BME, de sorpresa a 'valor refugio' a golpe de rumor
La acción cumple un año con un ascenso del 36,9%
Cuando no son sus pretendientes quienes saltan a los titulares, Bolsas y Mercados Españoles (BME) sorprende al mercado con unas intachables notas en una asignatura clave para su actividad: los volúmenes de negociación en la Bolsa española. En sólo un año este miembro del Ibex se ha convertido en todo un partidazo para el accionista, llevado en volandas por el viento a favor que reina en el parqué y por el ambiente de consolidación que se vive en el sector de los operadores bursátiles.
Seis meses para asentarse en el mercado y un segundo semestre -que se cumple este sábado- para ganar credibilidad, le han bastado a BME para levantar pasiones: 12 de los 13 analistas consultados por Bloomberg recetan comprar o mantener esta acción en la cesta de inversiones. Y los hay, como Jesús Domínguez (Ibersecurities), David Fernández (La Caixa) y Chris Manners (Morgan Stanley) que auguran un final de año por encima de los 50 euros.
Al cierre de ayer, BME cotizó a 42,45, a 251 céntimos de su máximo alcanzado el pasado 31 de mayo. 'Hemos crecido como empresa en todos los aspectos de su actividad y el estatus de cotizada aporta a BME una nueva dimensión, una nueva perspectiva en su gestión y una mayor exigencia en el día a día', analiza Javier Hernani, director financiero de BME.
Pero no es necesario preguntar dentro de la empresa para encontrar piropos: 'Es una firma innovadora, original, tiene un plan claro de trabajo y el volumen negociado en el último año ha crecido un 62%. Toda una sorpresa', valora Javier Bernat desde Caja Madrid Bolsa.
Así las cosas, BME ha pasado de promesa, a grata sorpresa y, ahora en el Ibex, hay quien la incluye entre los valores refugio, como toda una Telefónica o los grandes bancos.
'Las expectativas se han visto superadas gracias a la evolución del volumen negociado', reconoce Jesús Domínguez, analista de Ibersecurities. La sociedad de valores del Sabadell mantendrá un precio objetivo de 50 euros mientras el mercado tienda a sumar puntos.
Pero, ¿por qué tanta confianza en una acción relativamente nueva? 'Si la Bolsa sube creemos que los volúmenes seguirán ascendiendo por encima del 50% interanual. En caso de que tome la vía descendente, también subiría la negociación, por lo que vemos a BME como un valor que lo puede hacer bien en cualquier circunstancia', contesta Domínguez.
Al margen de la fiebre inversora en renta variable, en este año triunfal de BME han influido Deutsche Börse y una presunta oferta de compra que no acaba de llegar. El baile de operaciones corporativas comenzó en 2000 y para la última, entre la Bolsa de Londres y la Borsa Italiana, hay acuerdo. Sin embargo, BME sigue soltera, sin compromiso y ganando peso cada vez que hay una noticia de boda.
Su precio y un blindaje que permite al Gobierno vetar entradas por encima del 1% explican la soltería. 'El Gobierno mantiene un voto de calidad y no creo que permita la irrupción de hedge funds, que promueven la consolidación', opina Fabián Lares desde Espírito Santo. Para él, BME tiene atractivo, pero con reservas: 'Todo lo que sea dejar atrás los 42,6 es pura especulación'.
Cara y cruz bursátil para los próximos meses
Con un paso más firme que el del propio Ibex en los últimos 12 meses (36,9% de revalorización frente al 31,37%), BME se enfrenta a un segundo año de cotización más incierto.La cara de la moneda es que la actividad de BME debería seguir creciendo. 'Las cuentas del primer semestre se presentarán el 27 de julio podrían estar por encima de las expectativas y el último trimestre debería ser el más fuerte del año en volúmenes de negociación', espera Javier Bernat desde Caja Madrid.La cruz es la incertidumbre que pesa sobre la continuidad en el parqué de Endesa y Altadis, ambas señaladas por sendas ofertas de compra, y la llegada en noviembre de la competencia con la entrada en vigor de la directiva europea de mercados e instrumentos financieros (Mifid). 'Habrá que ver si resta negocio a BME', dice Jesús Domínguez, de Ibersecurities, sin atreverse a prever nada al respecto.