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Antonio del Valle Alonso

'No se puede preparar el futuro con el Plan del Carbón abierto'

Es la tercera generación familiar al frente de la minera. Tiene claro que el carbón nacional debe mantenerse y que su empresa estará entre las primeras del sector. Quiere que el Plan del Carbón se cierre ya para poder planificar el futuro

El presidente de Hullera Vasco-Leonesa, Antonio del Valle Alonso (León, 1955) apuesta por la continuidad del carbón en España como una parte clave más del mix energético, con un pequeño ajuste adicional en el sector. Pero exige coherencia y pide que se definan ya las ayudas que el Gobierno está dispuesto a desembolsar para ello y que se concrete de una vez el Plan del Carbón aprobado en 2006.

El actual Plan del Carbón abre una nueva etapa para el sector. ¿Cuál es el plan de negocio de la Vasco en este nuevo marco?

El problema es que existe un Plan del Carbón decidido que resulta que no está suficientemente decidido. Parece mentira, pero a estas fechas estamos discutiendo la interpretación del plan en cuanto a producciones, empleo, ayudas… Todavía existen una serie de dudas muy fuertes e importantes que, en teoría, ponen el futuro entre interrogantes. El futuro para la Vasco va a existir sin problemas, pero lo que queda por definir, realmente, es qué dimensión van a tener la Vasco y cada empresa: qué producciones, qué empleo, qué inversiones habrá que acometer. Eso todavía sigue sin definirse. Las empresas han presentado sus planes pero con unas estimaciones. Realmente, al final quienes tienen la última palabra son el Ministerio de Industria y el Instituto para la reestructuración de la minería del carbón.

Pero dentro de esas estimaciones, ¿cuál es el dibujo de aquí a cinco años para la empresa?

Yo creo que conoceremos una Vasco bastante parecida a la que hoy tenemos. En empleo mantendremos los actuales niveles, o quizás superiores, con unos niveles de producción también similares. Pero ese es el problema que tenemos. No podemos estar planificando adecuadamente nuestra mina. No se puede planificar de un mes para otro. Las inversiones y toda la preparación que se puede ver ahora es de año y medio, casi dos años previos. Es decir, uno tiene que saber con bastante antelación cuáles son sus planes de producción para hacer todas las preparaciones mineras necesarias. Y ese es el problema que estamos teniendo.

En la Mesa del Carbón estamos discutiendo de miles de cosas que a veces tienen menos importancia que esto. En el Plan del Carbón se pierde mucho el tiempo. Estamos hablando de cuestiones del empleo, las subcontratas, las recolocaciones de los planes anteriores… Los sindicatos le están dedicando a esto horas y horas. Y se puede discutir todo esto, pero hasta que no se fije cuál va a ser la evolución de las producciones de cada empresa y cuál va a ser el nivel de ayudas, hasta que las empresas no puedan planificar, ya puedes hablar de todo el empleo que quieras que no vale para nada. Hasta que no se defina eso, es perder el tiempo.

¿Y a quién achaca esta situación?

Básicamente es un problema de interpretación. Uno coge el plan y por muy bien definido que esté siempre puede haber varias interpretaciones. A estas fechas todavía no están las resoluciones para solicitar las ayudas de este año. Parece mentira que estemos en julio y todavía no sepamos las ayudas que vamos a recibir. Nosotros estamos ahora en una situación muy favorable de solvencia y no creemos que vayamos a tener un problema para asumir este retraso. Pero hasta cierto límite: si nos las van a dar en noviembre o diciembre, puede que haya tensiones de tesorería.

Con estas limitaciones, ¿qué previsiones económicas tiene este año para la empresa?

Esperamos mantener un nivel de resultados, como mínimo, igual o ligeramente superior a los de 2006, es decir, en torno a los 4 millones de euros. La facturación, si vendemos lo mismo a las centrales térmicas, será sobre el 1,5% o 2% superior, por la evolución que están teniendo los precios del carbón en el mercado internacional, con una tendencia al alza importante, como el resto de materias primas. El carbón está indexado al petróleo y sigue repuntando. Y en materia de deuda, seguiremos bajando del orden de seis millones de euros al año.

A nivel global, ¿cómo ve la situación y el futuro del sector en España?

El sector del carbón en España es muy heterogéneo. Es muy difícil encontrar dos compañías que estén en la misma situación o sean comparables. Cada una de ellas tiene unos problemas muy particulares. Es un sector que de todas maneras se ha reducido de manera muy, muy importante. Creo que todavía cabe un pequeño ajuste, ya no muy grande, si se quiere mantener el carbón como fuente de energía nacional y desde el punto de vista estratégico. Ahí está el meollo de todo el plan, si creemos o no que el carbón nacional debe mantenerse. Así de clara es la pregunta: ¿deseo mantenerlo? ¿Cuánto es lo que estoy dispuesto a dar en concepto de ayudas por pérdidas a la producción para mantener ese sector? Esa es la pregunta, si creo o no creo que el carbón nacional deba mantenerse. Y si lo creo, vamos a discutir de qué números estamos hablando.

Mi opinión, y como empresa, es que el carbón debe mantenerse. Lo que hay es que dimensionar el sector. Dentro de eso, ¿con quién te quedarás? Naturalmente con la empresa que mayor competitividad tenga, con la más barata… En ese panorama, la Vasco estará entre las primeras.

Un grupo minero centenario

Hullera Vasco-Leonesa, la Vasco como se la conoce coloquialmente, se constituyó en 1893 para explotar el carbón de la zona minera cercana a La Robla (León) y utilizarlo como combustible para la siderurgia vasca y el ferrocarril. Con el tiempo, la rama vasca de la sociedad desapareció y la sociedad levantó una cementera y una central eléctrica (junto a Unión Eléctrica Madrileña) para asegurar el destino de la producción del carbón. En la actualidad, Hullera Vasco-Leonesa se concentra únicamente en la actividad minera, vendiendo la práctica totalidad del carbón producido a la central de la Robla, de Fenosa.La compañía cerró 2006 con un beneficio de 4,6 millones de euros, 98,6 millones de facturación, una producción de 1,01 millones de toneladas de carbón y una plantilla media de 738 trabajadores.El año pasado, la empresa acometió inversiones por valor de 8,6 millones de euros, un 53% más que en el ejercicio anterior, ya que el grupo ha puesto en marcha un importante plan para ampliar uno de sus pozos, el Emilio del Valle. El proyecto, que se completará a finales de 2009, contempla unas inversiones totales de 30 millones, permitirán prolongar la producción en esa parte del yacimiento una década más y asegurará el empleo directo de más de 300 personas.

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