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Estudio

Un estudio fija en 1.200 millones la deuda con la región valenciana

La comunidad valenciana es una de las regiones que más renta ha transferido al Estado en concepto de solidaridad interterritorial, en detrimento de los fondos que ha ingresado para cumplir el objetivo de convergencia europea, según el estudio elaborado por Celestí Gimeno i Broch, profesor del departamento de Economía de la Universidad Jaume I de Castellón, responsable de política económica de Esquerra en dicha comunidad.

El estudio cifra en 1.200 millones de euros el déficit acumulado por este motivo por la comunidad valenciana entre los años 1995 y 2003. Teniendo en cuenta que el total de fondos comunitarios como región del objetivo 1 ascendió en este periodo a 7.000 millones de euros, unos 15 euros per cápita anuales durante todo este periodo, el informe concluye que buena parte del dinero que ingresó la comunidad valenciana procedente de fondos europeos se destinó a la solidaridad interna en un contexto en el que la inversión pública real acumulada por habitante estuvo siempre por debajo de la media estatal desde el año 1987. Entre este ejercicio y el de 1996, periodo de gobierno del PSOE, se situó 20 puntos porcentuales por debajo de la media y en el periodo 1997-2000 llegó a estar 40 puntos por debajo.

Menor convergencia

Celestí Gimeno considera que debido a este 'expolio fiscal' de la comunidad valenciana, ésta tuvo el menor índice de convergencia de todos los territorios, exceptuando Murcia, conclusión que coincide con el balance económico regional de Funcas. Mientras que Irlanda, con igual población que la valenciana e idéntico punto de partida en cuanto a renta per cápita en estos momentos tiene un índice de convergencia de 140, la comunidad valenciana sólo alcanza el 96.

Como consecuencia de todo ello, Gimeno destaca la baja inversión en I+D+i de esta comunidad, por debajo de la de Castilla y León, y también inferior a la media estatal, un índice de infraestructuras de ferrocarril y vías de alta capacidad de las más bajas del Estado, una productividad industrial 18 puntos porcentuales por debajo de la media estatal y un gasto sanitario público entre los más bajos de toda España.

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