Holanda ataca al órgano de la UE que controla la fiscalidad desleal
Holanda quiere desmantelar el grupo de expertos encargado de frenar la competencia fiscal desleal entre los socios de la Unión Europea. Bruselas teme que la decisión precipite la proliferación de regímenes basura y dispare el dumping fiscal.
Holanda, según fuentes diplomáticas, ha expresado esta semana a los socios comunitarios su negativa a que el grupo de vigilancia sobre la fiscalidad de las empresas continúe su labor. El Gobierno de Jan Balkenende atribuye su actitud a la falta de transparencia de un foro que dirige con mano inflexible la representante del Tesoro británico, Dawn Primarolo.
Durante casi una década ese grupo ha representado el mayor esfuerzo de la Unión Europea para evitar que los socios se arrebaten entre sí la inversión empresarial a base de medidas fiscales ilegales.
Desde 1998, el grupo ha escrutado más de 500 ofertas impositivas y ha obligado a modificar o suprimir 350 de ellas. Entre su víctimas figuraron las vacaciones fiscales vascas o las exenciones ofrecidas por Gibraltar.
La Comisión ha identificado hasta 30 regímenes fiscales 'perjudiciales' entre los nuevos miembros
El próximo martes, los ministros de Economía y Finanzas de la UE deben acordar la continuidad de ese trabajo de supervisión. Pero la objeción presentada por Holanda puede frustrar ese objetivo. Sobre todo, porque ya ha recabado el apoyo de otros países (como Bélgica, Hungría o Letonia) que han sufrido con frecuencia el rigor del grupo Primarolo.
Otras delegaciones, aunque reconocen que el método de trabajo puede mejorarse, temen que la paralización del grupo propicie la proliferación de regímenes ilegales en un momento en que arrecia la competencia fiscal en el seno de la UE. En vísperas de la ampliación de 2004, la Comisión Europea identificó hasta 30 paraísos fiscales en los 10 nuevos socios de la UE.
'Desmantelar el grupo iría en contra de las tendencias internacionales', advierte una fuente diplomática. 'La OCDE, por ejemplo, está trabajando con un modelo similar'.
Para la UE, sin embargo, el mantenimiento de la disciplina parece haber llegado a un punto de inflexión. Hasta ahora, los Gobiernos se comprometían voluntariamente, en el marco del grupo Primarolo, a retirar unos regímenes que fuentes diplomáticas no dudan en calificar como 'basura'.
España y Francia han recordado a Holanda que el éxito del grupo ha estribado, precisamente, en su flexibilidad y en la falta de reglas estrictas para imponer su disciplina, a modo de código de conducta.
Desde la ampliación, sin embargo, resulta cada vez más difícil lograr el consenso necesario para forzar a un gobierno a claudicar. Tal vez, con o sin Holanda, el grupo Primarolo en su versión actual, haya llegado a su fin. Quizá por eso los pasillos comunitarios sitúan a la eficiente funcionaria como ministra en el futuro Gobierno de Gordon Brown.