La agencia de empleo 'online' Monster despedirá al 15% de la plantilla
Monster Worldwide, matriz de la agencia de empleo en internet Monster, anunció ayer que despedirá a un total de 800 trabajadores en todo el mundo, cifra que supone cerca del 15% de su plantilla global. La reorganización comenzará de manera inmediata y se extenderá hasta el próximo año.
El anuncio se produjo después de que la empresa anunciase una caída de sus beneficios del 27% en el último trimestre hasta 28,6 millones de dólares (unos 20,8 millones de euros), por debajo de lo esperado por los analistas. Los despidos tendrán lugar, sobre todo, en las áreas no comerciales en el propio mercado estadounidense, si bien los efectos se dejarán sentir también en otros países con unas tasas de productividad bajas, aunque la empresa no precisó ningún nombre. Al mismo tiempo Monster Worldwide tiene previsto centralizar funciones en áreas como el departamento financiero y en el de recursos humanos, que hasta ahora habían funcionado como unidades de negocio semiautónomas.
Con todos estos cambios, la compañía estadounidense prevé recortar sus gastos operativos entre 150 y 170 millones de dólares por ejercicio fiscal. De todas maneras, la dirección de Monster ha admitido que en el tercer trimestre sufrirá un impacto negativo en sus beneficios antes de impuestos de entre 55 y 70 millones.
La reducción de plantilla viene a sacudir un poco más a una firma como Monster que, ya de por sí, ha vivido un año de fuertes convulsiones por la implicación de algunos de sus directivos en el escándalo de la contabilización de las stock options. De hecho, en octubre de 2006 su fundador, Andrew J. McKelvey, dimitió de sus cargos de presidente y consejero delegado. Los gastos legales derivados de este proceso han provocado, al mismo tiempo, un incremento de los costes operativos del 34% en este trimestre hasta 288 millones de dólares. Monster incrementó su cifra de negocio un 20% hasta 331 millones, por debajo de las previsiones de los analistas.
De igual forma, la empresa recortó sus previsiones de ingresos para este ejercicio hasta un rango de entre 1.340 y 1.370 millones, frente a una estimación anterior que situaba dicha magnitud en una franja entre 1.360 y 1.400 millones.