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Plan estratégico

La egipcia Orascom refuerza a GLA con más de 500 millones para compras

El poder financiero del magnate egipcio Nassef Sawiris catapulta el plan de inversiones de su recién incorporada filial española GLA. Este grupo de materiales de construcción planea compras por más de 500 millones.

Más potencia económica y más reconocimiento'. Son algunas de las ventajas que ha aportado a GLA la entrada como accionista de la egipcia Orascom, la mayor cementera de Oriente Próximo y el norte de África. Así lo afirma César Nohales, director general del grupo español. Seis meses después del desembarco, esta empresa de cementos y derivados que montó Valentín Monje Tuñón ya hace años a partir de pequeñas empresas del sector, puede presumir de haber ganado varios escalones de un salto. Y de poder invertir más de 500 millones en compras próximamente.

Con la llegada de Orascom Construction Industries (OCI), que compró a la familia Monje Tuñón el 50% de GLA, Nohales reconoce que el plan estratégico que preveía GLA 'se ha tenido que recomponer'. Ahora la estimación de unos 400 millones de euros para compras en los próximos cinco años se ve significativamente respaldada por el colchón financiero que aporta el grupo egipcio. No en vano, el multimillonario Sawiris ya dejó claro en octubre cuando visitó Madrid para sellar la entrada en GLA que la inversión puede superar los 500 millones.

Una cantidad cercana, 325 millones de euros le ha costado a Orascom la última inversión anunciada la semana pasada: una planta para entrar en el mercado sirio, en el que se prevé un crecimiento de al menos el 10% anual.

En España, el abanico está abierto, pero el foco se dirige prioritariamente a un nuevo negocio que GLA acaba de inaugurar de la mano de Orascom: la compra de yacimientos de minerales. Hace dos meses, el grupo de hormigón, áridos y otros derivados adquirió por 17,4 millones dos minas en Corrales del Buelna (Cantabria) y en Yecla (Murcia). Esta última, Minas Cau, guarda el mayor depósito de barita y calcio carbonado del sur de Europa, minerales utilizados como materiales de construcción.

Ahora, el equipo directivo de GLA explora minas interesantes desde el punto de vista de la explotación en el norte, centro y parte mediterránea del país. Se trata de un mercado muy atomizado con clientes industriales, desde las azulejeras hasta las centrales térmicas de las eléctricas, explica Nohales.

Con esta nueva veta de negocio, GLA se hace con un 'soporte más seguro' en un escenario en el que la construcción empieza a dar signos de menor fortaleza. La idea es potenciar las actividades menos ligadas a este sector para que en unos cinco años puedan llegar al 20%-30% de los ingresos. El año pasado ingresó 220 millones, casi el doble que en el ejercicio precedente (120 millones) y logró un Ebitda de 22 millones de euros.

En el área cementera, GLA no descarta una compra en países emergentes de Europa del Este. En cualquier caso, las inversiones en general en este segmento irán más hacia áridos y moliendas de clínker, los materiales que componen el cemento, en los que GLA ya tenía una posición que ahora va camino de acrecentar gracias al nuevo accionista. Como muestra, el mes pasado inauguró el segundo molino de clínker en la fábrica de Cementos La Parrilla, en Valladolid, una pequeña empresa que Orascom eligió hace más de un año como primer paso hacia una inversión mayor, GLA. De esta forma, las instalaciones ahora agrupadas bajo la marca Cemtor duplicarán su producción hasta un millón de toneladas y se sumarán a otros dos millones que producirá otra molienda que se está construyendo en Villasequilla, en Toledo.

Sin choque de culturas

Mientras, la expansión también llegará a la división constructora, Sateco, que el pasado enero desembarcó en México con un contrato para construir la sede central de seguridad de Monterrey por 11 millones de euros. GLA tampoco descarta adquisiciones en esta filial pero no como prioridad. 'Cualquier inversión por alta que sea no se va a descartar', resume César Nohales. Igualmente ocurre con una eventual fusión con alguna constructora mediana. 'Nunca sabes si es el mejor momento', matiza Nohales, consciente de que muchas de estas compañías de capital familiar se niegan a perder poder y por eso rechazan muchas fusiones.

En cuanto a la integración de un nuevo accionista en el día a día del negocio, el ejecutivo asegura que no ha habido problema, ni choques culturales, sino una total integración con el vicepresidente de Orascom en Europa, Nicolas Stay.

Para explicar la sintonía, Nohales asegura que las dos empresas se parecen 'en que tienen una misma filosofía de crecimiento rápido'. æpermil;ste fue el motivo por el que el magnate egipcio decidió la compra de GLA y no de una cementera mayor en España, apunta el directivo.

Varios fichajes venidos de la competencia

La expansión que prepara GLA tras la entrada del grupo egipcio Orascom en su accionariado ha sido el gancho para que algunos ejecutivos de la competencia se hayan pasado al grupo de la familia Monje Tuñón. En los últimos meses, la empresa cementera puede hacer gala de haber fichado a un directivo de la mexicana Cemex y segunda cementera en España, Jaime Maroto, o a Fernando Arauz, procedente de la suiza Holcim donde era el principal responsable de áridos. También pasó por la empresa otro ejecutivo de Readymix. César Nohales, director general de GLA, explica el trasvase por el 'estado inmovilista que hay en algunas competidoras'. En esta nueva etapa del grupo, el dinamismo de Orascom, que también tiene una división de hoteles y el 20% en la compañía china de móviles Hutchison, marca el patrón de crecimiento.

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