'Queremos una ciudad para vivir, no un escaparate'
La ex ministra socialista lamenta la política urbanística del PP en Valencia, 'que ha hecho crecer la ciudad sin dotarla de equipamientos'.
Carmen Alborch (Castelló de Rugat, 1947) opta por primera vez a la alcaldía de Valencia. La candidata del PSPV-PSOE tiene frente a sí el difícil reto de arrebatar la alcaldía a la popular Rita Barberá. Para conseguirlo, la candidata socialista quiere aportar diálogo y negociación con los vecinos para conseguir una ciudad 'que no sea sólo un escaparate'.
Se enfrenta usted a Rita Barberá, que lleva 16 años en el cargo. ¿Cree que todo ese tiempo ha impuesto ya un modelo de ciudad difícil de cambiar? ¿Cuál es el suyo?
'Hay determinadas operaciones urbanísticas que no se entienden'
'Hay que 'coser' la ciudad, en especial lo que se refiere a los barrios históricos'
'Pese a los 60.000 pisos que están vacíos, 30.000 personas se han ido'
El nuestro es distinto. El suyo tiene bastante de improvisación no creo que esté ni planificado ni pensado, en temas como por ejemplo el urbanismo. El PGOU de 1988 se ha cumplido en edificabilidad de viviendas, por supuesto no de protección oficial, pero se ha construido sin equipamientos. Ha sido un crecimiento de ciudad típico de la derecha: todo edificable. æpermil;sta es una ciudad sin amueblar y en la que han crecido las desigualdades. Por tanto no creo que sea en absoluto un modelo. Y además es una ciudad en la que hay muchas operaciones que tiene muy poco que ver con el interés general y mucho con intereses particulares. Nuestro modelo de ciudad pone en primer lugar a las personas. Una ciudad para vivir el día a día, no un escaparate. Y otra diferencia es el cómo se hacen las cosas, no imponerte a la voluntad sino escuchar a los ciudadanos.
El crecimiento urbanístico ha sido muy fuerte y ha creado nuevos barrios que se alejan de la trama urbana tradicional.
Se está quitando el alma a determinados barrios tradicionales de la ciudad y se están construyendo barrios sin alma. Se está perdiendo la identidad. Es muy difícil identificarse con esos barrios y que además casi no ves a las personas. Y eso para una ciudad mediterránea como la nuestra nos resulta extraño. Es una uniformidad que hace que puedas estar en cualquier parte del mundo. Y los espacios comunes que se construyen, como los jardines, los hacen los constructores por imperativo legal pero no son espacios de convivencia. Eso sin contar con las zonas que los pisos son más grandes huchas de inversión no viviendas.
¿Cree que la gestión del suelo en la ciudad ha sido adecuada?
Además de los casos en que se ha utilizado como puras plusvalías, ha habido acuerdos de permuta en que el suelo se ha minusvalorado. Hay muy poca transparencia. Hay operaciones que no se entienden, en los que no gana la ciudad, en los que se utiliza sin criterios claros el patrimonio de todos, como ha sido el caso de la Tabacalera o Mestalla.
¿Se puede actuar sobre los barrios más antiguos?
En esta ciudad hay 60.000 pisos vacíos y hay 30.000 personas que han tenido que abandonar la ciudad porque no pueden o comprar o alquilar un piso sin que les condicione de una manera absoluta su vida, de no poder llegar de verdad a final de mes. Una vivienda accesible que cuesta como el 30% de tu salario. No puedes hipotecarte con tu hipoteca. Nosotros, frente a la idea de crecer y crecer sin equipar, queremos un crecimiento con servicios de salud, de educación, atención a personas mayores... Nosotros queremos coser la ciudad, atender esos espacios vacíos que se van quedando en los centros históricos, como Ciutat Vella o el Cabanyal-Canyamelar o tantos otros. Llenar esos espacios, que no siempre será con construcción de viviendas, sino también con jardines y equipamientos.
¿Y qué medidas tomarán para facilitar el acceso a la vivienda?
Nuestro compromiso es construir 1.000 apartamentos en alquiler para jóvenes, con precios que oscilen entre 150 y 300 euros, y en estos primeros cuatro años construir 6.000 viviendas de protección oficial, 1.200 directamente y el resto con convenios.
Ustedes proponen la creación del agente rehabilitador para recuperar edificios abandonados.
En los centros históricos nos parece muy importante promover la rehabilitación, porque al final las ciudades funcionan como atractivo cuando tienen su identidad y no se puede mantener esa historia si los barrios están degradados y sin vida.
'Hay que abrir un debate sobre el puerto'
La actual ampliación del puerto de Valencia y el soterramiento de las vías de la Estación del Norte para convertir la playa de vías en un espacio urbano son dos de los retos de futuro de la ciudad en los que Carmen Alborch quiere obtener un mayor consenso antes de iniciar unas obras que, a su juicio, serán irreversibles y que condicionarán el modelo de ciudad para muchas décadas. En lo que se refiere al puerto, el planteamiento del Partido Popular es ampliar el actual complejo en Valencia. Alborch es prudente. 'Hay que esperar el informe de impacto ambiental, eso es lo primero. Yo sé lo importante que es, y ha sido, el puerto para esta ciudad, pero hay que ver ahora las consecuencias que tendrá esa ampliación. No se ha producido un debate claro sobre el asunto. He escuchado a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), pero habría que escuchar más voces', reflexiona Alborch.La candidata del PSOE además quiere que no se cierre la posibilidad de que ese crecimiento se haga en Sagunto, que también depende de la APV, donde el impacto ambiental sería mucho menor. El parque central, una vez enterradas las vías, será otro de los elementos de debate. El diseño actual incluye varias torres de viviendas y un centro comercial, elementos que se comen parte del suelo que liberarán las vías. Las administraciones implicadas, el ayuntamiento y el Estado, obtendrían de esta manera fondos para las obras. Pero Carmen Alborch quiere que se replantee esta situación. 'Quiero que se celebre un concurso de ideas porque se trata de un elemento determinante para el futuro de la ciudad. Después de esperar tanto tiempo, ahora no se puede aprobar un proyecto cualquiera a toda prisa e hipotecar un espacio esencial para la ciudad de Valencia'.
'En Valencia acaban demasiados temas en los tribunales'
¿Qué hará, si gana, con los planes de Mestalla, tanto el nuevo como el viejo?Sobre la edificabilidad del solar que dejará el viejo campo, estamos pendientes de lo que digan los tribunales, ya que nosotros nos hemos opuesto al incremento de volumetría que se ha aprobado. Y sobre el nuevo estadio, lo que supone una gran incógnita es la permuta de terrenos. Nosotros no nos oponemos a que el Valencia CF tenga un campo nuevo y precioso, pero hay que escuchar las voces de los vecinos que se preocupan por cómo les va a afectar e introducir modificaciones.
Otro punto de la ciudad, el Barrio del Cabanyal y la prolongación de Blasco Ibáñez hasta el mar. Eso lo tengo claro desde hace muchísimo tiempo. Es un barrio que hay que rehabilitar, que es una joya y que no se puede derribar para construir una avenida. Sería una herida a un barrio y por eso los vecinos han recurrido a los tribunales. En esta ciudad hay muchísimos asuntos en los tribunales, y a mi me parece que desde el ayuntamiento actual se debería asumir como un fracaso.
La preservación de la huerta que queda alrededor de la ciudad es otra de sus reivindicaciones.Ese es un planteamiento además de área metropolitana, otro aspecto que ha olvidado el Partido Popular. La huerta hay que conservarla, como parte de nuestro patrimonio natural, y hay que protegerla, apoyando a los propietarios que conserven esos espacios
Ustedes advierten que una bajada de impuestos inmediata no sería posible.Queremos hacer un plan de saneamiento, porque el ayuntamiento tiene un endeudamiento muy preocupante. Hay que saber cómo están las finanzas municipales, y tener muy claras las prioridades. Y aquí ha habido bastante despilfarro. Un ejemplo es que si se hace una auditoría sobre el exceso de alumbrado público, nos podemos ahorrar hasta cuatro millones de euros al año. Y con ese dinero se puede construir escuelas y cuidar el medio ambiente.