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Mercados

Las Bolsas viven otra sesión volátil marcada por un nuevo máximo del dólar

Los expertos prevén próximas jornadas difíciles para la Bolsa y recomiendan cautela, aunque no aprecian signos de que las hipotecas de alto riesgo puedan agravar la situación de la economía de Estados Unidos.

Volátil es el adjetivo más empleado estos días para definir el curso de los mercados. Los frecuentes vaivenes bursátiles al alza y a la baja son moneda corriente y los analistas no muestran apenas sorpresa ante lo ocurrido en las dos últimas sesiones. Tras el recorte del 1% de la sesión del martes, el Ibex suavizó ayer las pérdidas con que inició la jornada, que llegaron al 1,5%, y aunque finalizó por debajo de los 14.800 puntos, cedió al cierre el 0,4%. El Dax alemán, el índice estrella del año, fue ayer el más castigado de Europa, si bien contuvo las ventas y perdió el 0,83%.

El euro insistió en los niveles de máximos históricos, consecuencia de la inquietud por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses y la posibilidad de que se amplíe aún más el diferencial de tipos de interés entre la zona euro y Estados Unidos. La divisa europea marcó una nueva cota insólita en los 1,3782 dólares y el mercado empieza a imaginar un euro en los 1,4 dólares. En Wall Street, y pese a la debilidad del dólar, el Dow Jones ganó el 0,56%, el Nasdaq el 0,48% y el S&P, el 0,57%.

'Los mercados se han comportado muy bien en los últimos años y a medida que avanza el ciclo es normal que haya más volatilidad. Hay que tomar precauciones, aunque existen muchas razones para seguir batiendo máximos', explica Víctor Peiró, director de análisis de Caja Madrid Bolsa.

Basta recordar los sobresaltos vividos este año y cómo después de las ventas sufridas en marzo a cuenta de los primeros temores por las hipotecas subprime o del pinchazo de abril de los valores inmobiliarios, el Ibex se recuperó hasta alcanzar máximos más allá de los 15.500 puntos. 'La actual situación no tiene por qué ser distinta a la de hace dos o tres meses. Hay que esperar y ser cautos, habrá más caídas a corto plazo', apunta Ángel Fresnillo, director de renta variable de Popular Gestión.

La inquietud sobre las hipotecas estadounidenses de alto riesgo y su impacto sobre la marcha de la principal economía del planeta pasa factura de forma intermitente en los mercados desde hace meses aunque en esta ocasión las agencias de rating Standard & Poor's y Moody's ya han puesto en vigilancia la calificación de algunas titulizaciones sobre hipotecas subprime. Aun así, y en opinión de Ramón Carrasco, gestor de Fortis Banca Privada, 'el fondo del mercado sigue siendo positivo, aunque hay que mirara valor por valor'.

Desde Estrasburgo, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, rechazó que la fortaleza del euro esté afectando al crecimiento de la zona. Sin embargo, la apreciación de la divisa juega en contra de las exportaciones. DaimlerChrysler perdió el 1,55% y sufrió la mayor caída del Euro Stoxx 50. Aseguradoras y bancos, que acusan en primera fila la aversión al riesgo que desatan desde EE UU las hipotecas subprime, también estuvieron a la cola del selectivo europeo.

La inquietud se contagia a la renta fija privada

El síndrome de las hipotecas de alto riesgo también cala en la renta fija. Standard & Poor's ha puesto en vigilancia más de seiscientas emisiones de titulización sobre estos activos y Moody's directamente ha rebajado el rating de casi cuatrocientas de ellas. Del mismo modo que sucede con los activos de renta variable, la aversión al riesgo que provocan las dificultades de pago que atraviesan las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos también se traslada a la renta fija privada. 'Los spread o diferenciales de las emisiones pueden empezar a aumentar y esto puede elevar los costes financieros de las empresas', advierte Víctor Peiró, director de análisis de Caja Madrid Bolsa.Sin embargo, la deuda pública reaccionó ayer con una toma de beneficios en los bonos del tesoro estadounidense, después de que el martes demostraran una vez más su condición de activo refugio con un aumento de precios -que se mueven a la inversa del rendimiento- que a punto estuvo de dejar su rentabilidad por debajo del 5%. En la sesión de ayer, el bono estadounidense a diez años se colocó en el 5,073%, después de un aumento de su rentabilidad del 1%.

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