Funespaña, distintas visiones de negocio para un futuro incierto
El juicio que se inicia el próximo 4 de junio en Madrid determinará si la dirección de la primera funeraria española, Funespaña, y concejales del PP actuaron de forma ilegal en el proceso de privatización de la funeraria municipal de Madrid, ocurrido hace 15 años, y en el que Funespaña adquirió el 49%. La fiscalía solicita penas de hasta 19 años de cárcel para los primeros directivos de la funeraria cotizada.
A pesar de la atención mediática suscitada por el proceso judicial, a los principales directivos de la compañía estos días les llaman la atención también otros aspectos: por una parte el choque entre las visiones empresariales que manejan el presidente, José Ignacio Rodrigo, y los fundadores de la empresa, los hermanos Valdivia. Y por otro lado la entrada en el consejo de administración de Funespaña de la familia Esteve Cavaller, que posee más de un 5% de la funeraria. Pase lo que pase en el juicio, estos dos factores marcarán el futuro próximo de la primera funeraria española.
Si existe la vocación funeraria, esta es la de Juan Valdivia. El sevillano se instaló en Almería tras realizar allí el servicio militar y fundó su primera funeraria. A mediados de los años ochenta se une con empresarios andaluces del sector y crea Funespaña, que daría el gran salto cuando en 1992 compra la mitad de la funeraria municipal madrileña. Su hermano Ángel se incorporó entonces a la compañía. Según fuentes cercanas al fundador de Funespaña, Valdivia considera que el sector español 'está a punto de vivir una revolución con menores competencias en la materia por parte de ayuntamientos y con la posible obligación futura de edificación de tanatorios en localidades con más de 10.000 habitantes'.
Por otro lado Rodrigo ha tratado recientemente de modificar radicalmente el negocio de la compañía. Fuentes cercanas al presidente de la funeraria explican que Rodrigo realizó un plan de adquisición de Continental, la empresa de autobuses del grupo ACS adquirida recientemente por National Express por más de 650 millones. Rodrigo quería además cambiar el nombre de la compañía y diversificar los negocios (en el último ejercicio Funespaña ganó 37.000 euros, un 98% menos que en 2005).
La visión de Rodrigo chocó no sólo con la de Valdivia, sino también con la de un nuevo accionista, Esteve Cavaller, que recientemente ha adquirido más de un 5% de Funespaña a pesar del proceso judicial en marcha. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, Cavaller se opuso a la compra de Continental. La participación de Esteve Cavaller junto con la de los hermanos Valdivia supera el 35% del capital, por encima del 29,5% que posee Rodrigo.
Según datos obtenidos en el registro mercantil, la sociedad Esteve Cavaller controla el 67,8% de International Trucks & Tractors, que ganó 1,2 millones de euros en 2005; el 54% de Bocata of Catalunya, con 0,4 millones de resultado en el mismo año; posee la Sicav Cartera Bellver 7, con un capital de cinco millones y controla el 16,6% de la empresa de maquinaria Cevit. Además tiene acciones en el Santander por importe de 9,03 millones de euros.