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Infraestructuras

Las constructoras pujan con una brecha de precios de un 48% por una gran autopista

Nuevo episodio de la guerra de precios en la última gran autopista de peaje en sombra (la Administración paga un canon por tráfico) que adjudicará la Generalitat valenciana. Ocho consorcios formados por 22 constructoras pugnan y las diferencias de ofertas abren una brecha de hasta el 48% entre la más cara y la más barata. Acciona es la más agresiva y, en el otro extremo, figura el consorcio de Ploder.

La puja por la segunda vía de peaje en sombra valenciana (y una de las pocas de esta legislatura) se ha revelado aún más encarnizada. Por la primera de ellas, la CV-50 -la tercera ronda de Valencia entre Benaguasil y la autovía A-3-, compiten diez consorcios formados por 27 constructoras y todas, menos la castellonense Lubasa ofrecían un precio por debajo del presupuesto de la obra (101 millones), como ya avanzó Cinco Días. Ahora, la batalla está en la CV-95, una nueva vía que unirá Orihuela con la costa alicantina por Torrevieja. Los contendientes son algunos menos, 22 empresas en ocho consorcios, pero han pujado de forma más agresiva.

Todas las empresas (ver gráfico) ofrecen un precio para construir esta carretera de tráfico turístico muy por debajo de lo fijado en las condiciones del Ejecutivo de Francisco Camps, 142 millones de euros. Es lo usual ya que las constructoras pujan para presentar una oferta más barata a la administración en cuestión. Lo que ya no es tan normal es que las diferencias de precio entre la más alta y la más baja sean de hasta un 48%, como es el caso de esta autopista.

En ocasiones, las grandes diferencias de precios se pueden explicar porque el consorcio más caro propone unas variantes técnicas en la carretera más completas para asegurar un mayor tráfico y uso de la vía, apuntan fuentes del sector. Sin embargo, en un concurso como éste se supone que la constructora propone desde el principio un modelo de vía que absorba el mayor tráfico posible, que es lo que quiere la administración de turno.

En un extremo, está la propuesta de Acciona que se ha aliado con la empresa alicantina Enrique Ortiz y que se sitúa en 83,22 millones de euros (importe de actuaciones en la obra). Una rebaja extrema como ésta puede rozar la baja temeraria, apuntan los expertos del sector. Se calcula según el descuento medio y el tope que impongan las condiciones del concurso aunque, en la práctica, es la administración la que lo califica.

Adjudicación en breve

Pero también pueden incurrir en baja temeraria más ofertas, dada la encarnizada subasta a la baja que están protagonizando. Así, cuatro de los ocho consorcios han presentado precios por debajo del descuento medio. Aparte de Acciona (de la familia Entrecanales), son el grupo de valencianas Lubasa (controlada por Luis Batalla), Cyes, Rover Alcisa y Torrescámara (94 millones), además de FCC, aliada a la valenciana Pavasal (99 millones) y el grupo de OHL y Ecisa (102 millones), el que más se acerca al promedio de 103 millones.

En el otro extremo, aparece el consorcio formado por Ploder (junto a su concesionaria valenciana Ausur, que gestiona la autopista Alicante-Cartagena) y la constructora regional Llanera, de la mano de varias cajas. Propone una oferta más cercana al presupuesto fijado por el Gobierno de Francisco Camps: 124 millones para la obra (incluyendo la explotación de las áreas de servicio) o de 118 millones (sólo la vía).

El sector espera que la adjudicación sea este mismo mes y al tiempo que la de la CV-50 ya que ambas salieron a concurso al tiempo.

Menos tarifa por más gestión

Donde no apuran tanto las constructoras a la hora de pujar a la baja es en las tarifas que le cobrarán a la Generalitat valenciana por el uso de la vía. Según el sistema de peaje en sombra, el consorcio ganador construye y adelanta el dinero para la vía pero luego lo recupera con un canon que le paga la administración según el tráfico de la carretera. En el caso de la autopista costera de Alicante CV-95, la diferencia entre unas tarifas y otras ronda el 10%.En esta vía, las constructoras y sus filiales concesionarias han propuesta un precio algo menor si la gestión incluye también las áreas de servicio. En ellas, pueden incrementar los ingresos con gasolineras o cafeterías. A mayores posibilidades de explotación, menor tarifa. La más baja es la del consorcio OHL-Ecisa seguida de la de Ploder-Llanera.Los ganadores de esta autopista recibirán casi 200 millones durante los 30 años de gestión fijados en el contrato.

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