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Energía

Argelia invita a Enagás a participar en el gasoducto del Sahara

El Gobierno argelino ha pedido a Enagás que participe en el consorcio que construirá el gasoducto transahariano que promueven Sonatrach y la nigeriana NNPC. Con una inversión de 10.000 millones de dólares, el tubo tendrá una capacidad equivalente al 25% del consumo de la UE. Enagás estudia la propuesta.

El ministro argelino de Energía y Minas, Chakib Khelil, ha invitado a Enagás a participar en el macroproyecto de construcción de un gasoducto transahariano (el Trans-Saharan Gaz Pipeline, o TSGP) que, con una inversión de 10.000 millones de dólares (7.400 millones de euros), discurrirá a lo largo de 4.500 kilómetros entre Nigeria, Níger y Argelia hasta la costa mediterránea.

La invitación fue cursada por Khelil al presidente de Enagás, Antonio Llardén, durante el Congreso de GNL (Gas Natural Licuado) que se celebró recientemente en Barcelona. Según fuentes próximas a la compañía, Llardén respondió al ministro argelino que 'Enagás estudiará con mucho interés la propuesta', que será aceptada 'siempre que ello suponga un beneficio para España'.

El Gobierno argelino se sintió muy decepcionado en su día, cuando la compañía española, bajo la presidencia de Antonio González-Adalid, declinó otra invitación similar para entrar a formar parte del proyecto de Medgaz, la sociedad que promueve el gasoducto entre Argelia a España, por Almería, y cuyo socio principal es el grupo estatal argelino Sonatrach, con un 36%. En ella también participan las españolas Cepsa, Iberdrola y Endesa. González Adalid rechazó la invitación por considerar que el operador y transportista del sistema del gas español no debía participar en proyectos internacionales, pese a que el Gobierno del PP no lo vio con malos ojos.

La inversión del proyecto, que estará listo en 2015, asciende a 7.400 millones de euros

También Sonatrach es la promotora del macroproyecto TSGP, que comenzó a diseñarse hace unos cinco años, aunque, en este caso, junto con su homóloga nigeriana NNPC. En mayo de 2005, tras un plan de acción previo, las dos petroleras encargaron a la consultora británica Penspen IPA la elaboración del plan de viabilidad de un proyecto cuya puesta en marcha se prevé para el año 2015.

Según datos públicos ofrecidos por las compañías promotoras, la capacidad de transporte del gasoducto variará entre 20 bcm (mil millones de metros cúbicos) y 30 bcm anuales. Esto equivale al 25% de las necesidades de gas natural de la Unión Europea. El gasoducto arranca en Lagos (Nigeria) y atraviesa Níger y Argelia hasta Beni Saf, en la costa mediterránea. Precisamente, es el puerto del que parte el gasoducto de Medgaz, por lo que éste será el enlace probable para el gas del transahariano hacia Europa. De los 4.500 kilómetros de longitud que tiene el gasoducto en proyecto, más de 2.000 kilómetros transcurren en territorio argelino.

El plan de viabilidad del proyecto subraya que la rentabilidad del mismo está asegurada gracias a las grandes reservas de gas de Nigeria y su proximidad al mercado europeo. Además, permitirá la diversificación de las fuentes de suministro y un mejor aprovechamiento de la red. En estos momentos, la ley española impide que más de un 60% del gas natural que se consume en el mercado proceda de un único país.

Otras empresas

Sonatrach y NNPC tienen intención de invitar a otras grandes energéticas europeas a participar en el consorcio, para lo cual preparan una ronda por la UE en los próximos meses.

La invitación de Argelia (que requerirá el visto bueno de la CNE) responde a las 'buenas relaciones que las autoridades mantienen con Enagás', señalan en el sector. De hecho, ésta es la encargada del tramo Almería-Chinchilla, que unirá el Medgaz con la red de gasoductos española.

Coordinados para el tramo terrestre de Medgaz

Aunque Enagás no participa en el proyecto de Medgaz, cuyas obras comenzarán este verano y está previsto que acaben en 2009, el gestor de la red de gasoductos españoles desempeña en él un papel relevante. La compañía que preside Antonio Llardén es la encargada de realizar el tramo terrestre de Medgaz, cuyo tubo muere en la costa de Almería, hasta Chinchilla (Albacete). Este proyecto tiene, a su vez, dos tramos: el primero, hasta Lorca (Murcia) y, el segundo, desde esa localidad hasta Chinchilla.Todo está previsto y coordinado para que las obras de Medgaz y las de este enlace terminen a la vez. En marzo de 2006, Enagás recibió una autorización directa para realizar un proyecto, que está pendiente del informe favorable del Ministerio de Industria y de la declaración de impacto medioambiental.El eje de Chinchilla enlazaría, por la derecha, con el gasoducto que transcurre a lo largo de la costa mediterránea hasta Cataluña y, por la izquierda, a través de Alcázar de San Juan, con el que discurre por el centro, desde Madrid hasta la frontera francesa (por Larrau) en el Pirineo navarro. Tras el acuerdo alcanzado con el Gobierno galo, está previsto que la capacidad de esta interconexión se duplique.Dada la saturación de estos dos gasoductos, no se descarta en el futuro que el operador construya un tercer tramo central desde Chinchilla hasta el norte, en este caso, por Zaragoza u otro punto de Aragón.En cualquier caso, todo indica que la gran conexión del gas argelino (o nigeriano, una vez que se ejecute el macroproyecto transahariano) con Europa, sólo será factible a través de un gran proyecto promovido por la propia Unión Europea, al margen de los intereses particulares de los países miembros.

El proyecto balear, tras el verano

La compañía Enagás ha obtenido la declaración de impacto ambiental del gasoducto que unirá Baleares con la Península y espera haber recibido en junio la autorización definitiva para el inicio del proyecto. No obstante, la construcción se abordará después del verano para respetar la campaña turística, dijo el presidente del gestor técnico del sistema gasista, Antonio Llardén, a Europa Press.

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