Thomson y Reuters crean el líder en información financiera
El grupo canadiense de comunicación Thomson se hará finalmente con Reuters, después de que la agencia británica de noticias aceptara una oferta de compra de 8.700 millones de libras (12.700 millones de euros) para crear el grupo líder de información económica y financiera a nivel mundial, con una cuota de mercado del 34%, frente al 33% de Bloomberg.
El nuevo consorcio Thomson-Reuters contará con más de 49.000 trabajadores y tendrá unos ingresos de 8.095 millones de euros. El 60% procederá del negocio financiero y de noticias, que se denominará Reuters, mientras que resto será generado por los otros servicios de Thomson, agrupados bajo la marca Thomson-Reuters Professional. Las empresas operarán de independientemente y seguirán cotizando de forma separada en Londres, Toronto y Nueva York. La dirección del grupo corresponderá al actual consejero delegado de Reuters, Tom Glocer.
Este abogado estadounidense, que lleva al frente de la agencia británica desde 2001, es el responsable del serio plan de ajuste acometido en los últimos años en Reuters para tratar de sortear la crisis provocada por el estallido de la burbuja de internet. Glocer insistió ayer en que la unión de las dos empresas permitirá unos ahorros de 370 millones de euros anuales tras la fusión y admitió que la operación hará 'inevitable' algún 'reajuste', si bien no quiso ser más explícito ni entró en detalles concretos.
Los sindicatos de Reuters ya han expresado su preocupación por que Thomson tome el control de la empresa. Por un lado, recuerdan que el grupo norteamericano vendió en 1981 sus cabeceras inglesas (The Times y The Sunday Times) tras discrepancias con los representantes de los trabajadores y, por otro, advierten de que se pone en peligro la independencia de la agencia, garantizada por un comité y un estatuto especiales, ya que la empresa quedará mayoritariamente en manos de un único accionista (la familia Thomson), que controlará el 53% del grupo.
Ese comité especial de Reuters, que tiene capacidad de veto sobre cualquier operación corporativa, ha dado su visto bueno a la compra, y el grupo canadiense se ha comprometido a respetar la independencia de la agencia. Solventados estos obstáculos, la operación de compra debe ahora recibir el visto bueno de las autoridades de defensa de la competencia que, según algunos analistas, podrían poner pegas al acuerdo. Glocer, sin embargo, se mostró convencido ayer de que la fusión saldrá adelante sin necesidad de realizar desinversiones.