El Gobierno pide a las empresas turísticas que mejoren su eficiencia
El sector turístico español es poco competitivo. A pesar de ser el segundo destino del mundo en turistas e ingresos, ocupa el decimoquinto puesto en competitividad turística mundial, según el World Economic Forum. Por ese motivo, el Ejecutivo pidió ayer un esfuerzo a los empresarios para que estén preparados ante los cambios que se avecinan.
La secretaria general de Turismo, Amparo Fernández, reclamó a los empresarios del sector un esfuerzo adicional para mejorar algunos de los aspectos en los que el turismo en España muestra mayor debilidad . 'Resulta necesario abordar los cambios en el sector, no solo desde el control de costes, sino también en la adaptación a las nuevas formas de comercialización que están apareciendo'.
Según Fernández, las líneas de bajo coste e internet han creado un nuevo perfil de turista, más independiente, que no contrata paquete turístico y hace estancias más cortas.
El Gobierno, a través de la Secretaría General de Turismo, está inmerso en la preparación del Plan Estratégico del Turismo para el 2020. Para ello ha reunido a varios grupos de trabajo, a los que se ha encargado la elaboración de estrategias sobre siete asuntos críticos para la subsistencia del sector (competitividad, sostenibilidad, I+D+i, empleo, conocimiento, productos y marketing).
En la jornada de ayer se presentaron las conclusiones elaboradas por los grupos sobre competitividad y productos turísticos. Y las conclusiones no fueron especialmente optimistas. El economista Guillermo de la Dehesa, coordinador de los grupos de trabajo, trazó un panorama sombrío, con grandes oportunidades, pero no con pocas dificultades. 'España recibe el 7% y el 7,5% de los turistas y de los ingresos que se mueven en todo el mundo. Sin embargo, los ingresos por turista siguen estancados porque cada vez pasan menos tiempo'.
Un argumento refrendado ayer por la encuesta de gasto turístico de mayo, que refleja que la cifra de gasto de los visitantes que llegaron a España en ese mes es la más baja del año, con 753 euros de gasto medio por estancia y y 89 euros por día. Más turistas que vienen menos tiempo y por lo tanto dejan menos dinero. El diagnóstico no es nuevo. Lo que está por venir es bastante peor. La irrupción de las economías emergentes como China o India, la estabilización geopolítica de algunos destinos del Mediterráneo como Croacia, Turquía o Egipto y el declive de los destinos tradicionales de sol y playa pueden provocar, en opinión de De la Dehesa, que España pase a ser el cuarto destino mundial por viajeros (con 76 millones de visitantes) en 2020, superado por China (130 millones), Francia (106) y Estados Unidos (102).
Por ello reclamó mejorar la rentabilidad de los activos empresariales, la productividad del empleo y solventar los efectos de la desestacionalización en el sector.