La UE y Rusia retrasan el acuerdo de alertas sobre cortes energéticos
La cumbre entre Rusia y la UE se cerró el viernes con escasos avances, en medio de la polémica prohibición de asistencia a los opositores de Vladimir Putin. Los bloques esbozaron un borrador de sistema de alerta rápida sobre recortes energéticos, que podría concretarse en otoño.
Rusia y la Unión Europea cerraron el viernes en Samara, al este de Moscú, su trigésima cumbre bilateral. La creciente tensión entre las dos partes ha imposibilitado el comienzo de las negociaciones de un nuevo acuerdo de cooperación. Vladimir Putin actuó por última vez como anfitrión de esa cumbre bilateral. Pero el encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, no ha fructificado en acuerdos concretos. El avance más significativo fue la discusión de un futuro sistema de alerta temprana en caso de cortes de suministro energético.
Ambas partes expusieron sus planes, pero el negociador ruso afirmó el viernes que, de momento, sólo hay un borrador que posiblemente se complete en la próxima cumbre bilateral, a celebrar en Lisboa (Portugal) este otoño. Rusia es el principal suministrador de gas de una UE preocupada por cómo los conflictos entre Moscú y países de paso, como Ucrania o Bielorrusia, han llegado a afectar a su abastecimiento. La intención de Bruselas es elevar la cooperación energética, incluso con acceso de empresas europeas al sector en Rusia. Moscú ha dejado claro que, de momento, no está preparada para limitar el monopolio de la empresa pública Gazprom.
La acritud entre ambos bloques alcanza tal grado que Bruselas, según diversas fuentes, descarta ya comenzar las negociaciones de un nuevo acuerdo de asociación y cooperación que sustituya al firmado en 1997. La UE, según las fuentes consultadas por Cinco Días, se ha resignado a aplazar las negociaciones a la espera de que el Kremlin tenga un nuevo inquilino o Rusia ingrese en la Organización Mundial de Comercio (2009 o finales de 2008, como pronto).
Renovación anual
Ante esta situación, la UE tendrá que conformarse con la renovación anual del actual acuerdo, que no conlleva ninguna garantía concreta sobre relaciones. 'El tema está color hormiga', describe el siniestro panorama un diplomático europeo que ha participado en los preparativos de la cumbre. 'Los problemas se acumulan y una mala relación entre la UE y Rusia repercutirá también en la escena internacional'.
Las principales repercusiones, sin embargo, se sienten en el seno de la UE. Los 27 se encuentran profundamente divididos, y los socios orientales reclaman un endurecimiento de la actitud con Moscú. Alemania, por el contrario, ha forjado una privilegiada relación con el principal proveedor energético del continente.
Mientras, el Kremlin, observa con ironía la desazón de un cliente enganchado a su gas y petróleo con el que disfrutó en 2006 de un superávit comercial de 62.000 millones de euros.
En el ámbito interno, Moscú anunció ayer una inversión de más de 50.000 millones de dólares en tres años para diversificar su economía y limitar su dependencia del gas y del petróleo.
Putin prohíbe el viaje a Gary Kasparov
El presidente ruso, Vladimir Putin, se permitió ayer una prueba más de fuerza ante la crema de la política europea. Las autoridades impidieron que el opositor Gary Kasparov, antiguo campeón mundial de ajedrez, pudiese viajar por vía aérea con otros 20 opositores desde Moscú hasta Samara, para protagonizar una manifestación de protesta contra la política del Kremlin. Acosado por las preguntas de la prensa sobre las detenciones, el presidente Putin arguyó primero que no tenía 'nada en contra' de la manifestación. La presidenta de turno de la UE, Angela Merkel, fue tajante en la misma rueda de prensa: 'Digo muy abiertamente que espero que aquellos que quieran protestar y expresar su opinión esta tarde puedan hacerlo'.Fue entonces cuando Putin calificó lo ocurrido de 'detenciones preventivas que se llevan a cabo en cualquier país'. Merkel replicó que 'no es lo mismo' la actuación de la policía contra manifestantes violentos y la detención de personas que 'sólo se dirigen al lugar de manifestación'.