Juicio a un ex directivo de Daimler acusado de defraudar 41 millones
Un ex directivo de DaimlerChrysler se enfrenta a un proceso judicial, acusado de haber falsificado las firmas de sus supervisores y de fraude por valor de 41 millones de euros, de los cuales 25 ya han sido confiscados por la justicia alemana.
Jürgen Schiefer, de 41 años, fue acusado en noviembre de 2006 de haber estado firmando entre 2000 y 2005 la compra de servicios que nunca llegaron a realizarse, para cuyo trámite, el empleado de la alemana hubo de falsificar las firmas de sus superiores.
Otras tres personas del departamento de finanzas de la empresa, según informa el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, han sido acusadas de complicidad en las actividades fraudulentas de Schiefer. El proceso judicial, uno de entre los múltiples abiertos contra la firma en los últimos años, durará hasta la semana que viene.
æpermil;sta no fue la única noticia negativa publicada ayer sobre la empresa. Smart, la marca de coches urbanos, le sigue costando muy cara a DaimlerChrysler, nueve años después de su nacimiento. La marca ha perdido 3.900 millones de euros entre los ejercicios 2003 y 2006, según las cifras facilitadas por cifras internas recogidas por el periódico alemán Handelsblatt.
La división no sólo no ha registrado beneficios, nunca, sino que cada vez pierde más. En 2003, los números rojos fueron de 351,9 millones. Un año después, se habían ampliado a 697 millones; a 1.200 millones y hasta a 1.600 millones el último ejercicio.
DaimlerChrysler asegura, de hecho, que de no ser por la carga de Smart, la corporación habría registrado un resultado operativo por encima de los 4.000 millones. Por eso, la compañía lanzó a finales de 2006 un plan de reestructuración de la gama para hacerla rentable este mismo año. Se eliminaron varias versiones y se limitaron a un sólo modelo, el ForTwo, dotado, eso sí de dos versiones distintas.