La empresa mediana improvisa con las compras
Las 3.766 operaciones con proveedores que el BBVA realizó a través de internet en 2006, la adquisición de papel o tóner para las impresoras e incluso el encargo de tarjetas de Navidad al Grupo Unicef no son fruto de la improvisación. La entidad bancaria cuenta con un departamento de compras que controla 2.400 empresas proveedoras y trabaja con un código ético para vigilar el grado de satisfacción de las mismas en materias como los plazos de cobro. Esta labor, común entre las grandes multinacionales, deriva del diseño de una política de compras, un área en la que el 56% de las empresas medianas españolas aún no ha pisado, según un informe presentado ayer en Madrid por American Express.
Entre las conclusiones destaca que una de cada cuatro entidades encarga prácticamente todo lo que necesita a través de internet, y hasta un 81% de las 599 consultadas reconoce afrontar gastos de representación y viajes de forma periódica, partidas emergentes que aparecen cada vez más junto a las de gastos informáticos, mensajería, artículos de oficina o materias primas.
'La sofisticación en los gastos corporativos implica la demanda de productos cada vez más avanzados para la gestión de los pagos', comenta Juan Nozal, director general de American Express Tarjetas Corporativas. Pero son mayoría las que afrontan el control de su dinero sin una planificación clara. Preguntadas sobre cómo responden a las facturas, aún hay un 4% de las entidades medianas -con facturaciones entre 5 millones y 1.000 millones- que paga en metálico a sus proveedores.
El 4% de las empresas sigue comprando en metálico
A pesar de que las firmas especializadas en servicios financieros se afanan por lanzar nuevas ofertas corporativas, son los medios tradicionales de pago los que más convencen en los despachos españoles: la transferencia y la domiciliación siguen siendo las fórmulas más comunes, seguidas del uso de la tarjeta de crédito -presente en el 88,4% de las empresas- y otras herramientas centenarias, como el pagaré y el cheque. Por sectores, son el industrial (50%) y el de servicios (41,5%) los que más tiran de tarjeta corporativa.
'El incremento del uso de internet, así como los viajes de negocios y actos de representación están acrecentando la demanda de tarjetas corporativas que presentan ventajas como la gestión de los gastos', cita Nozal desde American Express, compañía que comercializa tarjetas con servicios como la identificación de oportunidades de ahorro o seguros para viajeros.
Privilegiados
Para qué se usa la tarjeta de la empresa y quién la lleva en la cartera aún es cuestión de jerarquía. En España sólo el 13% de los pagos con este dinero de plástico son ajenos a viajes de negocio y gastos de representación; la cuota alcanza el 28% en Reino Unido y hasta el 50% en EE UU. En cuanto al portador, el 70% de las compañías consultadas por American Express se la ha dado a sus directores generales, el 40% también confía estas tarjetas a los mandos intermedios, un 27% a los comerciales, un 26% a los jefes financieros, y sólo el 4% de las firmas se la han entregado al director de compras: 'El bajo uso por parte de los responsables de compras concluye que la tarjeta corporativa aún no se ve como instrumento financiero que facilita el control del gasto y que puede generar ahorros en las compras cotidianas', subraya el estudio de American Express.
Mucha más madurez entre las empresas de este país tampoco expresa el modo en que se vigilan los gastos: hasta un 23% de las compañías medianas exige una única forma de pago para hacer más fácil el recuento, controlan las facturas a mano o, directamente, no ejercen ninguna vigilancia sobre los gastos en ordenadores, papel, mensajería, fotocopias, mobiliario, comidas o viajes. Datos alarmantes en plena era de la factura electrónica.
Un directivo multiusos en la compañía
Hacer la lista de las necesidades de la empresa es tarea de un jefe de compras, que debe reportar al director general y tener conexión con todos los departamentos. Entre sus labores figura la negociación de precios, de los plazos de pago, gestión de stock y la confección de presupuestos.Economistas, abogados e ingenieros -los últimos en entidades industriales- suelen ocupar este cargo para el que se ofrecen remuneraciones, según la web de empleo Laboris, entre 40.000 y 140.000 euros al año.
Cunde el contrato ético con el proveedor
Bancaja ha puesto en marcha este año una política de compras en busca de favorecer relaciones 'éticas, viables, duraderas y de mutua confianza' con sus proveedores. La entidad cuenta con un documento marco para la contratación y homologación de sus socios. Para trabajar con la caja, las empresas deben cumplir un protocolo de respeto a los derechos humanos, el medio ambiente y la legislación laboral y fiscal.El 76% de las compras que el BBVA realizó en España en 2006 se cerraron con empresas homologadas por el propio banco. En el examen se comprueba la capacidad productiva, técnica, financiera y comercial del proveedor. La entidad realiza encuestas periódicas para conocer el grado de calidad y servicio que ofrecen este tipo de compañías a las que también se pregunta si están satisfechas con el trato que reciben del banco.Vodafone pide al proveedor que le facilite 'acceso razonable' a sus instalaciones para cerciorarse de que cumplen con su política ética. El operador rechaza a firmas que impiden la representación sindical, a las que obligan al empleado a jornadas excesivas o a las que no pagan salarios justos.