Los trabajadores de Mildred aceptan tres meses de suspensión
Los 398 trabajadores de la fábrica de repostería de Mildred-Pauni en Huesca irán a una suspensión de empleo durante tres meses, según el acuerdo alcanzado entre los representantes de los trabajadores y de la empresa tras una reunión de cinco horas que concluyó en la noche del lunes. A lo largo de este trimestre se intentará encontrar un comprador, del que depende la salvación de 250 empleos. Los 148 trabajadores restantes percibirían una indemnización de 33 días por año.
La difícil situación de la planta oscense desembocó, en 1999, en la suspensión de pagos, con compromisos de reembolso fraccionados hasta 2012. El agravamiento de los problemas llevó a la empresa a vender los terrenos donde se ubica la planta, comprados al Gobierno de Aragón en 2005, para poder hacer frente al pago de las nóminas de este año.
La dirección de Mildred ha venido manteniendo, durante las últimas semanas, diversos contactos para vender la fábrica. Estas negociaciones se han mantenido con, al menos, cuatro empresas. Aunque no se ha desvelado la identidad de los posibles compradores, parece que el montante de la operación vendría a situarse en torno a los 50 millones de euros.
Según expresaron a Cinco Días fuentes sindicales 'Mildred podría ser competitiva, a pesar los problemas financieros que arrastra'. La situación de la fábrica se vio agravada por la pérdida de su principal cliente, la cadena de supermercados Lidl, que representaba en torno al 90% de su facturación. Esta compañía ha subrayado que siempre realizó puntualmente los pagos, a pesar de los problemas de su proveedor. El cierre de la fábrica ocasionaría un grave problema social en la zona, ya que el tejido industrial de Huesca no podría absorber los excedentes laborales.