El sector del vino recibirá 133 millones en cuatro años para su profesionalización
La demanda mundial crecerá al 4,8% anual El Gobierno quiere que España lidere el mercado mundial del vino en 2010. Para ello invertirá 133 millones en los próximos cuatro años para profesionalizar el sector e impulsar la salida de las empresas al exterior.
España es el mayor productor de vino del mundo por superficie (más de un millón de hectáreas), pero el tercero en producción y en volumen de exportación. Con esta reflexión, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, inició ayer la presentación de un plan de choque para que el vino se convierta en uno de los ejes sociales y económicos de la agricultura en 2010.
Bajo la denominación 'Vino 2010', el Ministerio de Agricultura ha elaborado, junto a las comunidades autónomas, organizaciones agrarias, productores, bodegueros, el Instituto de Comercio Exterior (Icex) o Turespaña, un documento base en el que se recogen las cuatro prioridades del sector: más competitividad, más profesionalización, mejor adaptación al consumidor y mayor calidad.
Con una dotación presupuestaria de 133 millones de euros hasta 2010, el plan pretende, en palabras de Espinosa, servir de reflexión sobre una realidad. 'España es el primer país del mundo por superficie de viña plantada y el consumo a nivel mundial va a crecer de media anual un 4,8% en los próximos cuatro ejercicios. Existe una demanda creciente y estamos en condiciones de satisfacerla', aseguró. Por este motivo recalcó la necesidad de una política global que sirva para que España lidere el mercado mundial en 2010.
Para cumplir ese objetivo, el primer paso es mejorar la competitividad, por lo que el documento exige reducir la atomización de las empresas del sector (hay 4.109 empresas, de las que el 50% tiene entre 1 y 9 empleados) y recomienda fusiones entre las compañías para abordar el salto a mercados extranjeros.
Observatorio de consumo
Para dotar de información y análisis a las empresas que se decidan a dar el salto, el plan prevé la creación de un observatorio sobre la evolución mundial del mercado del vino, en el que participará el Icex. Este observatorio permitirá, según Espinosa, 'un conocimiento más exhaustivo de los mercados' con el fin de desarrollar programas de marketing y promoción de las marcas españolas que ahora mismo no se realizan por falta de información'.
Los otros dos ejes sobre los que se ha creado el plan de choque son la adaptación a los gustos del consumidor y la profesionalización del sector. Respecto al primero, el texto propone la realización de distintos estudios para conocer cuáles son los gustos del consumidor en envases, imagen y características organolépticas del vino, aunque lo más destacable de este punto sea la creación de nuevos modos de consumo, que deberá implantar el sector hostelero, a través de cartas de vino por copas y no por botellas, cambios en los sistemas de cierre de las botellas que faciliten que puedan ser consumidas dentro y fuera de los restaurantes y mejoras en la calidad del servicio al cliente en materia de vinos.
En cuanto a la profesionalización, el documento propone planes de formación continua entre los profesionales del sector y potenciar las actividades económicas vinculadas al vino como el enoturismo o los museos dedicados al vino.