Los directivos de Nissan renuncian a su 'bonus'
El beneficio de Nissan cayó el ejercicio pasado por primera vez en nueve años, y el declive de las ventas ha permitido que Honda le adelantase en el mercado doméstico. La consecuencia: los nueve principales directivos de la compañía renuncian a cobrar el bonus este año.
El dinero al que renuncian no es excesivo (en comparación con los sueldos que se manejan en la alta dirección de las multinacionales): el año pasado, los nueve principales directivos de la compañía se embolsaron 390 millones de yenes en concepto de bonus, lo que al cambio actual supone aproximadamente 2,34 millones de euros. 'Nos tomamos nuestra responsabilidad muy seriamente', enfatizó ayer el directivo franco-brasileño, quien se ganó su fama por revivir a la compañía japonesa y por cumplir previsiones año tras año. La iniciativa de Ghosn y su equipo no es una novedad en la industria de la automoción, pero tampoco es considerado moneda corriente en un sector que últimamente atraviesa momentos complicados.
Forma simbólica
Ghosn afirmó que sería 'una amenaza' para la multinacional japonesa no trabajar en un coche con 3.000 euros.
'Es una forma simbólica de asumir la responsabilidad', aseguraron ayer diversos gestores de fondos consultados por Bloomberg, algo que se aprecia mucho en una sociedad como la nipona. Lo cierto, sin embargo, es que Ghosn puede tener por delante sacrificios mayores que renunciar a poco menos que 500.000 euros. Para este ejercicio, que finalizará el 31 de marzo de 2008, Nissan deberá obtener un beneficio neto de 480.000 millones de yenes (2.880 millones de euros), desde los 460.800 millones (2.764 millones de euros). El presidente reafirmó ayer su compromiso de cumplir -esta vez sí- las previsiones.
Antes que en la multinacional japonesa se han dado casos de renuncia a parte de los emolumentos por algunos directivos. En algunos casos de forma más drástica. En abril pasado, Rick Wagoner, presidente de General Motors, recortó voluntariamente un 25% de su salario básico mensual para apoyar el plan de reestructuración del grupo. Desde el 1 de marzo, su sueldo base pasa de 1,63 a 1,22 millones de euros. Fritz Henderson, director financiero del consorcio, y Bob Lutz, jefe de producto, también aceptaron descuentos del 15% en sus emolumentos, lo que redujo sus salarios base a 976.800 euros al año en cada caso.
DaimlerChrysler, por ejemplo, cerró hace tres años un acuerdo con el sindicato IG Metall después de aceptar que los directivos también debían rebajar sus cobros. Los empleados aumentaron la jornada laboral y recortaron los tiempos de descanso y evitaron así deslocalizaciones. A cambio, la dirección se comprometió a reducir el salario a 3.000 directivos y recortar en un 10% la remuneración del consejo.
William Clay Ford va más allá. El bisnieto del fundador de la compañía dejó de percibir el salario base desde que se hizo con las riendas en 2001. El año pasado, incluso, anunció que renunciaba a todo tipo de compensaciones hasta que la firma se recuperara. Ese mismo año, todos sea dicho, recibió 1,7 millones en opciones.
Claro que también hay veces en las que esta iniciativa no convence a los trabajadores. En VW, durante la etapa de recorte de costes emprendida por el anterior presidente Bernd Pischetsrieder, la directiva propuso congelar sus sueldos si los empleados hacían lo mismo. Los sindicatos se mostraron en contra. 'Las congelaciones hacia arriba, con sueldos elevados, no son iguales que las congelaciones hacia abajo'.
Impulso al coche de los 3.000 dólares
El presidente Carlos Ghosn confirmó ayer que la empresa trabaja en el desarrollo un coche 'súper barato', que saldría al mercado con un precio de unos 3.000 dólares (2.240 euros al cambio actual), y que se destinaría al mercado indio. El directivo precisó que por el momento no se ha adoptado una decisión sobre la fecha para iniciar su comercialización.La firma india Tata planea lanzar un coche con un precio de 2.500 dólares (1.865 euros).