El último gestor de Sintel declara que perdía tres millones al mes
El último administrador de Sintel, Carlos Gila, declaró ayer ante la Audiencia Nacional que la compañía perdía tres millones de euros al mes cuando la compró a MasTec, propiedad de los Mas Canosa, al precio de un euro en marzo de 2001. Contaba con un déficit de 18,03 millones de euros.
Gila compareció por un presunto delito de insolvencia punible en la venta y posterior quiebra de Sintel, que dejó a 1.828 trabajadores sin empleo y un agujero patrimonial de casi 60 millones.
El imputado explicó que Telefónica 'nunca pagó' a Sintel los 45,08 millones de euros por la quiebra de su filial, en contra de lo que la empresa siempre sostuvo, según informaron fuentes jurídicas. Gila negó cualquier relación con Telefónica y explicó que fueron los accionistas de Sintel Jesús Roa y Carlos Tejera, también imputados, los que le requirieron como 'experto en reflotar empresas'. El imputado declaró que fue la Administración del Estado quien le exigió comprar Sintel porque querían a 'un interlocutor'.