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PSOE

Simancas abandona y cede a Zapatero la gestión de la crisis del partido en Madrid

El deseo de José Luis Rodríguez Zapatero de congelar la crisis del PSOE en aquellos territorios donde resultó más castigado en las elecciones autonómicas y municipales sufrió ayer un nuevo revés con la dimisión de Rafael Simancas como secretario general del Partido Socialista de Madrid. Las presiones ejercidas por los alcaldes del sur y por otras familias socialistas condujeron ayer a Simancas a tirar la toalla después de siete años en el cargo.

Este abandono llega a siete días de la derrota electoral en Madrid y pocas horas después de que se cerrara un principio de acuerdo entre las diferentes corrientes del Partido Socialista madrileño (PSM) para repartirse los cargos del grupo municipal. Simancas había conseguido que âscar Iglesias, procedente del sector guerrista, fuera aceptado como portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de la capital y que compartiera la dirección del mismo con personas procedentes del equipo del ex candidato Miguel Sebastián, el primero en pegar la espantada, y del llamado sector socialdemócrata, otra de las familias que pueblan la variopinta ex Federación Socialista Madrileña. Este cóctel no gustó en la sede federal del PSOE, donde se apuesta por la introducción a fondo del bisturí, y no por soluciones que equivalgan a 'cambiarlo todo para que todo siga igual'. Así se le hizo saber al propio Simancas y éste optó ayer por entregar su cabeza a Zapatero durante una entrevista en La Moncloa.

La principal ventaja que tiene para el presidente del Gobierno el abandono de Simancas tras haber fracasado su apuesta inicial por congelar la crisis en el PSM hasta después de las elecciones generales, es que la gestión del caos, como la calificaron ayer algunas fuentes socialistas, la hará la propia dirección federal del PSOE a través del secretario de Organización, José Blanco. Este último nombrará en breve una gestora que gobernará el partido en Madrid hasta la celebración de un congreso extraordinario. Si la paz se abre paso a corto plazo, dicho congreso podrá celebrarse en julio. De lo contrario, tendrá que esperar hasta el otoño.

Dirigentes territoriales tocados

Blanco calificó ayer de 'noble' la actitud de Simancas, olvidando que hay otros dirigentes territoriales del partido en su misma situación que han seguido al pie de la letra las instrucciones dadas por Zapatero de frenar las crisis de sus respectivas organizaciones hasta después de las próximas elecciones generales. Es el caso de Joan Ignasi Plá en la comunidad valenciana o de Ángel Villalba en Castilla y León. A la vista de lo ocurrido en Madrid, no está garantizado que ambos puedan mantenerse en sus cargos hasta las legislativas.

Fuentes socialistas informaron ayer que en la decisión de Simancas de tirar la toalla pesó también el precedente protagonizado la semana pasada por el ex candidato al Ayuntamiento Miguel Sebastián, quien ha dejado desprotegidos en el grupo municipal a algunos de los concejales que le escoltaron en la campaña electoral, entre ellos el economista Pedro Sánchez y David Lucas, con experiencia de gobierno en la Corporación Municipal de Getafe. Tampoco se conoce qué será finalmente de Pilar Gallego, ex subdelegada del Gobierno en Madrid y amiga de Zapatero, a la que el frágil acuerdo alcanzado el domingo en el PSM colocaba de número dos de âscar Iglesias en el grupo municipal.

Desde la muerte del ex alcalde Enrique Tierno Galván, la secuencia electoral del PSOE en Madrid capital muestra un continuo declive, frenado temporalmente durante las candidaturas de Fernando Morán (1999) y Trinidad Jiménez (2003), que tampoco valieron para recuperar el gobierno municipal.

Fecha electoral

Los mensajes de José Luis Rodríguez Zapatero a la dirección del PSOE son inequívocos, con independencia de su valor: las legislativas no se adelantarán al otoño. El presidente anunciará en el debate del estado de la nación de julio nuevas medidas de gobierno.

El PSOE teme un pacto entre CC y el PP en Canarias

De las tres comunidades autónomas cuyo gobierno quedó en el aire tras las elecciones del pasado 27 de mayo, Canarias es la que en estos momentos más lejos está del alcance de los socialistas. La información transmitida a la dirección del PSOE por el ex ministro Juan Fernando López Aguilar, candidato a la presidencia del Gobierno canario, apunta a la existencia de un pacto casi cerrado entre el PP y Coalición Canaria para gobernar las islas, a pesar de haber sido las dos formaciones políticas perdedoras en las elecciones autonómicas. Dicho pacto se habría forjado a partir de la mala relación personal que mantienen el propio López Aguilar y el presidente de Coalición Canaria, Paulino Rivero. Un primer paso lo han dado ya el PP y CC con el acuerdo alcanzado en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Las dos formaciones políticas gobernaron Canarias en la primera parte de la anterior legislatura, pero más tarde rompieron su pacto y CC heredó un gabinete en minoría.Aún faltan por despejarse los gobiernos de Navarra y Baleares.

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