El Gobierno de Lula anuncia ayudas por el alza del real
El Gobierno brasileño anunció ayer un paquete de medidas tributarias y un auxilio financiero por unos 1.546 millones de dólares para empresas más perjudicadas por la fuerte revalorización del real frente al dólar, un fenómeno que mantiene en vilo a miles de empleos industriales en el país. El programa fue anunciado por los ministros de Hacienda, Guido Mantega; Industria y Comercio Exterior, Miguel Jorge, y por el presidente del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) en la capital federal, Brasilia.
Los incentivos fiscales y financieros se suman a las medidas monetarias ya dictadas por el Banco Central para hacer que los bancos reduzcan el volumen de fondos destinados a la especulación con el dólar a futuro y que no han podido frenar la caída de la divisa en el mercado local.
Las nuevas medidas "están dirigidas a sectores con más problemas con la valorización cambiaria, para combatir los efectos de esa sobre valorización y de la competencia depredatoria en algunos sectores, como textil y confección", dijo Mantega en una rueda de prensa.
Sólo en lo que va de año, el real brasileño ha ganado un 10,97% frente al dólar estadounidense, en un proceso hasta ahora sostenido que preocupa a empresarios, académicos y economistas.
"Necesitamos una carga tributaria menor, porque Brasil tiene una carga superior a los de nuestros países competidores", dijo Mantega al explicar las medidas fiscales y las financieras, que buscan reducir los costes que enfrentan las empresas tomadoras de créditos y que también son muy superiores a las de sus competidoras. El ministro anunció que el BNDES concederá una línea de crédito de 3.000 millones de reales (unos 2.546 millones de dólares al tipo de cambio de ayer de 1,94 por dólar) a través de tres líneas financieras y con tasas de interés subsidiadas muy por debajo a las vigentes en el mercado brasileños, donde operan los tipos más altos del mundo en términos reales y nominales.
Tres líneas financieras
Este programa incluye tres líneas: una para capital de giro, otra de financiación de inversiones y otra de créditos a la exportación para pymes con una facturación anual de hasta 300 millones de reales, como las de calzado, confección, textil y muebles.
La tasa definitiva para los créditos de capital de giro será del 8,5% y el tomador, si los paga a tiempo, consigue una reducción del 20% hasta un 6,8%. Tendrán un plazo de 36 meses con 18 de gracia. La línea de financiación de inversiones tendrá un tasa del 7% y con el bono de puntualidad puede quedar en el 5,6%, las mismas condiciones regirán para el crédito a las exportaciones de estas pymes.
"Todo el mundo sabe que Brasil tiene tasas más elevadas que otros países y podemos apenas ecualizarlas y mantener tipos reales positivos. Se mantienen un poco más bajas, pero están rigurosamente dentro de las normas de la Organización Mundial de Comercio [OMC]", dijo el ministro.
De esta manera, descartó que las tasas subsidiadas puedan ser interpretadas por competidores de Brasil como una competencia desleal. "Estas tasas son las menores en la historia del país, pero compatibles con las cobradas por los competidores de Brasil. Estamos dando condiciones de igualdad y competitividad", recalcó el ministro.
En el mercado financiero brasileño las tasas de interés para capital de giro de empresas llegan hasta 80% anual.
Por la parte tributaria, se dejarán de exonerar los tributos que afectan a nuevas inversiones, compra de insumos, bienes de capital y materias primas. También se sustituye el cobro de impuestos de aduana por el valor de las importaciones textiles por un impuesto por kilo de mercancía, para evitar la subfacturación de importaciones baratas, explicó el ministro.