La CE reprende a los Estados por sus políticas en 'telecos'
El informe se presentará hoy y contiene el veredicto de la Comisión Europea sobre la aplicación por parte de los Estados miembro de las directrices comunitarias para la liberalización de las telecomunicaciones. El comienzo es halagador, con referencias a que casi todos han aplicado ya el marco regulatorio aprobado en 2003, pero enseguida llegan los reproches.
La clave del disgusto de la CE está en los llamados remedios, las iniciativas normativas aplicadas en cada país para alentar la competencia y poner coto al poder de los ex monopolios. La comisión lamenta que 'los remedios no son siempre tan efectivos como podrían ser y la regulación no es siempre homogénea en los distintos Estados miembro, incluso en los casos en que las circunstancias de los mercados son similares'. Es más, la CE considera que la falta de coherencia normativa es un argumento para una mayor intervención por su parte.
Telefonía fija, ADSL y móvil
Después de la reprimenda general, la comisión entra en detalle. El primer repaso es al mercado minorista de telefonía fija, donde algunos reguladores 'no han impuesto contabilidad de costes o separación contable', lo que hace muy difícil determinar cuáles deben ser los precios mayoristas de estos servicios. También complica, dice la CE, la vigilancia de las buenas prácticas desde la regulación de competencia.
Bruselas aprovecha para recordar -como lo hizo en mayo de forma individual al regulador español- que la primera elección debe ser siempre regular el precio mayorista, y no el minorista.
La CE tampoco ve clara la regulación de los precios de terminación en móvil, muy diferente según los países y con tendencia a amparar a los operadores más pequeños. El riesgo es que esta asimetría desincentive su crecimiento, ya que dejarían de cobrar precios de terminación más altos.
Tampoco la regulación sobre el acceso de los rivales a la red de banda ancha de los ex monopolios es del todo acertada para la CE. En este caso, su mayor interés es reafirmar su posición sobre las redes de nueva generación que están desplegando varias operadoras dominantes: también deberán ser accesibles a sus competidores.