España quiere hacer negocio en Arabia Saudí
El Gobierno está dispuesto a darle un fuerte impulso a las relaciones comerciales con Arabia Saudí. A pesar de ser el séptimo suministrador de crudo de España (el 6,2% del petróleo que consume España procede de ese país) y ser el segundo socio comercial de Oriente Medio, las exportaciones españolas apenas rozaron los 700 millones de euros en 2006 (el 1,6% de las ventas mundiales a ese país). Algo similar ocurre con las inversiones directas, que apenas llegaron a los 500.000 euros anuales entre 2003 y 2005. Con estas cifras, la balanza comercial entre ambos países es claramente desfavorable para España, con un déficit de 2.417 millones de euros en 2006.
Para subsanar este desequilibrio, el Ejecutivo aprovechó ayer el primer día de la visita del rey de Arabia Saudí, Abdala Bin Abdelaziz, para organizar un encuentro entre empresarios españoles y saudíes con dos puntos en la agenda: la presentación de un fondo de 1.000 millones de dólares (746 millones de euros) para inversiones hispano-saudíes en infraestructuras y energías y la firma de un convenio para evitar la doble imposición.
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, destacó ante los representantes de unas cincuenta grandes compañías españolas del sector financiero, energético, construcción o ingeniería, la importancia de este acuerdo, 'teniendo en cuenta la apertura a la inversión extranjera y los importantes incentivos existentes', señaló.
Sin embargo, Díaz Ferrán señaló que la colaboración en materia de energía e infraestructuras 'servirá de ejemplo para otros sectores en España, Arabia Saudí y terceros países'.
Buena prueba de ello es el primer contrato firmado el pasado 4 junio por la tecnológica Indra, que instalará su sistema de gestión de centrales en una planta de ciclo combinado que está construyendo un consorcio árabe-japonés. El importe del proyecto es de 1,1 millones de euros y el plazo de ejecución de un año. También ha tenido especial relevancia los contratos firmados por Isofotón, fabricante de paneles solares, que ya se ha presentado a varios concursos para participar en la construcción de desaladoras alimentada por energía fotovoltaica.
Pero el grueso de las inversiones irán a la construcción. Así, OHL ha presentado una oferta para un tramo de la obra del ferrocarril que irá entre La Meca-Medina, y un consorcio formado por Isolux-Corsan, Elecnor, Cobra, Renfe, Talgo, Comsa, FCC, Typsa e Imantia ha presentado una oferta por el total de la obra ferroviaria. Por su parte, la filial de aguas de Ferrovial, Cadagua, se adjudicó en 2002 el diseño y la ingeniería de una desaladora en la zona por un valor de 19,2 millones de euros.
Un fondo privado de 746 millones
La principal peculiaridad del fondo para inversiones hispano-saudí, cuya creación se concretó en la visita que los reyes de España realizaron en abril de 2006, es que, a diferencia de la mayoría de este tipo de fondos, que suelen financiarse con dinero público, se realizará a través de aportaciones privadas de inversores españoles y saudíes. Asimismo la gestión también será privada y recaerá en las firmas Morgan Stanley, Cheyne Capital y Arox Capital.Con una dotación inicial de 1.000 millones de dólares (746 millones de euros), el Fondo se creó en abril de 2006, se presentó el pasado mes de mayo a los empresarios saudíes y ayer se hizo público a la delegación empresarial española. De los 746 millones, el 90% del dinero se destinará a Arabia Saudí y el resto se destinar a otros países de Oriente Medio y Norte de África. La dotación mínima de cada proyecto será de 75 millones de euros, y la máxima de 150 millones.