Muy poco papel en ArjoWiggins
Cuando trabaja asegura que sólo necesita una cosa: a su equipo. Marín Sarobe, director general desde comienzos de este año del fabricante de papel anglofrancesa ArjoWiggins Iberia, lleva a gala haber contribuido a crear un buen ambiente de trabajo, 'teniendo en cuenta que nadie se casa hoy día con una empresa porque las organizaciones cuando no te necesitan suelen prescindir de ti'. Con esta franqueza se muestra este ejecutivo pamplonés de 34 años. 'Más que por tener un despacho bonito por lo que me he desvivido es por tener a los recursos humanos de la compañía entregados y motivados. Más que una empresa somos como una gran familia'. Y esto, asegura, ha repercutido en los resultados: con tan sólo 16 personas en plantilla hemos conseguido facturar 76 millones de euros. 'Estas cifras se consiguen porque somos un grupo muy versátil, no encasillamos a nadie en un determinado trabajo. La gente trabaja a gusto porque hay mucha interacción entre los distintos departamentos'. Sarobe afirma que pone de su parte para conseguir esa cohesión con incentivos añadidos al trabajo diario. 'Me gusta organizar fiestas y cenas en mi casa con los empleados y sus cónyuges, y que compartamos experiencias más allá del trabajo'.
El ambiente de trabajo lo define como informal, eso sí, respetando las normas. 'Nos debemos a nuestros clientes, pero también es cierto que la gente da más de sí cuando se le ofrece libertad y responsabilidad'. Sarobe es de los que delega.
'Yo digo cuáles son los objetivos y cuáles son los medios con los que contamos. Y la gente responde más que cuando no se delega y se controla. El ordeno y mando no funciona'. Agrega que la autoridad hay que ganarla demostrando con el ejemplo. 'No puedes a pedir a la gente cosas que tú no haces. Un jefe que da instrucciones es mucho más productivo que otro que sólo ordena'.
Los objetivos que tiene por delante es seguir creciendo, en torno al 6%, y eso es complicado teniendo en cuenta que el sector del papel es maduro, a pesar de que constantemente hay que estar innovando y lanzando nuevos productos.
Más a largo plazo, a Martín Sarobe le gustaría ser líder en cada una de las tres marcas de papel que maneja el grupo: Conqueror, Curious Collection y ArjoWiggings. 'Todavía hay áreas en las que no somos líderes y aunque es difícil y utópico tenemos medios, ganas y equipo para conseguirlo. Tenemos que saltar todos los obstáculos'. A este ejecutivo le confiaron la dirección de la compañía después de haber dirigido la división de papel de lujo, donde se responsabilizó de la elaboración y control de presupuestos de marketing, ventas y gastos generales, así como de la organización y preparación de planes de ventas y de marketing, las negociaciones con los clientes y el seguimiento del canal de distribución. Asegura que a su elección contribuyó la evaluación de una consultora de recursos humanos, que analizó distintos perfiles. Pero su punto fuerte eran los idiomas: habla inglés, francés y español. 'Creo que vieron que tenía un orientación más internacional porque había vivido en Estados Unidos y en Francia', señala. Todos los meses se reúne una media de 16 veces, 'es importante reunirse porque se analizan todos los procesos y se marcan las pautas del trabajo'.
Martín Sarobe comenzó su trayectoria profesional en 1995 en el departamento de marketing de Smurfit Cellulose du Pin en Francia. Un año más tarde, el mismo grupo le nombró director de exportaciones de Papelera Navarra, cargo que desempeñó hasta su incorporación a ArjoWiggins, donde ha ocupado distintos puestos, la mayoría de carácter internacional. Es licenciado en Económicas y Empresariales y diplomado en Comercio Europeo e Internacional por la æpermil;cole Supérieure de Commerce de Poitiers en Francia. Está casado, es padre de dos hijos y de otro que viene en camino.
Los cuadros de su tía artista
El despacho en el que trabaja Martín Sarobe tiene cierto equilibrio decorativo, a pesar de que él asegura que lo ha decorado con muebles y elementos de Ikea. 'Me gusta que sea confortable, con algún detalle personal, como la fotografía de mi mujer'. Le gustan los espacios despejados, sin papeles, que guarda ordenadamente en un armario. 'Odio tener cosas por encima de la mesa porque al final te acaba comiendo el desorden'. Sólo deja sobre la mesa los asuntos pendientes para el día siguiente.Parece un hombre muy familiar. En las paredes tiene colgados varios cuadros, la mayoría son obra de familiares suyos. Le gusta especialmente una fotografía realizada en Birmania por una prima suya. Pero las obras que siempre le acompañan son de su tía Teresa Gancedo, profesora de Bellas Artes en Barcelona. Le gustaba jugar al golf, montar a caballo y esquiar. Todo ello lo ha dejado por falta de tiempo y porque su familia, que en breve será numerosa, le tiene embelesado.