meses en un área en la que varios barcos se perdieron es ingenuo. Hasta que sepamos más, no lo haremos público para proteger el sitio y los artefactos que quedan allí. Todavía estamos tratando de identificar el barco del que vienen las monedas del Cisne Negro. La gente tiende a precipitarse en todo tipo de teorías que pueden llevar a enormes errores. Por ejemplo, un libro escrito por John Amrhein, que tiene previsto publicar en breve, da a entender que a España se le otorgaron derechos de propiedad sobre los barcos incorrectos en el caso de Junoy La Galga. Hablé hace poco con el autor y argumenta muy bien la teoría de que Juno y La Galgano han sido encontrados.
P. Efectuaron una inversión de 400.000 dólares para llevarse las monedas a Estados Unidos. ¿Por qué sacaron todo con tanta prisa?
R. Es el procedimiento estándar. Llevamos las monedas y artefactos a nuestras instalaciones porque ahí pueden ser conservadas, estabilizadas y catalogadas. No hay ningún lugar en Europa que pueda preservar y documentar tal cantidad de monedas. æpermil;stas fueron llevadas a Estados Unidos con una licencia de exportación válida otorgada por el país del que salieron, e importadas legalmente de acuerdo a la ley estadounidense. Además, hemos dejado claro que la recuperación tuvo lugar fuera de la jurisdicción de cualquier país, conforme a la Ley de Salvamento y las Convenciones Marítimas.
P. ¿ Ofrecieron a las autoridades españolas la oportunidad de participar en el Cisne Negro o en otras de sus operaciones?
R. Hemos invitado al Reino de España a participar en nuestros proyectos arqueológicos varias veces, incluso mantuvimos una reunión en noviembre pasado con el Ministerio de Cultura en Madrid. Entonces, le explicamos el proyecto que dio lugar al descubrimiento del Cisne Negro. Invitamos entonces a Cultura a participar, pero nunca respondieron. Odyssey también intentó cooperar con las autoridades españolas y andaluzas en el caso del proyecto HMS Sussex, un navío de guerra británico de gran relevancia histórica que se hundió en Gibraltar en 1694. Les ofrecimos hacer mapas y estudios de una gran parte de la costa del mar de Alborán. Incluso ofrecimos nuestros servicios, sin coste, para excavar un naufragio antiguo en las aguas territoriales españolas, con la intención de devolver todos los artefactos e información recuperada a las autoridades y museos de España.
P. ¿Existe la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Gobierno español antes de llegar a juicio?
R.Seguimos esperando que España reconozca que actuamos de buena fe, que estamos listos para cooperar con ellos en cualquier sitio en el que descubramos
patrimonio español.
P. ¿Por qué cree usted que el Gobierno no quiso colaborar con Odyssey, cuando otros países como el Reino Unido han participado en sus operaciones?
R. Es evidente que hay un grupo de gente que quiere difundir informaciones falsas y propaganda sobre Odyssey para interferir en nuestra relación con
España. Esperemos que la equidad y la verdad terminen ganando a la larga y que el pueblo español y su Gobierno puedan ver que Odyssey está dispuesto a proteger y preservar la herencia cultural de su país.
P. Odyssey ha efectuado varias operaciones en el sur de España en los últimos seis años. ¿Tienen algo que ver con el Cisne Negro?
R. No, para nada. Repetimos: el sitio del Cisne Negro está fuera de las aguas territoriales españolas.
P. ¿Qué información recuperó la Guardia Civil del Ocean Alert, el barco arrestado el pasado 12 de julio?
R. Entre lo confiscado ilegalmente a bordo del Ocean Alert había un ordenador portátil del abogado de Odyssey que incluía información de otros de sus clientes. La Guardia Civil confiscó también otro portátil de un reportero que viajaba a bordo del Alerty que contenía información irrelevante para Odyssey. La inspección de la Guardia Civil no dio con ninguna evidencia de las supuestas actividades en el área, puesto que siempre hemos actuado legalmente y en todo momento le hemos comunicado nuestros movimientos tanto a ella como a las autoridades de tráfico marítimo.
P. ¿ Qué contiene su barco atracado en Gibraltar, el Odyssey Explorer? ¿ Tiene información o bienes recuperados del Cisne Negro?
R. No, no los tiene.
P. ¿ Es esta la primera vez que se enfrentan legalmente a un Estado?
R. No nos enfrentamos legalmente ni a España ni a ningún otro país. Contrariamente a las falsas informaciones difundidas en prensa española, España ha puesto una reclamación, no una demanda. Habíamos anticipado que esto iba a pasar y es considerado normal en los casos de almirantazgo. Suponemos que la mayoría de lo que recuperamos del mar, incluido lo del Cisne Negro, puede ser reclamado por otras partes.
P. ¿ Qué suelen hacer en estos casos?
R. Si podemos confirmar que otra entidad tiene derechos legítimos sobre el naufragio, avisamos a los reclamantes potenciales. Y si alguna entidad puede probar sus derechos de propiedad sobre el barco o su cargamento, y prueba que no los habían abandonado desde un punto de vista legal, Odyssey puede pedir por vía legal un premio por el rescate a la Corte de Almirantazgo estadounidense. Cuando nuestras operaciones de rescate tienen lugar en zonas bajo la soberanía de algún país, cumplimos con la regulación aplicable verificable y sus tratados. Si alguno de los reclamantes tiene derechos verificables, les hacemos una oferta. Eso hicimos en el caso del SS Republic: compramos los intereses que tenía una compañía aseguradora en el barco.
P. ¿ Cómo localizaron el sitio del Cisne Negro? ¿ Fue una coincidencia o buscaban ese barco en concreto?
R. Sabíamos que había barcos hundidos en el área desde hace varios años, pero hasta que no identifiquemos definitivamente el sitio, ni siquiera estamos seguros de que sea el lugar de uno de los naufragios que buscábamos. Es uno de los aspectos más desafiantes e intrigantes de nuestro negocio: a veces los barcos son muy difíciles de identificar.
P. ¿ Su empresa hace lo que los Gobiernos no están dispuestos a pagar?
R. En nuestro negocio, los proyectos a menudo tardan años en dar sus frutos. Los equipos de exploración de fondos marinos y la tecnología para llevarlo a cabo son muy caros. Y un barco equipado para funcionar como plataforma para escanear los mares y utilizar vehículos a control remoto cuesta mucho dinero. Muchos Gobiernos y sus instituciones, como las universidades, no tienen los recursos necesarios para financiar expediciones de este tipo.
P. ¿ Cómo suelen reaccionar los países a sus proyectos?
R. La mayoría están empezando a asumir el desafío que supone lidiar con su patrimonio cultural subacuático. Están tan interesados en ello como nosotros. Por ejemplo, con el Reino Unido llegamos a un acuerdo exclusivo para la excavación arqueológica del HMS Sussex. Trabajamos con el Gobierno británico como socio. Esperamos que otros Gobiernos le sigan y reconozcan que Odyssey ofrece una verdadera solución para proteger su herencia cultural. No hay otra manera para que estos países protejan sus pecios. Somos una opción viable para muchos de estos sitios.
P. ¿ Cómo afectará el contencioso con España a sus planes para recuperar el HMS Sussex?
R. El 23 de marzo de 2007, el Ministerio de Asuntos Exteriores español emitió un comunicado de prensa que anunciaba el acuerdo entre España y el Reino Unido para que Odyssey siguiera adelante en las fases preliminares de excavación del sitio en el que suponemos está el Sussex. Como parte de este acuerdo, Odyssey facilitó a España información relativa a otros naufragios cercanos a éste, para que pueda conservarlos y preservarlos. Hemos completado parte de la primera fase, y el Reino Unido está satisfecho. Sin embargo, no sabemos si España, que debería designar un equipo de arqueólogos para el proyecto, va a hacerlo en un futuro cercano. Mientras el Cisne Negro siga siendo motivo de discusión, todo esto puede verse retrasado...
P. ¿ Cómo comercializan los objetos recuperados?
R. No vendemos necesariamente ningún artefacto. Eso depende de nuestros socios. En el caso del Sussex, laprimera opción es que el Gobierno británico se quede con la colección completa, incluidos los artefactos y las monedas. Si nuestros socios deciden que no quieren quedarse con la colección entera, lo que hacemos es dividir los objetos en dos categorías: cargamentos y la colección cultural. Los primeros estaban ahí para ser transportados y no tienen nada que ver con la vida cotidiana en los barcos. Por ejemplo, si un naufragio fuese encontrado con un importante cargamento de monedas, después de estudiarlas y dejar de lado una muestra representativa, Odyssey podría vender las monedas al público. Sobre los objetos culturales, nuestra política es vender sólo réplicas. Los originales pasan a ser parte de nuestra colección permanente, utilizada para exposiciones y fines educativos. Si la identidad del barco se determina, la colección cultural entera podría ser comprada por un individuo o nación soberana interesada en su patrimonio cultural, para así mantener la colección intacta. Respecto a las monedas, ninguna de las del Cisne Negrohan sido puestas a la venta aún, y puede que nunca lo estén si son consideradas de alta relevancia cultural y un Gobierno quiere comprar la colección entera.
¿Cuánto valen realmente las monedas encontradas por Odyssey?
¿Cuál es elprecio de las monedas encontradas por Odyssey? El ejecutivo de la empresa estadounidense no quiere confirmar la cifra de 500 millones de dólares manejada por los medios de comunicación, pero tampoco quiere desmentirla. Su respuesta remite a la evaluación hecha por el único especialista que ha podido verlas, Nick Bruyer. Stemm afirma que en Odyssey siguen estando muy cómodos con la opinión de Bruyer de que cada una de las monedas del Cisne Negrose podrá vender a un precio de entre cientos de dólares hasta los 4.000. El estado de las monedas de plata es crucial para determinar el valor del conjunto de las más de 500.000 piezas recuperadas. El oro resiste bien los exilios de cientos de años en las profundidades, pero la plata tiende a corroerse. Imaginemos una enorme esfera de monedas en el fondo del mar, explica un experto madrileño. Las de la parte de afuera de la esfera pierden todo su valor numismático al estar tanto tiempo en contacto con el agua salada, mientras que las que están más en el centro, protegidas por las demás, sí que se mantienen intactas. Stemm afirma que en su empresa todos están muy contentos con el estado de las monedas. Representan una gran variedad de fechas, orígenes y variedades, y creemos que eso hará que muchas de ellas sean atractivas para los numismáticos y los demás coleccionistas. El experto consultado por este periódico no tiene claro si las monedas son de procedencia española, aunque las que aparecen en la foto tienen cordoncillo, así que tendrían que ser de los Borbones menores. Sobre el valor de las monedas entre los coleccionistas profesionales, ofrece respuestas más concretas. Valor numismático tendrán poco [...]. Pero, aunque estén muy gastadas, siempre se pueden vender al gran público con un certificado de procedencia, son un buen regalo. Yo compré hace unos años miles en monedas en mal estado en Londres y logré venderlas por más del triple".
"Nos hemos mudado al Nasdaq por prestigio"
Odyssey perdió unos 10 millones de dólares (7, 4 millones de euros) en el primer semestre de 2007, dos más que en el mismo periodo de 2006. Aun así, la empresa logró doblar su valor en Bolsa en la primera parte del año. Hemos demostrado que nuestro negocio es sostenible , apunta Stemm, que cree que, gracias al descubrimiento de este año, los accionistas tradicionales vieron refrendada su confianza, y los nuevos, que nunca habían oído hablar de Odyssey antes, entendieron que tenemos un plan de negocio interesante. La visibilidad en los mercados siempre ayuda: el día que anunció el hallazgo del Cisne Negro, el valor en Bolsa de la empresa se disparó hasta alcanzar los 9,5 dólares (7 euros) por acción. Con ello, los directivos de la empresa pensaron que el American Stock Exchange en el que cotizaban hasta julio pasado se les quedaba pequeño. Por prestigio y por visibilidad, decidimos mudarnos al Nasdaq , el mercado de valores asociado a todas las nuevas tecnologías y a gigantes como Microsoft o Google. Críticas de la Unesco El modelo de negocio de Odyssey es objeto de críticas por parte de entidades como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que no ven con buenos ojos su labor. La explotación comercial de los sitios es un gran problema, afirma Ulrike Koschtial, de la división de patrimonio cultural. El público asocia demasiado a menudo naufragio con tesoro en vez de con herencia cultural, según Koschtial. El brazo cultural de la ONU defiende la Convención sobre el Patrimonio Subacuático de la Unesco adoptada en 2001, que aboga por la protección in situ de los bienes culturales hundidos. De momento, sólo 15 países la han ratificado. Greg Stemm conoce al detalle las leyes marítimas internacionales y sus rincones. Participó en la delegación que defendió la posición estadounidense en la redacción de la Convención. El texto fue ratificado por España, pero no por Estados Unidos. El in situ no funciona, argumenta Stemm. Varios sitios fueron destruidos por las redes de pesca de arrastre y salvadores poco profesionales.
"Hemos cumplido la ley. ¿Es eso la obra de unos piratas?"
¿Cómo responde Odyssey alas acusaciones de varios arqueólogos españoles que les tachan de ser unos piratas modernos? Stemm responde. La palabra naufragio evoca fascinación y emociones; conjura vívidas imágenes de tesoros hundidos, peligro y lugares exóticos y, por supuesto, el término pirata. Pero esto no tiene nada que ver con la realidad de la exploración marina en la era moderna, explica este publicista reconvertido en cazatesoros. En el caso del Cisne Negro, nos llevamos las monedas inmediatamente y las pusimos bajo la jurisdicción de una corte federal estadounidense. Este es el mecanismo legal adecuado para determinar la propiedad de las monedas. Y esto pasó antes de que España reclamase el tesoro. ¿ Es eso la obra de unos piratas?. Será una casualidad, pero Tampa, la ciudad donde Odyssey mantiene su sede en el estado norteamericano de Florida, tiene un equipo de fútbol americano: se llaman los Tampa Bay Bucaneers, los bucaneros de la bahía de Tampa. A esta misma ciudad se llevaron su principal exposición, cuando el parque temático abierto en Nueva Orleans en agosto de 2005 cerró definitivamente las puertas. Ese mismo mes, el huracán Katrina convirtió la ciudad en un desastre a prueba de bucaneros.