Segura propone que la CNMV sea como el Banco de España
El presidente de la CNMV, Julio Segura, defiende la reoganización de la supervisión financiera para centrarla sólo en Banco de España y CNMV. Para ello se necesita reforzar la autonomía de la Comisión en términos jurídicos -ahora está sometida a la ley de funciones de la administración- y presupuestarios.
Una CNMV que se ocupe de la conducta de las entidades, del cumplimiento de las normas y de la protección del inversor. Y un Banco de España que vele por la solvencia y por el control de los riesgos financieros. El presidente de la Comisión, Julio Segura, en un artículo firmado a título personal junto con el ex subgobernador del Banco de España Gonzalo Gil y publicado en la revista de la entidad Estabilidad Financiera, aboga por la transformación del modelo actual hacia el llamado holandés o Twin Peaks.
Además de una mayor colaboración, institucionalizada y flexible, entre las entidades, Segura aboga por eliminar las asimetrías entre ellas. Así, mientras el banco es totalmente autónomo, la CNMV está sometida a las normas y leyes de funcionamiento de la administración. Su prespupuesto depende del los presupuestos del Estado y no puede desviarse sin permiso del Ejecutivo. 'Lo significativo de las divergencias no proviene de que ambas instituciones hayan de ser idénticas en materia supervisora por un mero formalismo jurídico, sino de que las mayores restricciones sobre la actuación de la CNMV restan en algunos aspectos flexibilidad -y, por tanto, eficacia- a su funcionamiento, y de que la autonomía presupuestaria es un claro indicador de autonomía funcional', señala.
El planteamiento de Segura -que escribió el artículo antes de ser presidente- es similar al que estudió hace tres meses Economía y que trasladó al PP. Exigiría eliminar las competencias de supervisión de la Dirección General de Seguros, algo que iría en línea con las recomendaciones de los organismos internacionales. Seguros ejerce de legislador y supervisor, algo que contraviene las recomendaciones de los acuerdos de Basilea.
Sus competencias se las repartirían el Banco de España -supervisión prudencial- y la CNMV, que se ocuparía de las normas de conducta. 'Se solventaría la única incoherencia del modelo español, pero quedarían dos pequeños ajustes', señalan Segura y Gil. Ajustes que supondrían un reparto de competencias según esta misma línea, lo que evitaría, por ejemplo, que la relación de una entidad financiera con su cliente esté sometida a tres supervisores.
Las ideas del presidente de la Comisión
1 Igualar el estatus legal de la CNMV con el del Banco de España es una de las propuestas de Segura. El banco no está sometido a la normativa de la administración del Estado y la Comisión sí. Los presupuestos del banco no consolidan en los del Estado y los de la Comisión sí. El régimen de incompatibilidades también es diferente.2 'La posible renovación del presidente de la CNMV atenta a la lógica de la autonomía de la institución', comentan Segura y Gil en su artículo. También consideran que el hecho de que los mandatos sean de cuatro años -el periodo electoral- es otro aspecto 'mejorable'. No ven relevantes las diferencias en el tamaño de los consejos.3 La idea de centralizar en el Banco de España la supervisión prudencial -tanto macro o sistémica como micro o de solvencia de entidades- se justifica 'no por el mero prurito de tener un modelo supervisor puro, sino porque esta función podría llevarla a cabo el banco con menor esfuerzo ... y la ventaja añadida de la experiencia'.4 Y viceversa, 'absorbiendo las entidades de crédito un porcentaje muy elevado de la operativa en los mercados tiene poco sentido que su inspección se hurte al supervisor de conductas y transparencia. La vigilancia de conductas implica un tipo de actuación en la que la CNMV presenta ventajas de especialización'.5 Un tema que los propios Segura y Gil Consideran 'opinable' es un sistema en el que las sanciones las impongan el Banco de España o la CNMV, sin pasar por el poder ejecutivo. Hoy por hoy las sanciones las impone el ministerio o, si son muy graves, el Gobierno. El cambio 'presentaría ventajas obvias respecto a la autonomía'.
'No hay prisa', dice Vegara
La reforma de la supervisión financiera quedará para la próxima legislatura. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, confirmó ayer tras unas jornadas sobre seguros que el eventual rediseño se retrasará al menos hasta 2008, informa Eduardo G. Ercoreca. 'Hay un proyecto sobre la necesidad de avanzar en la independencia del supervisor de seguros, en línea con lo que se ha hecho en otros países y con lo que se recomienda en algunos ámbitos institucionales. ... Debe hacerse sobre la base del mayor consenso posible. No hay prisa, no debe hacerse antes de acabar la legislatura, pero sí hemos mostrado interés en abrir el debate con otras formaciones políticas'. En febrero de este año el Ejecutivo propuso al PP una reforma del sistema de supervisión. Sin embargo, el partido de la oposición no garantizó su apoyo a una iniciativa de este tipo, que en todo caso habría tenido una tramitación muy ajustada dado el calado de las normas a modificar. Eso fue, además, antes de la dimisión de Manuel Conthe provocada por el desacuerdo en la CNMV a la hora de sancionar a Enel y Acciona por entorpecer la opa de Eon. Una dimisión que ha llevado la CNMV al primer lugar de la agenda política de esta campaña electoral. El PP ha denunciado a la cúpula de la Comisión, ha solicitado la reforma del supervisor, así como la apertura de una comisión de investigación.