Guerra de precios por la renovación de las autovías
La reforma de las autovías más antiguas destapa una nueva guerra de precios a la baja. Por el primer tramo compiten más de 70 empresas y el sector denuncia que hay varias ofertas que pueden ser calificadas de temerarias.
Los contratos del Ministerio de Fomento más esperados por las constructoras, la renovación de las autovías más antiguas, vuelven a llevar a primera línea el problema de las rebajas temerarias en los concursos. Un total de 74 grupos de construcción, concesiones, conservación de carreteras (las principales, en manos de las grandes del ladrillo) e ingenierías compiten por el primer tramo de la A-2 Madrid-Barcelona (entre Calatayud y Alfajarín) agrupadas en 18 consorcios y la pugna ha forzado una fuerte subasta a la baja.
Tanto es así, que de la lista (ver gráfico adjunto) entre las seis y las siete primeras las que incluyen a Ortiz, Ferrovial, ACS (la más baja), FCC, Isolux, Acciona o Brues pueden ser consideradas como bajas temerarias, apuntan fuentes del sector. Todo depende de cómo lo califique finalmente Fomento.
El presupuesto es de 652,6 millones para reformar y gestionar el tramo de 107,2 kilómetros. Lo usual es que constructoras y concesionarias apuren a la baja para tratar de llevarse el contrato. Pero la reciente apertura de ofertas ha destapado que gran parte propone fuertes descuentos. De hecho, al menos la mitad de ellas ofrece reducciones que rondan el 30% ¢y alguna llega al 40%¢, según otras fuentes del sector.
Aunque estas bajas dependen de factores ligados al tráfico de la vía que luego distorsionarían la tarifa propuesta, las citadas fuentes explican que el resultado final no variaría demasiado.
¢Son bajas desproporcionadas; no es bueno ni para el ministerio, ni para el sector, ni para el usuario¢, afirma Rodolfo Sáenz de Ugarte, director gerente de ACEX, asociación de empresas de conservación de carreteras.
En cada concurso, los pliegos de condiciones fijan el tope por debajo del cual las ofertas son temerarias. En este caso, el baremo se calcula sobre una baja de referencia un 15% inferior al presupuesto y la oferta debe ser mayor de 1,3 veces esa baja o estar más de 4,5 puntos por encima.
El problema de las bajas ha llegado a tal punto que hasta las grandes constructoras se han unido a las denuncias en las que llevan insistiendo años las medianas y pequeñas empresas del sector a través de las patronales Anci y Aerco. Seopan, que representa a las grandes, se quejó el jueves ante la titular de Fomento, Magdalena Álvarez, de que los descuentos llegan a un 35% en obras de su departamento y de Medio Ambiente. La situación, protestan, perjudica sus márgenes. La ministra se comprometió a intentar atajar el problema.
De hecho, este departamento ya ha tratado de amortiguar estas rebajas sobre el precio de licitación cuando cambió los pliegos para contratar obras (sin concesión de la gestión) en carreteras y ferrocarriles hace algo más de un año. Pero no ha servido.
La redacción de las condiciones para la reforma de las autovías también fue muy compleja, ya que es la primera vez que Fomento diseña una concesión por la que adjudica la gestión 19 años a un privado al que paga un canon anual (pago por disponibilidad, en jerga del sector). Hubo quejas de empresas medianas y pequeñas porque los presupuestos eran muy justos para cumplir los estándares de calidad del servicio. En un intento de paliar las bajas excesivas en las llamadas autovías de primera generación, el ministerio ha fijado una criba técnica para las ofertas.
Las primeras en obras
Al primer tramo de reforma en la A-2 se han unido otros siete contratos en licitación entre mayo y junio, la mayoría para esta autovía. Es sólo el principio de los concursos para reformar y gestionar 2.131 kilómetros de autovías con un presupuesto de 6.344 millones. Están afectadas en una primera fase, además de la A-2, la A-1 Madrid- Burgos, A-3 Madrid-Valenciay A-4 Madrid-Sevilla.