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CincoSentidos

Los españoles se vuelcan con el Estado de bienestar

Un estudio de la Fundación BBVA retrata la sociedad española

Los españoles apuestan por una responsabilidad del bienestar más colectiva que individual. Más del 70% de la población se declara a favor del Estado del bienestar, según un estudio sobre valores y actitudes de la población española que la Unidad de Estudios Sociales de la Fundación BBVA presentó ayer. 'Este apoyo tan claro es el único aspecto compartido por todas las edades e ideologías', subraya una de las responsables del informe, la socióloga Mariana Szmulewicz.

La apuesta por mantener el papel del Estado es abrumadora: sólo un 23% cree que lo mejor es buscarse la vida a la hora de asegurarse un buen nivel de vida. La distancia aumenta en caso que los impuestos se traduzcan en mejoras sociales: ocho de cada diez apuestan por pagar tributos altos si implican un amplio sistema de servicios públicos de calidad. Sólo el 14% ve como negativo el papel de los impuestos, mientras que el 85% cree que el Estado debería hacer más para reducir las diferencias económicas entre la sociedad española.

'El consenso demuestra que el modelo está muy interiorizado en la mente de los españoles', subraya Szmulewicz. Este acuerdo sólo puede equipararse al existente respecto a ciertas conductas como falsear la declaración de la renta o conducir habiendo bebido en exceso. El resto del estudio, basado en 2.000 entrevistas personales, muestra 'una sociedad difusa y poco compacta, en plena fase de transformación', según sus autores. 'No es una radiografía exacta pero sí un espejo de la sociedad española'.

España se vio ayer ante el espejo, peinada con una marcada crencha de división. 'La edad se ha convertido en variable clave', explica Szmulewicz. Resurge el mito reciclado de las dos Españas: la joven y la vieja, partidas por la edad. La cronología desplaza a las ideas, relegadas a segunda división: tres de cada diez españoles rechazan posicionarse políticamente, mientras que el 40% se mueve a sus anchas por el centro ideológico.

La edad divide, sobre todo en la opinión ante el matrimonio homosexual y ante costumbres como descargarse películas por Internet o beber en los parques. La brecha generacional encuentra resonancia en la calle. 'Los jóvenes ni pegan golpe ni piensan en nada', espeta a Cinco Días Felipe, de 64 años, ajeno al lenguaje campanudo de las estadísticas. Raúl, de 28, se defiende: 'los ancianos siguen anclados en el pasado, viven en otro planeta'. 'Desde los aspectos religiosos hasta otras conductas', afirma Szmulewicz, 'el factor de la edad ha alterado los resultados'.

El sociólogo Francisco Estepa confirma que, como ironizaba Bernard Shaw, 'la estadística demuestra que si mi vecino posee dos coches y yo ninguno, tenemos uno cada uno'. La media , advierte Estepa, puede faltar a la realidad. 'El perfil puede invertirse en pocos años, porque hablamos de una sociedad envejecida donde la gente mayor tiene un peso excesivo'. Szmulewicz coincide, aunque destaca el 'apoyo inquebrantable' de los españoles al Estado del bienestar.

Perfil estadístico del español medio

La estadística permite trazar el bosquejo de un español medio: aquél cuyas características son compartidas por la mayoría, aunque obviando el peso de las minorías. El juego, sin embargo, permite observar ciertas tendencias sociales. Según el estudio, el español medio vive satisfecho con su vida personal gracias a su familia y amigos. Está conforme con el divorcio y con el matrimonio homosexual, aunque prefiere vivir en pareja sin casarse. Le gusta trabajar y, ante todo, percibir una buena nómina sin importarle la creatividad de su empleo. Se declara católico aunque sólo pisa la iglesia para bodas, bautizos y funerales. Consiente el consumo de marihuana, la prostitución callejera y el empleo de inmigrantes en situación ilegal. Le importa más la cultura y el medio ambiente antes que los deportes y detesta que la gente conduzca con una copa de más.

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