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Impuestos

La inflación ensombrece las rebajas fiscales del IRPF

La inflación está saliendo cara a los ciudadanos en forma de mayor pago de impuestos. Sobre todo por la decisión de los últimos Gobiernos de no deflactar al 100% (descontar el IPC de los parámetros tributarios) el IRPF. Así lo asegura el estudio La erosión inflacionista del poder adquisitivo de los contribuyentes entre 2003 y 2007, elaborado por José Félix Sanz y Desiderio Romero, profesores de la Universidad Complutense y la Universidad Rey Juan Carlos, que será publicado próximamente en los Cuadernos de Información Económica de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas).

En el mismo, los autores demuestran que los principales damnificados por la no correcta deflactación del IRPF han sido las familias. 'La sensibilidad a la inflación es relevante, en especial en aquellas unidades familiares con mayores cargas, ya sea a través de hijos, personas dependientes o créditos hipotecarios', asegura Sanz.

Simulación

Los profesores han realizado una simulación sobre un panel de 12,9 millones de hogares en la que comparan lo tributado por ellos en el IRPF con lo que debían haber pagado para hacer neutral el impuesto frente a la inflación real que hubo en cada uno de los ejercicios.

Según sus cálculos, el Estado recaudó 5.895 millones de más de 2004 a 2006 por la no actualización de mínimos y deducciones y la actualización incompleta (sólo en función del IPC previsto) de la tarifa del impuesto, realizada en el último año. Esta mayor recaudación para el fisco (mayor pago de impuestos para las familias) se reparte entre 2004 (991,8 millones de euros); 2005 (2.059 millones) y 2006 (2.844 millones). Los autores recalcan en el estudio que frente a las previsiones 'poco creíbles' del 2% de inflación del Ejecutivo para esos tres ejercicios, el IPC real fue del 3,7%, el 3,2% y 3,7%, lo que originó un incremento real en la recaudación superior a la que le correspondería excluyendo el aumento de los precios.

'Esta cantidad supone, en media, un incremento efectivo de la presión fiscal global por IRPF del 6,33%, mientras que el alza de la carga fiscal marginal ha sido del 3,92%'.

Para eliminar el 'efecto inflación', los autores afirman que hubiese sido necesario indexar además de la tarifa, 'los mínimos personales, los mínimos familiares, las reducciones de rentas laborales y las deducciones en la cuota del impuesto'.

Con estos cálculos, los autores creen que el coste recaudatorio de la reforma fiscal que acaba de entrar en vigor el 1 de enero (cifrado en 1.571 millones de euros anuales por los profesores y en 2.000 por el Ejecutivo) 'se encuentra sobradamente financiado con cargo a los incrementos encubiertos del impuesto entre los meses de enero de 2004 y 2007'.

La UE destina el triple de ayudas que España

Uno de los colectivos más damnificados por la no actualización de la inflación en el IRPF son las familias, insistió también José Barea, catedrático emérito de Hacienda Pública en la Universidad Autónoma de Madrid, en una pasada jornada organizada por Funcas.Prueba de ello, como mostró en su intervención, son las estadísticas, que indican que 'España dedica una tercera parte del esfuerzo que hacen los países de su entorno a este capítulo'. Así, entre 1996 y 2004, la aportación española a esta partida no superó el 0,7% del PIB, mientras que durante ese mismo periodo en la zona euro, el esfuerzo llegó al 2,3% del PIB. La diferencia es mucho más alta si se comparan las estadísticas de España con Luxemburgo (4,1%), Finlandia (3,8%) o Alemania (3,1%).æpermil;stas se repiten si se analizan las prestaciones dedicadas a la familias sobre el total, ya que en España representan un 3,5%, mientras que la media de la zona euro llega al 8%.

Ahorro de 1.000 millones si se amplía la deducción por maternidad

Si el Gobierno cumple con su intención de ampliar la deducción por hijos pequeños a todas las madres, independientemente de si trabajan o no, el coste para las arcas públicas (ahorro para los contribuyentes) sería de 1.006 millones anuales, según los cálculos del profesor Sanz. La medida tendría un efecto positivo en el bienestar de los hogares, ya que representaría un incremento de renta de 92 euros al año a corto plazo y de 214 euros en el largo plazo.Otro de los baremos que no se han deflactado han sido las deducciones fiscales por compra de vivienda que se hayan topadas desde hace años en 9.000 euros anuales. El no descontar la inflación ha provocado, según el estudio, perdidas por 110,5 millones de euros para los contribuyentes con hipotecas en esos tres años.La ampliación de la capacidad normativa de las comunidades para subir o bajar impuestos ha provocado una guerra fiscal para fijar ayudas familiares, ya sea a través del IRPF, el impuesto de patrimonio o el de sucesiones y donaciones.

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