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Autopistas

El primer concurso de una autopista del mar suaviza los criterios para atraer inversión

El concurso licitado conjuntamente por España y Francia para poner en marcha la primera autopista del mar ha ampliado el plazo de presentación de ofertas hasta el próximo 5 de noviembre y ha decidido flexibilizar algunos de sus criterios para atraer más inversores.

El consorcio que resulte adjudicatario de este concurso estará obligado a garantizar cuatro servicios diarios entre España y Francia, así como a transportar un mínimo de 350.000 remolques de mercancías durante los primeros cinco años de funcionamiento de la ruta, que deberá operar durante al menos siete años.

Estas exigencias no suponen, en opinión de la patronal de las empresas navieras Anave, un escollo tan importante como alguno de los criterios que establecía el pliego anterior.

En la primera convocatoria se obligaba a los candidatos a constituir una sociedad y desembolsar un capital mínimo equivalente al menos al 6% de la inversión prevista, que las navieras cifran en no menos de 15 millones de euros.

La supresión de esta condición, unida a la ampliación del plazo en dos meses más a lo previsto inicialmente ha contentado al sector naviero, que no veía con buenos ojos el primer pliego tipo del concurso, por lo que desconfiaba de que existieran muchas compañías interesadas.

El Departamento que dirige Magdalena Álvarez continúa apostando por que las operadoras españolas que decidan presentar sus propuestas a esta ruta (que podrá ser subvencionada hasta con 30 millones de euros) incluyan en sus recorridos a más de un puerto español.

Esta sugerencia amplía las posibilidades de participar en el proyecto a las seis autoridades portuarias que más interés han demostrado en la iniciativa: La Coruña, Vigo, Gijón, Pasajes, Bilbao y Santander.

En cuanto a las conexiones con Francia, las favoritas para las empresas españolas son Saint Nazaire, con la que ya existe una ruta para el transporte de vehículos, así como Rouen y Boulogne.

El objetivo de esta convocatoria es reducir la circulación en los ejes de carretera saturados entre España y Francia, transfiriendo al transporte marítimo una parte significativa del tráfico de vehículos pesados y remolques. De hecho, el contrato está condicionado a la retirada de al menos el 10% del tráfico actual de camiones que soporta la frontera entre España y Francia.

Y es que las previsiones europeas apuntan a que el transporte de mercancías aumentará un 50% hasta 2011, por lo que si no se trasvasa buena parte de ese tráfico a los enlaces marítimos, las grandes carreteras se colapsarán. Las últimas cifras de Bruselas constatan que el 91,5% de las mercancías se transportan por carretera.

La segunda gran ruta, en el Mar del Norte

Además de la iniciativa hispano-francesa, los Gobiernos de Reino Unido, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Noruega y Suecia han convocado también de manera conjunta un concurso para el desarrollo de autopistas marítimas en la zona del Mar del Norte.Los consorcios que decidan presentar sus propuestas deberán estar integrados por las autoridades portuarias y los operadores de transporte, según establece el pliego de condiciones. En este caso, el plazo límite para poder aceptar ofertas expira el próximo 15 de octubre. Como en el caso del eje atlántico, el objetivo es aliviar el caos circulatorio que sufren las carreteras y desviar al mar buena parte del tráfico de mercancías.

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