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Entrevista: Francisco Aranda

Las ETT quieren negociar la intermediación del empleo fijo

El representante de las grandes Empresasa de Trabajo Temporal reclama al Gobierno una liberalización de este sector y se muestra convencido de que sólo la formación da seguridad al trabajador.

Desde abril pasado, Francisco Aranda, jerezano, de 38 años, ocupa la presidencia de la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal (Agett), que agrupa a los pesos pesados del sector (Adecco, Alta Gestión, Flexi Plan, Laborman, Randstad y Startpeople) y representa a estas compañías en la CEOE. Es experto en relaciones institucionales y tiene un claro empeño por el que dice que trabaja 'todos los días': conseguir una reforma legal que permita a las empresas de trabajo temporal (ETT) ser también intermediarias de empleo indefinido e impartir formación a los trabajadores.

Falta menos de un año para finalizar la legislatura. ¿Cómo ha tratado el Gobierno a las ETT?

Se han hecho cosas, pero no las suficientes. Estamos ante un cambio de ciclo en el mercado laboral, en España y en Europa. Pero en la UE se están dando más cuenta de que esto ha cambiado; que la globalización ha entrado; que la inmigración está aquí; que hay avances en las nuevas tecnologías; y que la población es mayor y está más envejecida. Ante todo esto hay que hacer cambios en el mercado laboral, y hacerlos ya. Por eso surge la flexiseguridad, de la que se habla tanto en Europa.

¿Cómo explicaría a un empresario español lo que significa el término flexiseguridad?

No es flexibilidad para la empresa y seguridad para el trabajador, como se suele explicar. Creo que ambos necesitan flexibilidad y seguridad. El empresario necesita flexibilidad para ser más competitivo y variar su plantilla en función de su producción, y la seguridad de un marco político y legal estable. Pero es que igualmente, el trabajador no sólo pide seguridad sino también flexibilidad porque tiene hijos y otras cosas que hacer. El que no entienda esto, de aquí a poco va a quedar fuera del mercado.

¿Se puede mejorar la seguridad del trabajador sin aumentar su protección por despido?

Al trabajador la seguridad le viene si se siente seguro en el trabajo o, mejor dicho, en el mercado laboral, no en el empleo que tenga en ese momento. En este debate surgen las empresas de trabajo temporal, que en Europa, donde sí pueden gestionar empleo indefinido -salvo en Luxemburgo, Grecia y España- colaboran con los servicios públicos de empleo y garantizan una seguridad entre un empleo y otro, dando al trabajador formación y dirigiéndole hacia su próximo empleo. La seguridad sólo te la da la formación, que te garantiza que si pierdes el empleo vas a encontrar otro sin problemas.

¿Qué ocurre en Estados Unidos, con un mercado más dinámico y más desregulado?

No, cuidado: nuestro modelo no es el de EE UU, es un modelo de Estado de Bienestar y eso lo podemos perder si no recuperamos la carrera del empleo. Como decía Jacques Delors: primero el empleo y luego el crecimiento. Si no, nos quedaremos sin valores en Europa. Hay otras vías, basadas en fomentar la formación. La formación no sólo te la debe dar tu empresa, sino que cada trabajador debería tener una cuenta personal de formación, y como ya están haciendo en Europa, que los cursos que realice cada uno incluso den la posibilidad de desgravarse fiscalmente a final de año.

Entre esos valores del Estado de bienestar que defiende para Europa está la protección por desempleo, que según muchos analistas es el verdadero freno del empleo. ¿Comparte esta opinión?

Es posible; pero tampoco es cierto que si reducimos ese colchón la gente vaya a ser mucho más proactiva a la hora de buscar empleo. Pueden levantarse a las siete en lugar de a las nueve para buscar trabajo, pero ¿adónde van a buscarlo? Además de ir al Inem, hacen falta otros canales: ahí surge el modelo de agencias globales de empleo, que es en lo que nos queremos convertir las ETT, si el Gobierno nos deja. Esto es, que además de gestionar empleo temporal, queremos también gestionar la búsqueda de empleo indefinido y dar formación a los trabajadores.

Si eso ocurriera, ¿qué pasaría con las oficinas del Inem?, ¿cómo se crearían las nuevas agencias de empleo?

Para empezar, quiero aclarar que el Inem es válido y nuestra posición nunca es excluyente. No queremos cerrar el Inem, porque hace unas funciones que deben mantenerse. Creemos que las ETT podrían convertirse en agencias de empleo y no necesitamos subvenciones ni ayudas especiales. Lo único que queremos es que la ley nos permita trabajar, aunque siempre de una forma muy regulada.

En definitiva, demandan una liberalización del sector ...

Sí, pero cuando nosotros hablamos de liberalizar el sector no hablamos ni de privatizarlo ni de desregularlo. Precisamente, el Gobierno y los sindicatos temen que se convierta en una privatización de los servicios públicos de empleo, pero no perseguimos eso en absoluto, queremos todo lo contrario. En Francia, los servicios públicos de empleo son más fuertes desde que empezaron en 2005 a colaborar con los servicios privados y los convirtieron por ley en intermediarios de empleo fijo y formación.

¿Qué impide a los sindicatos aceptar su propuesta de cambio?

Hay varios frenos. Primero, ningún Gobierno ha dotado de forma suficiente al Inem y, por ello, argumentan que antes de abrir el sector deberían invertir más dinero en las oficinas públicas de empleo. A esto hay que unir los temores de privatización que he mencionado. Y, en tercer lugar, los sindicatos forman parte de la estructura de los servicios públicos de empleo, ven lo que pasa dentro y temen quedarse fuera si entramos nosotros. Eso tampoco va a ocurrir y les proponemos configurar juntos el nuevo modelo y crear un órgano de seguimiento en el que estén ellos.

Tras unos años de fuertes concentraciones en el sector, ¿cómo se presenta el negocio de las ETT?

Las ETT sólo gestionan el 16% del empleo temporal en España, uno de los menores porcentajes en Europa, por lo que aún tenemos mucho recorrido. Y me consta que hay más multinacionales interesadas en comprar ETT en España.

'Las subidas de tipos pueden frenar en seco la economía'

'La actual situación económica es de incertidumbre controlada', asegura Francisco Aranda, quien se muestra 'absolutamente convencido' de que 'sólo nuevas subidas de los tipos de interés podrían frenar en seco la economía española'.Al presidente de Agett no le preocupa tanto la desaceleración del empleo, que 'se preveía'. Cree que toda esta ralentización llegará de la destrucción de empleo en la construcción. Si bien, de momento, confía en que esos puestos se sustituyan con nuevo empleo industrial.Asegura que la última reforma laboral, que ha provocado la conversión de dos millones de trabajadores temporales en fijos, 'no ha afectado a las ETT porque eran falsos temporales'.Para Aranda, el problema capital de la economía española es la falta de formación adecuada de los trabajadores. 'Ya está bien de decir que se invierte en formación y que luego nunca se sepa adónde va el dinero. Hay que dirigir la formación a las necesidades del tejido empresarial. Sin formación, no existes', asevera. Y cree que el Gobierno ha desaprovechado la ocasión de reformar el empleo a tiempo parcial, para hacerlo más atractivo y desmitifica el abaratamiento del despido 'que por sí sólo no conseguiría nada'.

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