Deutsche Telekom promete una disciplina financiera estricta en las adquisiciones
El presidente de Deutsche Telekom no quiere enviar mensajes equivocados al mercado. La operadora alemana participa en estos momentos en la puja por la filial de móvil de France Télécom en Holanda, pero eso no significa que vaya a reeditar la política de adquisiciones desaforadas de principios de década, que llevó a la compañía a disparar su deuda a 70.000 millones de euros.
René Obermann, máximo ejecutivo de la operadora estatal alemana, prometió ayer en una conferencia una 'disciplina financiera estricta' en materia de compras. Las adquisiciones, además, se centrarán en la expansión de la filial de móvil, T-Mobile, fuera del mercado alemán.
Por ahora, Obermann no ha dado muestras de excesivo talante comprador. La adquisición de Orange Holanda sería la primera de su mandato.
El ejecutivo se ha centrado más bien en vender firmas -como su filial española Yacom- o recortar costes a través de reducciones de empleo. Y estas últimas son las que más quebraderos de cabeza le están dando a Obermann. Su proyecto de crear una nueva empresa a la que trasladar a 50.000 empleados con menos sueldo y más trabajo ha sido contestado con cinco semanas de huelga. Los sindicatos, sin embargo, decidieron ayer volver a negociar.