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Inmobiliario

Reyal debuta con un alza del 8% aunque vale menos de lo que pagó por Urbis

Tras la absorción de Urbis, la inmobiliaria se estrena con un capital flotante mínimo, de apenas el 4%, y sin haber dado al mercado estimaciones de beneficios para el nuevo grupo.

Una nueva compañía inmobiliaria comenzó a cotizar ayer en el parqué, aunque con el sigilo que impone el actual clima bursátil adverso para el sector. Fue el primer día de cotización para Reyal Urbis, resultante de la fusión entre Reyal y Urbis, que fue adquirida por la primera después de una opa por 3.317 millones de euros. Las acciones de la nueva Reyal Urbis salían a un precio de partida de 10 euros, consecuencia de una ecuación de canje de tres acciones de Reyal por cada cinco de Urbis. Y finalizaron la jornada con un alza del 8%, aunque este avance no ha sido suficiente para alcanzar un valor de mercado equivalente al precio que ofreció Reyal en su opa por Urbis. Tras la jornada de ayer, la nueva compañía vale en Bolsa 3.155,83 millones de euros, 161 millones menos del importe de la opa.

Su estreno bursátil está limitado además por el mínimo free float de la compañía, de poco más del 4% del capital. Así, el accionariado del grupo está controlado al 75% por la familia Santamaría y otro 20% está en manos de inversores institucionales, entre los que aparecen Inmobiliaria Lualca, Corporación Financiera Issos, EBN Banco de Negocios, Ibercaja, Unicaja y Porcelanosa.

Tras su salida a Bolsa como una nueva compañía fusionada, Reyal Urbis tenía previsto realizar una ampliación de capital de hasta 800 millones de euros con la que reparar la falta de liquidez del valor, pero la decepcionante OPV de Realia, que ha obligado a una fuerte rebaja en el precio de salida con tal de asegurar la colocación, forzó un cambio de planes. Así, Reyal Urbis anunció la semana pasada la suspensión de la citada ampliación ya que 'en estos momentos, el mercado no discrimina de manera adecuada entre los diferentes segmentos, modelos de negocio y las empresas que configuran el sector', según justificó la compañía en un comunicado.

Además de dar liquidez a la acción, la ampliación de capital buscaba sobre todo rebajar la deuda en que había incurrido la compañía con la compra de Urbis. Su suspensión sería también por tanto 'un síntoma de confianza en su propio negocio y un mensaje al mercado de que Reyal Urbis no está dispuesta a regalar sus acciones', señala Santiago Barroso, analista del sector inmobiliario de Sogeval. De hecho, el mercado únicamente está dispuesto a aceptar nuevos títulos de inmobiliarias si incluyen un considerable descuento, como fue el caso de Realia, según reconocen desde Renta 4.

En este sentido, la próxima prueba de fuego para el sector será la ampliación de capital que tiene prevista Colonial por un importe de 700 millones de euros.

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