Sanidad alerta del riesgo de adelgazar con dietas 'milagro'

Si una dieta le promete perder más de 5 kilos de peso al mes sin esfuerzo e insistiendo en que es completamente segura y sin riesgos para la salud, sospeche. Puede tratarse de una de las muchas dietas milagro sobre las que el Ministerio de Sanidad ha puesto la lupa. El objetivo, informar de los riesgos que conlleva adelgazar con estos métodos e insistir en que la clave para perder peso es seguir un tratamiento personalizado bajo control médico.

Según anunció ayer la ministra Elena Salgado, la página web de la Agencia Española de Sanidad y Consumo será la plataforma desde la que los ciudadanos podrán conocer los riesgos de cada una de las conocidas como dietas milagro, así como leer consejos sobre alimentación saludable y nutrición. Toda esta información ha sido elaborada por expertos en nutrición y endocrinología de las principales sociedades científicas.

La dieta disociada, la de Hay, la Atkins, la atribuida popularmente a la Clínica Mayo y la de la sopa, así como la del grupo sanguíneo y la de Montignac son los regímenes sobre los que ya ofrece información la web (www.aesan.msc.es). Por ejemplo, de la famosa dieta Atkins afirma que 'provoca la falta de apetito, halitosis o acetona en el aliento, estreñimiento, aumento del colesterol sanguíneo, aumento de los niveles de ácido úrico y, en algunas situaciones, riesgo cardiovascular'.

Junto al análisis individual de cada uno de estos populares regímenes, los expertos también han establecido unos peligros comunes. Además de desequilibrar el correcto aporte diario de proteínas, vitaminas y minerales, los expertos han detectado que actúan como desencadenantes de trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y bulimia) y favorecen el efecto rebote, es decir, la rápida recuperación del peso una vez perdido.

El mensaje que los especialistas quieren que cale en la población es que se debe adelgazar de la mano de un médico, con ejercicio diario (aunque sea pasear o subir escaleras) y no sólo reduciendo la ingesta de alimentos. Y, sobre todo, se debe aprender a comer sano para que esto se convierta en una costumbre que permita mantener el peso correcto una vez alcanzado.