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Pequeños Gigantes. Pevafersa

Energía solar con desarrollo propio

Vocación medioambiental. Avalada por su fiabilidad y alta rentabilidad, Pevafersa es una de las primeras empresas españolas de energía solar fotovoltaica

Inmersa en la actualidad en un ambicioso proyecto de expansión, Pevafersa ha tenido un intenso y fructífero recorrido en sus diez años de vida. Fue fundada en 1997 por dos trabajadores electricistas de Toro (Zamora) que muy pronto se interesaron por las energías renovables, en particular por la solar fotovoltaica. El diseño de un seguidor solar, una plataforma giratoria que sigue la evolución del sol durante todas las horas del día y con la que se obtienen rendimientos, al menos, un 35% superiores que los de una instalación fija, ha supuesto un antes y un después para la empresa. Este novedoso sistema, patentado y fabricado por Pevafersa, la ha hecho despuntar y convertirla en una compañía pionera en el sector en España y en Europa. 'En muy poco tiempo pasamos de meros instaladores de paneles solares a fabricantes con un invento propio. Por eso, hemos seguido apostando por la I+D+i', señala Enrique García, director de Marketing. Desde 2000, año en que se liberalizó el mercado energético, el negocio principal de la firma es la fabricación e instalación de plataformas solares.

Hoy da empleo a 326 trabajadores, que serán 400 a finales de año, la mayoría jóvenes de Toro y de pueblos cercanos; ha instalado el 70% de las huertas solares de Castilla y León; acapara más del 11% del mercado nacional, porcentaje que la sitúa entre las cuatro primeras del sector, y se encuentra en un periodo de crecimiento que la llevará a invertir más de 400 millones de euros en los próximos dos años.

La ampliación de la fábrica, la incorporación de nuevas máquinas para alcanzar una mayor producción de paneles que le permita autoabastecerse, la creación del Centro Tecnológico de Estudios de Energías Renovables o la instalación de un horno para el tratamiento del silicio, el mineral que se utiliza para la fabricación de los paneles solares, son algunos de los proyectos que Pevafersa ya ha empezado a abordar y que espera culminar en 2009. 'Además, vamos a incorporar la energía térmica a nuestro negocio porque creemos que va a tener un gran empuje, tan bueno como el que tiene hoy la fotovoltaica. Por eso, queremos estar presentes', apunta Carlos García, director técnico de Pevafersa.

Innovar ha sido la herramienta fundamental en el desarrollo de Pevafersa. Y lo va a seguir siendo. Una de sus apuestas más relevantes es el centro de investigación, que será un edificio energéticamente autosuficiente y contará con 25 investigadores que abarcarán todas las energías renovables. Además de investigar, el centro se dedicará también a la formación. 'Uno de los problemas que tenemos es que no encontramos profesionales dentro del sector para cubrir los puestos que nosotros estamos demandando. Por eso, vamos a hacer una universidad tecnológica, pero práctica, donde se van a desarrollar productos. Y lo vamos a hacer aquí, en Toro, porque tenemos vocación de permanencia en nuestra tierra', puntualiza el director técnico.

En estos momentos, Pevafersa mantiene un pequeño debate interno. El consejo de administración tiene sobre la mesa dos opciones: lanzar bonos de emisión o sacar una parte de la compañía a Bolsa. 'Esto nos va a proporcionar liquidez rápida para entrar directamente en procesos cuantitativos más importantes. Es una decisión que vamos a tomar ya, porque nos va a dar proyección y, además, queremos salir bien en la foto. Las dos opciones son buenas', apunta Carlos García.

La dirección tiene claro que Pevafersa es una empresa familiar, pero no descarta que algún día aparezca un 'monstruo' que la quiera comprar. 'Nos uniremos si llega alguien con un desarrollo interesante. No decimos que no a nada. Somos de pueblo, pero estamos abiertos. Lo cierto es que tenemos nuestra patente, nuestros desarrollos, nuestra fabricación, nuestros técnicos... Por tanto, el que venga tendrá que aportar algo que nosotros no tengamos'.

Pevafersa ha tenido crecimientos del 360% en los últimos cinco años. La facturación en 2006 fue de 77 millones de euros, en 2007 alcanzará los 160 millones. Desde el principio, el criterio de la compañía ha sido reinvertir, nunca repartir beneficios.

Una empresa "muy buena, muy seria y muy cara"

Pevafersa ve su futuro con optimismo. 'Si no fuera así, no haríamos las inversiones que tenemos en marcha; estaríamos repartiendo beneficios', dice Carlos García (en la imagen, a la izquierda). 'Pevafersa es una empresa muy buena, muy seria y muy cara, y tenemos una presencia importante en el mercado por eso, por nuestra calidad. El mercado no admite tonterías. Empezamos como instaladores en el último eslabón del ciclo y, poco a poco, hemos ido escalando en el proceso. Este recorrido nos permite saber todo sobre eficiencia. Hemos ido cerrando el ciclo hacia atrás'. Hoy, la compañía realiza todos los procesos de fabricación, desarrolla su propio producto y está entrando en el tratamiento químico y el corte de silicio, un campo en el que la única fábrica que hay en toda Europa está en Suiza. El siguiente paso será la instalación de un horno para procesar el silicio. Para entonces, en 2009, Pevafersa habrá completado el ciclo.

Datos básicos

La base . Las plataformas solares es uno de los activos sobre los que se ha basado el rápido crecimiento de Pevafersa. La compañía se ha especializado en la creación de grandes huertas solares. Actualmente, tiene 21 proyectos en marcha que la sitúan entre las más importantes promotoras de este país.Control. Una de las características que diferencia a Pevafersa de la competencia es su sistema de control de averías en tiempo real. Este sistema permite monitorizar las producciones y las averías de todas las huertas solares que la compañía tiene repartidas por la geografía nacional, vertiendo a la red toda la información. El control se realiza desde la central de Toro.Innovación. Una de las novedades que Pevafersa va a presentar en los próximos meses es un prototipo de aluminio de la estructura que soporta las plataformas solares, lo que permitirá rebajar su peso. Hasta ahora, esta estructura era de hierro y su exportación resultaba muy costosa. A partir de ahí, la empresa pensará en vender su invento en mercados exteriores. Un robot recién incorporado ha empezado a mecanizar la soldadura, que complementa el trabajo de los soldadores.

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