Examen al valor de la documentación digital
Fesabid 2007 ha intentado delimitar el nuevo escenario digital. El papel de los profesionales y la rentabilidad de la información digital centraron el debate
El ritmo de crecimiento de la información disponible produce un fenómeno de ruido. Damos por hecho que en alguna parte debe estar lo que buscamos pero no sabemos cómo encontrarlo. Y la información no es inteligente', afirmó Santiago Baos, responsable de desarrollo de Invenia, empresa que ofrece soluciones de gestión del conocimiento, durante las jornadas Fesabid 2007, celebradas la semana pasada en Santiago de Compostela, donde se debatió sobre los retos de la actual gestión documental.
Según un estudio de KPMG, internet se ha convertido en la primera fuente de información y, sin embargo, y como sostiene Idoia Salazar, autora de Las profundidades de internet, el espacio de información disponible al que no llegan los buscadores e indexadores es hasta 500 veces mayor. Este inmenso sustrato invisible es el mercado de la información solvente donde proveedores como Thomson -presente en las jornadas- y Reuters han construido su negocio, cuyo maridaje puede alcanzar un volumen de negocio de 8.800 millones de euros y conseguir el 34% del mercado.
La gran preocupación del universo digital en expansión es la pérdida de información. La consultora Forrester Research ha hecho una estimación reciente del coste de pérdida de un registro vital que oscilaría entre 67 y 225 euros. La pérdida de datos es un coste. La información no tiene un instrumento financiero para medirla como sostuvo Tomás Baiget, del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat). Sí cabe, según se puso de manifiesto en las jornadas, valorar y reconocer el capital humano instrumental de los profesionales de la documentación en las organizaciones. Y es que ninguna herramienta de indexación automática puede suplir a un profesional de la documentación, que ayudado de un buen soporte tecnológico es más que rentable. Con esta idea, una empresa presente en las jornadas regalaba una camiseta con el lema en inglés: 'Nunca subestimes la importancia de un bibliotecario'.
Respecto a la tecnología que participa de la gestión documental cabe destacar que Oracle, líder del mercado de bases de datos con un 44%, adquirió recientemente la compañía de gestión documental, Stellent, adentrándose en un segmento de mercado poco conocido, pero que según datos de la consultora Gartner tuvo un volumen de negocio en todo el mundo de 1,7 billones de euros.
La profesión de documentalista está cobrando una viveza inusitada con la explosión de blogs de asociaciones profesionales o de usuarios afines que analizan desde dentro la blogofera. Los entornos colaborativos de intercambio de información hicieron de 2006 el año de la internet social. Sin embargo, hay que reseñar que internet no es un espacio altruista sino un espacio de negocio. Que Google adquiriese Youtube, ejemplo de espacio colaborativo, por 1.100 millones de euros rinde cuenta de este hecho. Que, por otra parte, es una cantidad 100 veces superior a la partida presupuestaria del Ministerio de Cultura español para archivos y blibliotecas, 154,73 millones de euros.
En el acto inaugural, el filósofo José Antonio Marina advertía que el término Era de la Información podría cambiarse hoy por el de Era del Acceso, dado que 1.200 millones de personas en el mundo nunca han realizado una llamada telefónica. Además, se refirió al hábito de la lectura no como placer sino como necesidad.
El futuro analizado en estas jornadas, pasa por los nuevos metabuscadores, el cuestionamiento de la web semántica, la normalización, el data harvesting o la arquitectura de la información, elementos que irán perfilando el retrato del nuevo profesional.
La memoria electrónica recobrada en internet
La apertura de los archivos digitales y permitir el acceso universal en internet a los mismos tiene una indudable rentabilidad social, académica y para la investigación, según quedó expuesto en estas jornadas. Bajo la iniciativa del Open Archive Initiative (OAI), en todo el mundo se brinda la posibilidad de acceder a repositorios que se enriquecen a diario con la contribución de los colaboradores que participan en los mismos, entidades públicas o privadas (paradójicamente una de las primeras acciones en este terreno fue promovida por el magnate George Soros).En España cabe destacar iniciativas como la de la Universidad de La Rioja, Dialnet, un repositorio que es ya referente y que cuenta con más de 100.000 registros a texto completo. El Ministerio de Cultura español ha dado también un paso en esta dirección con el proyecto Pares, en el que los archivos históricos de Indias, Histórico Nacional y de la Corona de Aragón son accesibles de forma libre y desde cualquier PC.También cabe resaltar el proyecto de José Ángel Ezcurra, último editor de la revista Triunfo, en colaboración con la Universidad de Salamanca, que ofrece todo el contenido de una publicación esencial para entender la transición española y que fue cantera para periodistas como Vázquez Montalbán.