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Materiales

Lafarge se plantea comprar una gran cementera para reforzarse en España

El gigante francés Lafarge se mantiene como cuarta cementera en España. Pero, en un entorno de fuerte competencia, se plantea más compras. Las únicas interesantes serían Cementos Molins o Tudela Veguín, de la familia Masaveu, admite Jean Martin-Saint-Léon, director general de Lafarge Cementos. Y si las venden el grupo estudiará adquirirlas. A un tiempo, proyecta reducir un 4% los gastos.

Si hay oportunidades de compra, las analizaremos', dice con firmeza el director general de Cementos Lafarge, con cuatro años en el cargo a sus espaldas. El sector no presenta muchas de calado tras algunas operaciones de concentración (la más sonada de las recientes, la compra de Uniland por parte de Portland Valderrivas el año pasado). Pero hay dos que llaman la atención del rival Portland, filial de FCC, y también de Lafarge. Jean Martin-Saint-Léon reconoce que las únicas interesantes y que aportarían peso específico son Cementos Molins y Tudela Veguín, si la familia catalana Molins o los Masaveu deciden venderlas. Lafarge estudiaría con atención estas operaciones.

Aunque para llevar a cabo alguna de ellas tendría que contar con el visto bueno de Competencia. Por otro lado, la cementera francesa ya hizo un intento en Molins desde dentro, ya que desembarcó en el capital con el 40,9% pero salió en 2004 tras vender esta participación a la familia accionista por 270 millones. Siguen manteniendo una joint venture en Bangladesh. Un año después, Lafarge compró Cementos Esfera por 30 millones.

Saint-Léon se muestra hermético sobre la cifra de inversión que el grupo francés estaría dispuesto a gastar en compras para que su filial se acercara a Holcim, tercera en un mercado dominado por Portland (Uniland la aupó al número uno) y la potente mexicana Cemex. Pero deja claro que si la adquisición fuera clave, la matriz, primer fabricante mundial de cemento, apostaría por ella. Las citadas operaciones pueden superar los 500 millones.

Mientras se concreta una gran oportunidad, Lafarge no descarta pequeñas adquisiciones para sumar a sus tres fábricas (Motncada i Reixac, Sagunto y Villaluenga de la Sagra), una molienda de Esfera y ocho centros de distribución. Tanto la filial del grupo galo como sus rivales han puesto en el foco comprador en las moliendas (muelen los componentes de cemento, clínker, yeso y otros) para ganar peso regional.

Cambios en el mercado

Aunque hay que estudiar zona por zona porque 'tras 10 años de crecimiento, ahora empieza a haber cambios'. Todas las cementeras descuentan ya un aterrizaje suave ahora que se modera el furor inmobiliario. Saint-León no espera un 'freno' sino unas 'subidas más moderadas' ya que la obra pública se mantiene fuerte.

Los tiempos en el mercado español han cambiado. 'Hasta ahora la prioridad era cubrir la demanda', señala el ejecutivo francés, y añade que 'debemos aprovechar este aterrizaje suave para ahondar en la venta de nuevos productos y mejorar la calidad'. El grupo investiga y patenta materiales más cuidadosos con el medio ambiente, como un cemento que no produce polvo y que llegará a España 'cuando haya demanda'.

El grupo tiene un plan para recortar 340 millones en todo el mundo antes de 2009. De esa parte, España tendría que recortar un 4% sus gastos, calcula el ejecutivo. En inversiones, Marruecos ha tomado el relevo como prioridad frente al mercado español, ya muy maduro.

Medio ambiente, reto difícil

En los últimos años, las cementeras han intensificado sus mensajes sobre sus esfuerzos por el medio ambiente, conscientes de la imagen contaminante que tienen. Lafarge también sigue esta línea.El gigante francés quiere reducir sus emisiones mundiales de CO2 un 20% en 2010 y ya va por el 14,2%. 'Creemos que se podrá superar el objetivo', dice Jean Martin-Saint-Léon. Un reto difícil, ya que quemar los materiales para producir una tonelada de cemento genera unos 800.000 kilos de CO2, con lo que las empresas deben recortar en otras partes del proceso.En cuanto a previsiones para Lafarge, que en enero se desprendió del nombre Asland (la cementera histórica catalana en la que desembarcó en 1989), el ejecutivo apunta a un alza de más del 4% en ventas frente a los 660 millones de 2006, incluyendo hormigón y áridos. Estas actividades se reforzaron tras la compra del 50% de Readymix Asland a Cemex por 50 millones en 2005.

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