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Energía

Una nueva tecnología solar llega a Almería gracias a MAN

El fabricante de camiones alemán busca en la planta del Ciemat abaratar la producción solar termoeléctrica experimentando con nuevas técnicas

Hace 30 años que el desierto de Tabernas, en Almería, alberga algo más que escenarios de películas de vaqueros. La Planta Solar de Almería (PSA), del Ciemat, ha sido banco de pruebas y de investigación para el desarrollo de las placas solares de distintas tecnologías que luego se popularizan en instalaciones comerciales. Desde hace unos días, Almería alberga una nueva planta solar diseñada en Alemania y que el fabricante de camiones MAN se ha encargado de traer hasta aquí. La alemana plantea una tecnología novedosa para las instalaciones termoeléctricas, llamada Fresnel, que podría abaratar estas centrales eléctricas hasta un 30%.

Aunque a MAN en España se la conoce por sus flotas de camiones y autobuses, para los encargados de la PSA es una vieja conocida. La empresa tiene una división de energía, centrada en gas, y tenía instalaciones solares en Almería desde hace más de 20 años. 'No somos nuevos en este sector pero dejamos de desarrollar la división porque las tecnologías no avanzaban y no eran rentables', explica Jürgen Beigel, gerente de la filial de servicios industriales MAN Ferrostaal, promotora de esta planta.

Hace un año, retomaron esta filial buscando alternativas innovadoras. El nuevo sistema lo encontraron gracias a la empresa Solar Power Group, de la que MAN compró recientemente un 25%, y colaborando con la compañía PSE y varios institutos tecnológicos alemanes. Han invertido 2,6 millones de euros en este banco de pruebas, de los que el 50% corren a cargo de MAN y el otro 50% del Gobierno alemán. Tiene una capacidad de producción de 1 MW. 'La división Solar Power tiene ya una importancia capital dentro de la empresa. Pretendemos ser promotores de plantas solares a nivel mundial', afirma Beigel.

En medio del desierto, se extiende una superficie de 1,5 kilómetros cuadrados de espejos rectangulares planos. Esa es la principal diferencia: es más barato fabricar un espejo plano que uno parabólico. En uno de los tipos de centrales termoeléctricas, un gran espejo cóncavo sirve para reflejar la luz solar desde cualquier ángulo sobre un tubo que absorbe este calor. En dicho tubo se calienta agua a 450 grados centígrados para transformarla en vapor y así producir energía eléctrica con una turbina de vapor. En la central de MAN todo es igual, excepto la forma en que llega la luz al tubo. En lugar de estar en el centro de un espejo cóncavo, un grupo de espejos planos móviles dirigen la luz hacia el tubo a ocho metros de altura, que está colocado a su vez bajo una cúpula de espejo, lo que le permite mayor aprovechamiento de la luz. Los espejos tardarían 12 minutos en darse completamente la vuelta. Implica que, para el ojo humano, el movimiento de los cristales es imperceptible. Sin embargo, el ojo ve la luz desplazarse hacia el tubo. El sistema de calentamiento de agua posterior es igual.

Para los responsables de la empresa, esta tecnología tiene muchas posibilidades de convertirse en la más vendida en termoeléctrica solar por varias razones. 'Es comparativamente sencilla de construir, de adquisición económica y robusta en el funcionamiento', explica Michael Pohl, director de la unidad de negocio Solar Power. La inversión para la instalación es más baja porque los materiales son más baratos y la fabricación es más fácil. Además, en términos de operación y mantenimiento, los costes son menores y la limpieza es más sencilla, según precisan los responsables de la empresa. La compañía estima que esta tecnología puede ser de aplicación para desaladoras y para instalaciones de refrigeración a partir de energía solar.

Esta central de demostración pretende lograr 'la madurez de mercado de esta tecnología', afirman desde la empresa. 'A partir de los resultados obtenidos con esta planta, decidiremos cuál es el siguiente paso', asegura Beigel. El periodo de duración de las comprobaciones se extenderá hasta diciembre de 2008 y pretenden probar la aptitud para el desarrollo comercial de esta tecnología Fresnel y sus debilidades, con el fin de mejorarlas antes de un futuro desarrollo comercial. La prueba también buscará soluciones de limpieza para los espejos. Con estos datos recogidos, podrán calcularse los costes de la explotación para grandes centrales eléctricas de este tipo. El sol del desierto de Tabernas servirá de banco de pruebas.

Energía en desarrollo

La solar termoeléctrica es la menos desarrollada de las tecnologías solares, al menos en número de plantas. Sólo hay cinco grandes plantas termoeléctricas en el mundo en funcionamiento. Dos de ellas pertenecen a firmas españolas. Abengoa tiene la central de Solúcar, con 302 MW de potencia y una inversión de 1.200 millones de euros. Producen electricidad dos de las nueve fases proyectadas. Acciona tiene también una central en Estados Unidos, de 64 MW.Los proyectos son escasos porque el riesgo es muy elevado. La inversión es alta, del orden de tres millones de euros por megavatio de potencia, según fuentes del sector, y se tarda unos 20 años en amortizar la instalación. 'Nadie sabe si los espejos pueden durar tanto', dicen en la industria.

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