Wolfowitz dejará la presidencia del Banco Mundial el 30 de junio
El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial ha aceptado la dimisión de Paul Wolfowitz como presidente del organismo, que se hará efectiva a partir del próximo 30 de junio. "Los directores ejecutivos reconocen la decisión de Wolfowitz de dimitir como presidente del Grupo del Banco Mundial, que se hará efectiva al final del año fiscal, el 30 de junio del 2007", señala un comunicado divulgado este viernes por la entidad. El Consejo ha informado, además, de que "empezará el proceso de nominación de un nuevo presidente inmediatamente".
La dimisión de Wolfowitz ha requerido un largo proceso de negociación ante la demanda de éste de que el comunicado final reconociese que actuó de buena fe al decidir los detalles del ascenso e incremento salarial de su compañera sentimental, Shaha Alí Riza. El Consejo reconoce en su comunicado que Wolfowitz ha actuado de buena fe.
"(Wolfowitz) nos aseguró que actuó de forma ética y con buena fe en lo que él creía era el mejor interés de la institución y nosotros lo aceptamos", señala el comunicado del Consejo Ejecutivo, integrado por 24 directores que representan a los 185 miembros de la entidad. El comunicado también destaca que el resto de personas involucradas en el traslado temporal de su pareja Shaha Ali Riza al Departamento de Estado y las condiciones del mismo, también actuaron de buena fe.
Wolfowitz, por su parte, ha asegurado en un comunicado de cinco páginas en el que confirma su renuncia que el próximo presidente del Banco tendrá su "pleno apoyo" y expresa su esperanza de que la crisis sufrida en las últimas semanas sirva para una reforma interna de la institución. Se prevé que la partida de Wolfowitz abra otro acalorado debate sobre el acuerdo no escrito que concede la presidencia del Banco a un estadounidense y la dirección gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) a un europeo.
En la lista corta de candidatos para sustituir a Wolfowitz figuran nombres como el de Paul Volcker, el ex presidente de la Reserva Federal (Fed), y Stanley Fischer, el actual gobernador del Banco de Israel, de nacionalidad estadounidense. La Casa Blanca "lamenta" la marcha de Wolfowitz como presidente del organismo y "hubiera preferido que permaneciera en el cargo" aunque George W. Bush designará pronto un candidato para sucederle, ha indicado el gobierno de EE UU en un comunicado. "Paul Wolfowitz es un buen hombre, apasionado por las dificultades de los pobres en el mundo. Hubiéramos preferido que se quedara al frente del Banco, pero el presidente acepta su decisión", ha dicho Tony Fratto, uno de los portavoces de la residencia oficial estadounidense.
Una larga deliberación
El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial (BM) se reunía este jueves para buscar una solución al conflicto que rodea al presidente del organismo, Paul Wolfowitz. Fuentes próximas a las negociaciones, así como diversos medios norteamericanos, entre ellos la cadena de televisión CNN, afirmaron que el máximo órgano del Banco Mundial negociaba un acuerdo que permitiera la dimisión de Wolfowitz por el escándalo relacionado con el ascenso y aumento salarial de su novia.
El ex número dos del Pentágono también buscaba, según las citadas fuentes, que el comunicado que emita el Consejo Ejecutivo reconociera algunos de los logros del actual presidente del organismo al frente del Banco. Otro de los temas que se discutieron es la compensación financiera a Wolfowitz tras su dimisión. Según los términos del contrato firmado en junio del 2005, cuando se convirtió en presidente, Wolfowitz recibiría un año de salario, o alrededor de 375.000 dólares, si el Consejo Ejecutivo ponía término a su trabajo o él dimitía.
Wolfowitz violó las normas del BM
El Consejo tiene ante sí un informe elaborado por un panel investigador que concluyó que Wolfowitz violó las normas del Banco al fijar las condiciones laborales de su pareja, Shaha Ali Riza. Wolfowitz insiste en que actuó de buena fe y obró a instancias del Comité Ejecutivo de la entidad. Señaló, en una comparecencia el martes ante el Comité Ejecutivo, que una conclusión apropiada en esta polémica sería que "el acuerdo con Riza fue una forma razonable de avanzar y encontrar una solución en circunstancias muy complejas y difíciles".
Riza trabajaba para el Banco Mundial cuando Wolfowitz asumió la presidencia en junio del 2005. Tres meses después fue transferida al Departamento de Estado para evitar un conflicto de interés, aunque permaneció en la nómina del Banco Mundial. Su salario pasó de casi 133.000 a 180.000 dólares y con la primera revisión anual su retribución alcanzó los 193.590 dólares, más de lo que cobra la propia secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice.