Parmalat deberá afrontar una demanda colectiva en EE UU
La justicia estadounidense obligó ayer a la compañía italiana Parmalat a asumir las responsabilidades judiciales derivadas de la actuación de la anterior dirección, que provocó que la compañía láctea entrase en una suspensión de pagos que puso en peligro su existencia. Parmalat, según un tribunal de Manhattan, tendrá que hacer frente a una demanda colectiva de accionistas de la compañía que actualmente se encuentra en curso. La acción bajó ayer un 4,4% en la Bolsa de Milán.
Esta decisión supone un varapalo para el actual consejero delegado, Enrico Bondi, quien pretende separar la actual dirección de la compañía de la que la llevó a la quiebra a finales de 2003 y está tratando de obtener miles de millones de dólares en compensaciones de cuatro bancos de inversión (Citigroup y Morgan Stanley, el suizo UBS y el alemán Deutsche Bank).
Parmalat protagonizó a finales de 2003 un fraude contable valorado en más de 14.000 millones de euros, que provocó la suspensión de pagos, unos 14.500 millones de euros. El colapso afectó a más de 100.000 inversores. Casi cuatro años después, el juez Lewis Kaplan asegura en un auto que la nueva Parmalat había acordado 'expresamente' la asunción de las viejas causas de abiertas por el fraude de los anteriores gestores, siempre que hubiesen presentado sus quejas en dentro del plazo. Kaplan rechazó que los inversores esperaron demasiado para presentar demandas contra la compañía. Según la opinión del juez, el desarrollo del procedimiento retrasó la fecha límite para estas demandas.