Los puertos más chic del Mediterráneo
De Saint Tropez a Hvar y de Montecarlo a Capri. Son los amarres más solicitados del verano
Ver y dejarse ver es uno de los deportes más practicados en verano. Y uno de los mejores lugares en el que a uno le pueden ver es a bordo de un magnífico barco amarrado en el pantalán. Pero no en cualquiera. Puerto Portals en Mallorca, Saint Tropez en Francia, Porto Cervo en Italia o Hvar en Croacia son los lugares donde hay que estar este verano. Eso sí, siempre que que se quiera el brillo de las fiestas a bordo o en tierra, y no el murmullo tranquilo del agua acariciando el casco.
La navegación por el Mediterráneo es sencilla si se trata de recorrer las calas mallorquinas y las de Costa Esmeralda en Cerdeña. Pero en largas travesías, navegar por el Golfo de León puede convertirse en toda una aventura cuando sopla el Mistral (Tramontana), así que los más expertos marinos aconsejan mucha prudencia con esos recorridos, que partiendo de la costa catalana se adentran en la Costa Azul camino del mar de Liguria. Incluso el trayecto de Mónaco a Cerdeña puede ser terrible. Las corrientes del estrecho de Mesina en Italia y el estrecho de Corinto en Grecia son otras dos pruebas poco aptas para los más inexpertos.
En general, los amantes del buen vivir y que dejan las cartas náuticas a los expertos suelen amarrar unos días en Baleares y dirigirse luego a Cerdeña. En Italia, con base en Sorrento, se recorre la costa amalfitana y, por supuesto, con parada obligada en la Isla de Capri.
En los últimos años, Croacia se ha incorporado a este circuito. Así, el pequeño puerto de Hvar, en la costa Dálmata, se ha convertido en un epicentro para los barcos de recreo. No obstante, los expertos advierten que el amarre en el medio de este puerto es complicado por su exposición al viento, que hace que los barcos choquen unos contra otros. En realidad, esto es una gran atracción para los turistas que, sentados en las terrazas del puerto, ven como lo veleros se balancean y golpean, eso sí con relativa suavidad. De ahí que, la cercana marina Palmizana, sobre el islote de Palenki, sea más recomendable para amarrar, aunque exija coger una zodiac para las escapadas nocturnas a Hvar. Marina Kastela, entre Split y Trogir, es una de las más modernas instalaciones de Croacia y permite moverse por el Adriático, sobre todo para no perderse el espectáculo que conforman las Islas Kornati, un parque nacional con más de cien islas.
Pero si de espectáculos se trata, sin duda Grecia es el destino. Quizá algo alejado del brillo de las celebridades que más se quieren dejar ver, cuenta con una veintena de marinas con más de 6.500 plazas. Además, nueve puertos cuentan con la bandera azul europea, como Marina Zeas, la hermana pequeña del puerto del Pireo (Atenas) y desde la que suelen partir muchos de los barco de vela que hacen recorridos por las islas griegas. La marina de Porto Karras, en Sithonia, es otro de los puertos con bandera azul. Está en la región de Macedonia y puede ser una buena ocasión para acercarse al Ekies All Senses Resort y dar un lujo al cuerpo.
Uno de los principales problemas de querer estar en 'los puertos donde todos quieren estar' es encontrar plaza. En Mónaco, por ejemplo, no reservan amarre y al llegar hay que llamar. Este puerto de Hércules, Puerto Portals y Porto Cervo son los más grandes y permiten una estancia de días. En tanto que Capri, Portofino o Hvar son más de tránsito.
Montecarlo. Un imán para millonarios . Ningún otro lugar en el mundo ha conseguido aún hacer sombra al Principado de Mónaco en lo que a glamour se refiere. Estación balnearia por excelencia, tiene la capacidad de atraer durante todo el año, y no sólo en verano, a celebrities, aristócratas y grandes empresarios. Junto a su casino y la ópera, en Montecarlo también está el famoso restaurante tres estrellas Michelin Louis XV de Alain Ducasse. Está situado en el Hotel de Paris, en la plaza del casino (Tel. 03 77 98 06 88 64). La animación nocturna del principado es muy amplia. En Le Karé(ment), en el Forum Grimaldi, es posible estar desde la mañana hasta altas horas de la madrugada en una espléndida terraza sobre el mar. Otro clásico de la noche es The Living Room, en el 7 de la avenida de Spélugues.
Portofino. El corazón de la Liguria marítima . La especial disposición de las casas mirando al puerto natural hacen de Portofino uno de los enclaves de mayor belleza del Mediterráneo. A unos 30 kilómetros de Génova, es desde comienzos del siglo XX un destino turístico de primer orden con capacidad para atraer yates de un tamaño que, en ocasiones, parece imposible que puedan atracar en el pequeño puerto. Famosos y millonarios encuentran en Portofino un descanso a las luces de los flashes, ya que su ambiente tranquilo y elitista garantiza un cierto anonimato. El restaurante La Terrazza del Hotel Splendido (Tel. 39 01 852 67 800) es uno de los clásicos con vistas preciosas. No obstante, lo habitual será navegar por el Golfo de Génova sin dejar la ocasión de visitar, por ejemplo, la vecina Santa Margarita.
Capri. La auténtica isla de los famosos . Capri, c'est fini -Capri se acabó- cantó Hervé Vilard a mediados de los 60. Pero no, Capri aún no se ha acabado. Durante los meses de verano, las aguas que separan la isla de hermosos puertos de la italia continental como Amalfi, Positano y Sorrento son un continuo devenir de todo tipo de embarcaciones de recreo. La historia de Capri, como así también la de la costa amalfitana, está llena de celebridades de todo tipo, desde Tom Cruise hasta los Agnelli, Claude Debussy o Liz Taylor. Entre los numerosos restaurantes de la isla, destaca Taverna del Capitano (Tel. 081 808 1028) que con dos estrellas Michelin es la perfecta disculpa para navegar hasta la recoleta Marina del Cantone, donde casi parece que se toca el dedo de Capri.
Saint Tropez. Lo más de la Costa Azul . Saint Tropez es Saint trop -algo así como San lo más, traduciendo este juego de palabras al español- ya desde los años 50, cuando el mundo artístico e intelectual parisino descubrió el encanto de este puerto. Sagan, Picasso o Prévert fueron de las primeras celebridades en recorrer sus recoletas calles. Ver y ser visto es el deporte de la localidad y pese a que el ambiente vip está en las fiestas privadas, pocos se resisten a dejarse caer por el club Papagayo, la embajada de la fiesta de Saint Tropez desde hace más de 40 años. Uno de los restaurantes más selectos es Leï Mouscardins (Tel. 04 94 97 29 00) con una estrella Michelin y unas vistas maravillosas. Dos brasseries, Le Gorille y Sénéquier son todo un clásico para tomar pescado a la brasa.
Hvar. El nuevo secreto... ya desvelado . La isla de Hvar (pronunciado juar) se ha convertido en los últimos años en 'el lugar donde hay que estar'. Sin embargo, este sitio de excepcional belleza -elegido por la revista Traveller como una de las diez islas más bonitas del mundo junto a Bali, Zanzíbar o Capri-, ya atraía desde mediados del XIX a las cabezas coronadas de Europa. Destino chic por excelencia y refugio para habituales de la prensa rosa como el matrimonio Hannover, Hvar va saliendo de su exclusivo anonimato y, por ejemplo, cuenta ya con el único hotel croata que pertenece al grupo Small Luxury Hotels of the world, el Adriana (Tel. 385 21 750 200), hace escasos meses renovado. Muy reconocible desde la marina, en su terraza está el primer y casi único lounge y club nocturno de la isla.
Porto Cervo. Las aguas del Gotha europeo . El puerto de la jet europea es, sin duda, Porto Cervo, en la parte septentrional de Cerdeña, en la conocida Costa Esmeralda. No en vano, en su origen está el sueño del Aga Khan de convertir esta zona salvaje en un lugar de recreo para millonarios en los años 60. Y lo ha conseguido. Ahora, quizá, con Flavio Briatore como maestro de ceremonias. A él, por ejemplo, se debe el club por excelencia de Porto Cervo, el Billionaire, decorado por Miguel Cancio, creador del Buddha Bar de París y del Olivia Valère de Marbella. Nadie que se precie de estar en el Gotha ha dejado de navegar por estas aguas cristalinas y de compartir mesa y barco con Briatore, Berlusconi o los jóvenes Grimaldi. Más cerca de la marina de Porto Cervo está el restaurante y lounge Safina.
Malta. Un refugio para el anonimato . Uno de los últimos visitantes ilustres de Malta ha sido Nicolas Sarkozy. A bordo de un yate de 60 metros de eslora, con jacuzzy en el puente superior y propiedad del millonario francés Vincent Bolloré, Sarko buscó este refugio para meditar horas después de haberse convertido en presidente de la república. Como él, son muchos los propietarios de grandes barcos los que buscan en Malta el descanso más anónimo del mediterráneo. El principal puerto es el de La Valeta, la capital. Pero Portomaso, con dos espectaculares dársenas rodeadas de apartamentos de lujo y un hotel cinco estrellas, se ha convertido en un nuevo centro turístico. Más que la vida social de la isla, son sus aguas y su clima el gran atractivo tanto de Malta como de la cercana isla de Gozo.
Puerto Portals. La pasarela mallorquina. A la sombra del populoso puerto de Palma, Puerto Portals se ha desarrollado como el puerto deportivo de la élite en Mallorca. Está situado en el término de Calviá, uno de los de mayor crecimiento turístico en las Baleares y, náuticamente, está bien protegido. Portals es uno de los mejores puertos de Baleares en cuanto a servicios, aparte de un espectáculo de embarcaciones de recreo, ya que es capaz de albergar superyates de hasta 80 metros de eslora. En los alrededores hay multitud de locales nocturnos y restaurantes y suele estar muy concurrido. Frente a la marina y con dos estrellas Michelin está el restaurante Tristán (Tel. 971 675 547). Fuera del puerto también se puede fondear, en Cala Portals, sobre cinco metros de arena y a unos 200 del contradique.