El regulador holandés amplía a Barclays el plazo para presentar su oferta por ABN
Barclays gana tiempo en la batalla que le enfrenta con Santander y sus socios -Royal Bank of Scotland y Fortis- por hacerse con el control de ABN Amro. El equivalente holandés a la CNMV española le ha autorizado a retrasar durante tres semanas su oferta por ABN, a la espera del fallo que emitirá el Tribunal Supremo de Holanda a mediados de mes sobre el desbloqueo de la venta de Lasalle.
La nueva fecha límite para que Barclays formalice su opa por ABN es el 23 de julio. Para entonces, el grupo británico sabrá si el Supremo autoriza a ABN la venta de Lasalle, su filial en EE UU, a Bank of America o si, por el contrario, obliga a ABN a someter esa operación al criterio de sus accionistas.
Barclays debería haber publicado la documentación de la oferta esta semana, pero con el nuevo plazo autorizado por la AFM, el regulador bursátil holandés, el grupo inglés podrá esperar con tranquilidad el fallo del Supremo.
Este retraso en los plazos 'no impactará en el calendario que se perfiló en el anuncio hecho el pasado 23 de abril y se confirmó en el anuncio del 23 de mayo', según explicó la entidad británica en un comunicado.
La venta de Lasalle a Bank of America por 21.000 millones de dólares (15.616 millones de euros) es una condición fundamental para los planes de fusión entre ABN y Barclays, que ofreció comprar el holandés por 36,25 euros por acción, lo que supone valorar la entidad en 67.000 millones de euros. La oferta del consorcio al que pertenece Santander ha valorado la entidad holandesa en 71.100 millones de euros.
Aunque aún faltan 13 días para el fallo del Supremo sobre Lasalle, la semana pasada se pudo atisbar el sentido del mismo. La Fiscalía holandesa recomendó al tribunal que desbloqueara la venta de Lasalle y que se prescindiera de la opinión de los accionistas. El Alto Tribunal atiende el criterio de la Fiscalía en el 75% de los casos.
Si se cumplen los pronósticos y se propicia la venta de Lasalle, el consorcio de Santander debería reformular su estrategia. La pieza más codiciada para Royal Bank of Scotland es precisamente esa filial estadounidense.
Royal busca recursos
Pase lo que pase, los miembros de este tripartito bancario están buscando liquidez para afrontar la posible operación. El primero fue Santander, que ha anunciado la venta de todos sus inmuebles en España. Ahora le ha seguido Royal Bank, que acaba de desprenderse de un rascacielos de 42 plantas en Londres.
El edificio, que es la sede europea del gigante estadounidense Citigroup, ha sido adquirido por un empresario irlandés por 1.000 millones de libras (unos 1.400 millones de euros).
El banco escocés también está estudiando deshacerse de otro edificio de la zona y que Credit Suisse subarrienda actualmente a Bank of America, según explica la agencia Efe.
El inmueble que del que acaba de desprenderse Royal Bank tiene una superficie de 114.000 metros cuadrados.