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CincoSentidos

El regreso de Carlos Oyarbide

Sólida cocina de respeto al producto en La Moraleja

Carlos Oyarbide ha reaparecido en la escena gastronómica tras una larga temporada en la que se le había perdido la pista, cuando por problemas administrativos cerró su exitoso restaurante de El Plantío, en Majadahonda. Ahora salta de nuevo a la palestra al inaugurar un negocio en La Moraleja.

Carlos Oyarbide es el nombre elegido para un elegante local en el que se cuidan los detalles: vajillas de Limoges, cristalería de Baccarat y Ridel, pinturas contemporáneas... un ambiente muy apropiado para la clientela potencial de la zona.

Además del salón principal y el reservado, es el pequeño comedor abierto a la cocina el que tiene mayor encanto, con un curioso suelo que se ilumina por las noches, mesas de cristal y sillas de metacrilato desde las que se ve trabajar al equipo de Oyarbide. Es una cocina de corte tradicional de respeto al producto, que se actualiza en presentaciones y puntos de cocción y que en ocasiones se introduce en el ámbito de lo creativo con menos convencimiento.

Así, resulta desconcertante su caviar de aceite con huevas de salmón y sorbete de pepino o la copa de caviar imperial con puré de patata y consomé translúcido (estupendo el caldo, pero el caviar, difícil de comer, queda anulado en un conjunto que no funciona). Sin embargo, están muy bien las suaves alubias rojas de Tolosa, el rissotto de pulpo, un fresquísimo mero al horno con tomate chafado, clorofila de calabacín y corujas o las propuestas de caza (magnífica la becada, jugoso el pichón con canela). Para el final, carro de quesos y postres clásicos, como la panchineta o la tarta fina de plátano. Bodega bien seleccionada y servicio acorde al local. Igual que los precios.

Dirección: Azalea, 1. Edificio Minipark 1. La Rotonda del Soto, La Moraleja (Madrid). Tel.: 91 650 31 92.

Precio: Menú degustación 85 euros (sin vinos ni IVA). A la carta, 90-100 euros.

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